Autoras
Henar Álvarez (Madrid, 1984) es una de las voces más visibles del nuevo humor femenino. Además de cómica, tiene un largo recorrido como guionista y presentadora de radio y televisión. Dirigió un programa de radio con Leticia Dolera en La Ser, escribió crónicas feministas en El Confidencial, fue guionista de Hoy por hoy y presentadora de los programas de televisión Likes y Las que faltaban (Movistar +). Actualmente presenta Buenismo bien (Cadena Ser), junto a Quique Peinado y Manuel Burque.
Ana Müshell (Jerez de la Frontera, 1989) es artista e ilustradora. Ha publicado su trabajo en medios como Vogue, GQ y Cinemanía y ha colaborado con Zara, el Museo ABC y Coca-Cola. Ha publicado sus propios fanzines, como Aquí dentro y convivir con las bestias y Sadness Motel. Su primera novela gráfica, Pink Mousse, vio la luz en 2017. Recientemente ha publicado la biografía ilustrada Patti Smith. She has the power (Lunwerg).
Sinopsis
Una novela gráfica sobre los dramas de la vida moderna donde se entremezclan feminismo, maternidad y sexo en clave de un humor irreverente
La expresión «mala leche» generalmente indica que alguien está de mal humor. Su origen se basa en la antigua creencia de que la leche con que se amamantaba influía en el carácter. Nani (alter ego de la cómica Henar Álvarez) es una joven y atribulada madre primeriza que sufre pequeñas explosiones de ira. ¿Los motivos? Un deseo sexual no resuelto, el miedo a la muerte, los machismos encubiertos o el sentimiento de culpa por no ser ni la madre ni la esposa perfecta.
Entre sueños húmedos, camisas de lactancia y chats clandestinos de Telegram discurre esta novela gráfica provocadora y costumbrista, salpicada de humor negro y libre de tabúes.
[Información tomada directamente del ejemplar]
¿Cerramos la semana con una novela gráfica, divertida de leer y amena? Pues dicho y hecho. Abramos la puerta a La mala leche, con textos de Henar Álvarez e ilustraciones de Ana Müshell. Se trata de la primera obra de Álvarez, cómica, guionista y presentadora de radio y televisión. Para que la conozcáis un poco más, podéis ver La puta de la clase, uno de sus monólogos más célebres justo aquí.
La mala leche narra la historia de Nani, el alter ego de Henar. Nani es una joven periodista que trabaja en la redacción de una emisora de radio. Nani, que mantiene una relación estable con su pareja (Néstor), ha sido madre hace algo menos de un año. Desde ese instante, siente que sus necesidades y prioridades han cambiado, y sus miedos y preocupaciones se han intensificado. Tras dar a luz, se le cruza por la cabeza una fantasía sexual, que su pareja beba la leche que sale de sus pechos. Pero él se niega en rotundo, así que Nani buscará a otra persona para cumplir su deseo. El elegido será Gonzalo, un joven de 22 años con el que trabaja, y con el que iniciará una relación clandestina.
El inicio de esta novela gráfica es intenso. En las primeras viñetas veremos a Nani y Nestor entregados al sexo. Ella le expone su deseo pero a él le siente mucho pudor. Es ahí cuando Nani comienza a plantearse una serie de cuestiones. Estamos ante una obra que aborda el deseo y la sexualidad femenina, teniendo la maternidad como trasfondo de la historia, una narración que quiere mostrar a la mujer como sujeto que desea y no como objeto deseado, como individuo que tiene sus necesidades y que, si no consigue cubrirlas dentro de casa, lo hará fuera. No importa que el elegido sea un joven que, intelectualmente le aporte poco. Esto fue algo que me llamó la atención y que comentamos en la entrevista (que puedes leer aquí):
❝Al revés, ella ha preferido siempre a tíos cultos, que dan prestigio, con los que se puede tener una conversación. Pero Nani, después de estar complaciendo a toda esa gente, durante toda su adolescencia o incluso en la edad adulta, llega un momento en que, cuando le pide a su novio que cumpla su fantasía sexual, y él no quiere, empieza a plantearse qué ha hecho hasta ahora. Ella se para a pensar y comienza a preguntarse por qué ha estado depilándose para no desafiar las erecciones de señores con pelos en las orejas. Es cuando se cuestionar si realmente no hubiera sido más feliz con un chico musculado porque, para una vez que le pide a su pareja que haga algo por ella, que cumpla su fantasía, él se opone❞
Llena de reflexiones y de preguntas, que toda mujer nos hemos hecho alguna vez, La mala leche está escrita bajo un humor sin remilgos, natural, espontáneo, llamando a las cosas por su nombre, tal y como es la propia Nani.
De hecho, de este personaje lo que más me ha gustado es una naturalidad, lo cercano que está a la tierra. Es una mujer con muchas dudas e incertidumbres y una significativa tendencia a la tanatofobia. En algún momento, nos va a aparecer un tanto paranoica pero, ¿quién no lo está en algún momento de su vida?
Estructurado en siete capítulos, más un epílogo en el que Henar Álvarez desvela que parte de los hechos son autobiográficos, La mala leche cuenta con las ilustraciones de Ana Müshell en las que predomina el rosa y el negro. La elección de los colores no corresponde a ninguna razón relacionada con el feminismo, sino simplemente a una cuestión estética.
En definitiva, estamos ante una obra que explora el deseo femenino, pero también la culpa que a veces se instala en nuestro interior, todo ello en una obra gráfica que sirve para descubrir el humor de Henar Álvarez.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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