Ea, pues aquí seguimos. Sin Semana Santa y sin Feria. La semana más luminosa de Sevilla tenía que haber comenzado anoche. Pero nada, el coronavirus se ha empeñado en seguir fastidiando nuestra existencia. Menos mal que el ser humano tiene capacidad de reinventarse y ayer mismo coloqué mis farolillos en casa, puse sevillanas a todo volumen, y me compré una botella de manzanilla. Que no se diga. Y si todo fuera eso, la fiesta, pues mira, pero es que los contagios y los fallecimientos siguen estando ahí y eso es lo más preocupante. Venga, fuerza y ánimos. Y sigamos abrazados a los libros.
solo tienes que clicar en cada título o en los enlaces a las reseñas]
Los comprados
El mes pasado me colé. Mucho, además. Así que este mes he hecho propósito de enmienda y, sí he pisado librerías, pero en modo de paseo. Atándome las manos para no sucumbir.
Los libros de Eloy Moreno me sientan bien. Todos ellos. Creo que tiene una mirada muy especial con la que me resulta fácil conectar. Y me ocurre esto tanto con sus libros para adultos, como con los dirigidos a los más jóvenes y pequeños. A través de Nube de Tinta, acaba de publicar un cuento infantil que es una delicia. Juntos. Cuentos para contar entre dos. Ya está leído y reseñado en el blog. Tienes el enlace a la reseña más abajo.
Los intrusos de Javier Pérez Campos (Planeta) me dejó en estado de shock, nada más ver la cubierta y leer su sinopsis. No he podido esperar mucho y, aunque tengo otros títulos que esperan turno hace tiempo, este libro es alucinante. Así que, si te gustan las historias inquietantes, eres fan de las casas encantadas y no te pierdes ni uno solo de los programas de Iker Jiménez, tienes que leer este libro. Espero contaros detalles muy pronto.
Y Espasa, acaba de publicar La juglaresa de María López Villarquides. Me gustan mucho los libros que eligen a un personaje de la historia, desconocido, para hacerlo llegar a los lectores. Esta novela recrea libremente la vida de María la Balteira, una joven gallega de la que se dice que fue una guerrera, y que tuvo mucho renombre en la corte de Alfonso X, el sabio. Sin embargo, la novela nos muestra una mujer apasionada del baile y la música. Sin duda, una lectura curiosa.
Para las entrevistas llegaron a casa unas cuantas novelas. Tenía muchas ganas de leer algo de Karmele Jaio y cuando vi este título, Las manos de mi madre (Booket) me sentí muy tentada. Espero poder acabarla hoy, porque es muy breve, y trataré de conversar con la autora.
Volver a ver a Víctor del Árbol es un placer. Como también lo es volver a leerlo. Creo que con El hijo del padre (Destino) se ha superado y ha dejado el listón muy alto. Brutal es esta historia, centrada en dos familias, y que te conmoverá. Muy pronto os traigo la reseña.
Cambiando totalmente el tercio, disfruté mucho de lo último de Lorena Franco. Todos buscan a Nora Roy (Planeta) es un thriller en toda regla que nos conduce a ese mundo de los psiquiátricos, tras cuyas paredes se esconden prácticas demoledoras.
La entrevista con Manuel Jabois no se puedo concretar definitivamente. En cualquier caso, me ha gustado mucho Miss Marte (Alfaguara), una novela que navega a dos tiempos, para hablarnos de la misteriosa desaparición de una joven. En unos días os cuento impresiones.
Sí pude conversar con Karina Sainz Borgo sobre El Tercer País (Lumen). La autora vuelve a traernos una historia en la que la fuerte personalidad de personajes femeninos lo invade todo.
También pude conversar con Bárbara Montes, autora de Julia está bien (Ediciones B), una novela que supone el homenaje de la autora a su abuela Juliana. Preciosa historia de sacrificio y supervivencia.
Y por último, El tejido de los días de Carlos Aurensanz, que me llegó por intermediación de Pepa Muñoz de Locura de Libros, y que pinta maravillosamente bien.
Había varios sorteos interesantes a los que pretendía apuntarme pero se me pasaron totalmente.
Las lecturas y el cine
No me voy a quejar, no. Las lecturas de marzo fueron muchas y muy diferentes. Comencé con La tienda de la felicidad de Rodrigo Muñoz Avia, una novela de humor y con un personaje insólito, cuya reseña verá la luz muy pronto. De ahí me lancé a Stefan Zweig con ¿Fue él?, ya reseñado en el blog. A esta le siguieron dos buenísimas historias. Por un lado, Miss Marte de Manuel Jabois. Por otro, El hijo del padre de Víctor del Árbol. Ambas están pendientes de reseña. Continué con una novela preciosa, Canción bajo el agua de Fàtima Beltran Curto, de la que os quiero contar mucho y bien. Y de igual modo haré con Julia está bien de Bárbara Montes, otra bonita y emotiva novela.
El mundo infantil también tuvo cabida en el blog, este mes. No me pude resistir al nuevo libro de Eloy Moreno. De Juntos. Cuentos para contar entre dos ya tenéis la reseña.
Desgarrador el relato de Laura Muñoz en Un nombre de guerrero. En esta novela, la autora se enfrenta literariamente a lo que supuso una interrupción de embarazo por causas médicas. Muy pronto tendréis la reseña.
Para antes de dormir, rescaté de la estantería dos libros. Uno, No pasa nada y si pasa se le saluda de Raquel Martos. Entretenido y poco más. Me resultó algo plano. El otro, Los tatuajes no se borran con láser de Carlos Montero, que no fue una lectura muy idónea para mí. Fue como si estuviera viendo una serie de adolescentes.
En cuanto a las entrevistas, estas fueron las que publiqué:
- Fernando de Artacho por Donde navega el olvido.
- Fernando de Artacho por Donde navega el olvido.
- Chef Bosquet por El placer de comer sin remordimientos.
- María Montesinos por Una pasión escrita.
- Pepe Colubi por Dispersión.
- Claudia Piñeiro por Catedrales.
- Rodrigo Muñoz Avia por La tienda de la felicidad.
- Najat El Hachmi por Los lunes nos querrán.
- Karina Sainz Borgo por El Tercer País.
En cuanto al cine, empecé el mes con una película que me encantó. Sentimental, con un buen reparto, es divertida y ha sido de las pocas que me han gustado este año de los Goya.
Bajocero no fue lo que esperaba. Tenía muy esperanza puesta en esta película pero no creo que sea lo mejor de Javier Gutiérrez y Karra Elejalde.
También me di una vuelta por algunos cortometrajes de terror, que no tienen nada que enviar, en algunas ocasiones, con sus hermanos mayores.
Ane no me dijo gran cosa, sinceramente. Este año las películas de los Goya y yo no hemos hecho buenas migas.
Y terminé con Soul, aprovechando que los pequeños estaban de vacaciones de Semana Santa. Para ser de Disney + Pixar, no fue de las que más me han gustado.
¿Y qué tal está siendo abril?
No tan luminoso como debería. Esta entrada debería terminar diciendo que me voy a tomar unos días libres para poder disfrutar de la Feria de Abril pero,... Otro año más...
¡¡Nos leemos!!