Autora
Shari Lapena trabajó como abogada y profesora de inglés antes de dedicarse a escribir. Su primera novela de intriga, La pareja de al lado, se convirtió en un éxito internacional del que se han vendido más de 3.000.000 de ejemplares. Fue la novela más vendida en el Reino Unido en 2017 y se han adquirido los derechos para adaptarla a la televisión. Sus posteriores libros Un extraño en casa, Un invitado inesperado y Alguien a quien conoces también ocuparon los primeros puestos de las listas de best sellers del Sunday Times y del New York Times.
Sinopsis
Stephanie y Patrick se están adaptando todavía a su nueva vida tras el nacimiento de las gemelas. Los bebés no les dan respiro y aunque Stephanie sufre el agotamiento y la desorientación de la falta de sueño, hay una cosa de la que está completamente segura: tiene todo lo que siempre había soñado.
Entonces aparece Erica, una mujer del pasado de Patrick que lanza una escalofriante acusación. Patrick siempre había afirmado que la muerte de su primera esposa fue un accidente. Ahora Erica asegura que se trató de un asesinato.
Él insiste en que es inocente, en que todo no es más que un intento de chantaje. Pero Erica sabe cosas sobre Patrick, cosas que empujan a Stephanie a hacerse preguntas sobre su marido. ¿Le ha contado la verdad? ¿Es Erica la convincente mentirosa que Patrick asegura que es? ¿O ha cometido Stephanie un terrible error?
[Información tomada directamente del ejemplar]
Soy muy fan de las novelas de Shari Lapena. En ellas encuentro siempre lo que espero del género, una historia interesante, con giros inesperados, que me conduce a una lectura ágil y entretenida. Fue lo que encontré en La pareja de al lado (puedes leer la reseña aquí) y es lo que he encontrado en esta última, Su último día.
Con un título tan funesto, la novela se inicia con un capítulo introductorio en el que conoceremos a la joven pareja formada por Patrick y Lindsey. Estamos a principios de 2009, en Creemore (Colorado). Ella está embarazada y, junto a Patrick, se dispone a emprender viaje hasta Grand Junction, para visitar a su madre. Parece que andan de morros, y aunque está nevando con fuerza, y se desaconseja salir de casa, ella insiste en hacer el viaje.
De ahí saltaremos al año 2018. En Aylesford (Nueva York) reside Stephanie, una joven madre de gemelos. Emma y Jackie tienen cuatro meses. El parto fue complicado, con una recuperación dolorosa, y la crianza lo está siendo mucho más. Stephanie está agotada. Las niñas sufren de cólico del lactante y se pasan toda la noche llorando. Ni hijas ni madre consiguen dormir más que unas pocas horas. Por eso, Stephanie se pasa el día con la mente abotargada, como si viviera rodeada de una espesa niebla. El cansancio la aturde, la desespera y siente que está falta de reflejos, que hace cosas sin sentido. Encima no puede contar con su marido porque se pasa el día trabajando en su estudio de arquitectura y necesita tener la mente despejada.
Precisamente es su marido el que inicia la parte de suspense de la novela. Cuando por el estudio de arquitectura aparece la joven Erica Voss, que postula para un puesto de secretaria, Patrick caerá en un profundo estado de nerviosismo. Aunque finge no reconocerla, sabe perfectamente quién es esa joven, a la que no ve desde hace nueve años, en otra vida. Y ella también sabrá quién es él. Erica no ha aparecido por casualidad. Necesita dinero, sabe cosas y está dispuesta a llegar hasta el final, con tal de conseguir su propósito. ¿Qué es lo que sabe? ¿Por qué Patrick se altera tanto al verla?
Por otra parte, la novela nos presenta a otro matrimonio, formado por Gary y Cheryl. Tienen un hijo de nueve años, llamado Devin, un niño adorable, muy carismático y sociable. Todo el mundo adora al chico aunque, muy pocos saben que es adoptado. Ni siquiera él. La vida de la familia transita apaciblemente y feliz. Atrás quedó la complicada adopción de Devin pero, en cuanto todo el proceso terminó, la pareja consiguió respirar tranquila. Sin embargo, la aparición de una persona, a la que no deseaban volver a ver jamás, trastocará de nuevo la paz familiar. Además, descubrir casualmente a los verdaderos padres de Devin hace que Cheryl y Gary ya no vean al pequeño con los mismos ojos. ¿Por qué? ¿Y qué busca esa persona? ¿Con qué intención regresa a sus vidas?
Por último, Niall -socio de Patrick-, y su esposa Nancy aportan también su grano de suspense. Al principio, parecen personajes de apoyo, un tanto secundarios. Sin embargo, ellos también tienen algún oscuro secreto,algo que no puede salir a la luz, aunque de todo ello sabremos cuando la historia esté bien avanzada.
Su último día plantea una trama en la que la venganza y el chantaje son los pilares principales. Patrick tiene un pasado turbio, algo ocurrió antes de residir en Nueva York y, aunque aquello quedó muy lejos ya, lo cierto es que el pasado, con todos sus secretos, siempre vuelve a nuestras vidas, para hacernos recordar quiénes éramos antes. La vida de Patrick, junto a su esposa Stephanie y sus dos pequeñas hijas, está a punto de hacerse añicos. Él teme que cierta información llegue a oídos de su esposa y, por ende, de la policía, y para ello tratará de parar los pies a Erica.
Desde el inicio, el lector irá conociendo detalles íntimos de cada uno de los personajes, de tal modo que las conexiones comenzarán a establecerse desde bien pronto. De algún modo u otro, casi todos tienen algo que ocultar, todos tienen un secreto que callar. La pieza clave en este entramado es Erica Voss. La joven se siente en una situación de poder. Para empezar, echará mano de su aspecto físico para engatusar a todo varón que se cruce por su camino, y exprimirlo al máximo. Manejará los hilos de esta historia, llevando a cada uno de los personajes al límite. Jugará bien sus cartas y conseguirá generar un ambiente de turbación y desesperación, construyendo una tela de araña en la que los personajes se sentirán atrapados, sin escapatoria posible.
Su último día permite al lector adentrarse en una historia de intriga y suspense. Como espectador privilegiado que somos, contemplaremos la trama de esta novela como si fuera el tablero de un endemoniado juego, por el que los personajes se mueven. Desde nuestra posición podremos analizar las reacciones de los personajes. ¿Están tomando las decisiones correctas? Esta actitud analítica es muy patente en el caso de Patrick. En todo modo he ido cuestionando sus movimientos y, en más de una ocasión, he sentido que el personaje se estaba equivocando, que estaba cavando su propia tumba, metiéndose en un callejón sin salida del que le iba a costar Dios y ayuda salir indemne. Con sus reacciones, hay personajes que pierden toda su credibilidad, y eso los convierte en figuras mucho más interesantes.
En el caso de Stephanie, a su alrededor empiezan a ocurrir cosas raras. ¿Tan cansada está que no sabe ni dónde tiene la cabeza? ¿Tan agotada como para hacer cosas de las que no se acuerda? La joven se mueve por un terreno pantanoso y ya duda hasta de su propia sombra. Las sospechas caen por su propio peso, lo que nos lleva a plantearnos si verdaderamente conocemos a las personas con las que convivimos.
Ahora bien, bajo mi punto de vista, la trama de Su último día me ha parecido menos intrigante. En un momento puntual, la narración no avanza, sino que entra en bucle, girando una y otra vez, alrededor del mismo punto. Eso me hizo pensar si la historia no iba a resultar algo plana. Tiene suspense, sí, e intriga, y hay chantajes y secretos pero, una vez que todas las piezas estaban dispuestas, empecé a plantearme si eso iba a ser todo. Por suerte, llegó el pre-desenlace, en el que me topé con una vuelta de tuerca que me generó más interés y curiosidad. Y de ahí, a un epílogo en el que se producía otro giro más. Así que, para mí, la novela cierra de forma satisfactoria.
Escrita en tercera persona, empleando el tiempo presente, por aquello de dar inmediatez a la acción, Su último día se estructura en sesenta capítulos más un epílogo, datado cuatro meses después del inicio de la trama principal, que supone un estupendo cierre a una novela que cumple en todo momento con lo que se espera de ella. Además, cuenta con un ritmo ágil, equilibrada en cuanto a narración y diálogo, por lo que la lectura fluye a buena velocidad.
Poco más puedo aportar. Sigo diciendo que me gustan las historias de Shari Lapena. Sus novelas me funcionan, me resultan útiles para desconectar del día a día, y para adentrarme en otras vidas, con sus luces y sombras. Por lo tanto, seguiré leyendo lo que la autora publique. Y si te gusta el género, no me queda más que animarte a leer esta novela.
[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]
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