Nacionalidad: EE.UU
Director: Enrico Casarosa
Reparto: --
Género: Animación
Sinopsis: La historia se desarrolla en un hermoso pueblo al lado del mar en la Riviera Italiana. Es la del crecimiento de un niño que experimenta un verano inolvidable con helado, pasta e interminables viajes en scooter. Luca comparte estas aventuras con su nuevo mejor amigo, pero toda la diversión se ve amenazada por un gran secreto: es un monstruo marino de otro mundo ubicado justo debajo de la superficie del agua.
Si el lunes pasado os hablaba de un libro infanto-juvenil, hoy vengo con la última película de Disney y Pixar, esa fábrica de magia que tanto nos hace soñar. Así que, hoy vengo a hablaros de Luca. Os cuento un poco la sinopsis.
Estamos en la Riviera italiana. En las profundidades del mar habitan una especie de monstruos marinos. La palabra «monstruo» se les queda grande pues no son más que unos seres pacíficos y tranquilos, con el mismo estilo de vida que nosotros pero bajo el agua. Y en esos territorios húmedos vive Luca, un joven pastor de peces, soñador y aventurero. Su vida le parece un aburrimiento, todo el día atento para que ningún pez se le extravíe, pero todo cambia cuando, en el fondo del mar empieza a encontrar objetos que vienen de tierra firme: un viejo despertador, unos naipes, un gramófono. Sabe que en la superficie flotan barcos capitaneados por lo que ellos llaman monstruos terretres. Sabe que, fuera de su hábitat, hay otro estilo de vida por el que se siente totalmente atraído. Y todo se precipita cuando, de repente, conoce a Alberto, otro joven de su edad y de su misma especie. La única diferencia es que Alberto vive en la superficie. Junto a él, Luca conocerá lo maravilloso que es la vida fuera del agua, pero se meterá en un lío, conocerá a los habitantes de Portorosso, y verá cómo sus padres se ven obligados a salir también a la superficie para localizar al hijo perdido.
Luca, como viene siendo habitual en las películas de Disney-Pixar, emplea una historia de animación, simpática y divertida, para introducir diversos valores morales. En esta ocasión, vemos como Luca se aleja del regazo familiar para dar rienda suelta a su afán de aventuras y su lucha por los sueños. Este largometraje hace especial hincapié en la fuerza de la amistad y de la camaredería, en la que a veces se cuela la traición. Sin embargo, errar es de «humanos» y rectificar, de sabios. Por eso, cuando nuestro semejante se encuentra en un apuro, hay que darle todo nuestro apoyo y ayudarlo. Me ha llamado especialmente la atención, la manera en la que el guion gestiona la voz de la conciencia. Cuando Luca tiene dudas y su particular Pepito Grillo le reprende, el niño calla esa voz al grito de Silenzio Bruno!, una exclamación con la que se da ánimos a sí mismo. Es como si se nos tratara de inculcar que esa segunda voz que siempre nos acompaña, no siempre tiene razón. Pero, sobre todo ello, brilla una oda a la tolerancia. En estos días que estamos con el alma en los pies, después de lo acontecido con el joven Samuel, se hace más necesario que nunca sembrar la semilla de la diversidad, la multiculturalidad, y la tolerancia en una sociedad que se resquebraja con cada golpe que recibe el que no es como el otro. Luca habla de seres distintos, sometidos a prejuicios, pero a los que hay que conocer para entender que no son monstruos, sino seres, diferentes a nosotros, pero con corazón y alma.
En cuanto a los personajes, Luca y Alberto son el día y la noche. Si el primero está muy protegido por la familia, el segundo se encuentra en una situación un tanto desangelada pero, aun así, ha sabido seguir adelante. La familia es muy importante en esta película tanto en presencia como en ausencia. Pero si hablamos de personajes, tengo que señalar a Giulia Marcovaldo, una chica con carácter, que se hará amiga de Luca y Alberto. La joven es valiente, decidida, fuerte y con unos principios férreos. Cada verano tiene que competir por la copa de triatlón que se disputa en el pueblo, y aunque siempre se la arrebata el malvado Ercoli, ella no ceja en su empeño. Me gusta que Disney me muestre a mujeres jóvenes luchadoras, que compiten contra hombres y muestran todo su valor. Es una manera más de romper estereotipos y apostar por la igualdad de género. Giulia es un personaje maravilloso, del que se puede aprender mucho. Por cierto, que la joven tiene un gato malencarado que mira con inquina a Luca y a Alberto, y protagoniza las escenas más divertidas de la película.
Luca tiene una trama más sencilla que aquella que vimos en Soul, pero su sencillez no es sinónimo de mala calidad. Más allá de un argumento más o menos elaborado, hay que agradecerle a este tándem su interés por fomentar valores y principios. Eso, por no hablar de la técnica de animación. Me sigue alucinando cómo son capacer de recrear la animación de manera tan real y palpable. Tanto el mundo sobre la superficie como el que habita bajo el agua está cuidado al detalle. Qué luz, qué colores, qué maestría en el movimiento y en la recreación de objetos y personajes. Hay un exquisito gusto por el detalle y esto es algo que solo los adultos seremos capaces de advertir. Maravilloso ver Luca, como otras tantas obras de esta factoría, solo por ir parando la cinta frame a frame y observar cada objeto.
No podemos olvidar que este largometraje también supone un bonito homenaje a Italia. He leído que está dedicada a Ennio Morricone quien, a priori, se iba a encargar de la banda sonora. Al final, el tema musical recae en Dan Romer, que apuesta por temas y melodías muy alegres. Pero Italia está muy presente en otros aspectos, como en la recreación del pequeño pueblo Portorroso, a orillas del Mediterráneo, con sus casitas pequeñas de pintorescos colores, sus pescadores y sus plazas con fuentes. En este vídeo veréis cómo se recreó el pueblo.
La gastronomía también figura en esta película, con los distintos tipos de pasta y, por supuesto, también tendremos a la icónica Vespa, el objeto de deseo de Luca y Alberto.
Decía antes que Luca me parece más enfocada a los niños, a diferencia de Soul que tenía un argumento más intrincado. No obstante, los adultos también podrán disfrutarla mucho. A mí no me impactado tanto como otras producciones, pero tiene un argumento precioso, unos personajes entrañables y no le falta magia. Cuando la veas te entrarán ganas de volver a la niñez, a aquellos veranos en los que tenías una bicicleta como compañera de aventuras.
En definitiva, Luca es una buena ocasión para disfrutar del cine en familia y reírse junto a los niños, con las alocadas aventuras de Luca y Alberto. La siguiente parada cinematográfica en este espacio volverá a estar dedicada a los niños. Nos sentaremos a ver Raya y el último dragón.
La tenéis en Disney+. [Atención porque hay secuencia en los créditos]
Tráiler: