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Presentación "LA LADRONA DE HUESOS" de Manel Loureiro en Sevilla.

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El pasado martes, Manel Loureiro visitó Sevilla para presentar su última novela, La ladrona de huesos (Editorial Planeta). El acto, que estuvo conducido por el periodista Cristóbal Cervantes, tuvo lugar en la sede de la Cámara de Comercio de Sevilla, donde se congregaron numerosos lectores. 





La presentación se inició haciendo un esbozo de la trayectoria del aturo, por parte del periodista. Gallego de nacimiento, pontevedrés, y abogado de profesión, Manel Loureiro lleva publicadas casi una decena de novelas, además de hacer televisión local y radio. De sí mismo asegura ser una persona afortunada, por poder dedicarse a lo que más le gusta, algo que no le suele ocurrir a los personajes de sus novelas, siempre inmersos en sucesos dramáticos, llenos de suspense. 

Personajes femeninos

Cristóbal Cervantes entró en materia preguntando a Loureiro por los personajes femeninos desgraciados que siempre suelen ser más atractivos que los felices en los textos narrativos. El autor afirmó que eso sería generalizar demasiado. «Es verdad que me gustan más los personajes femeninos», apuntó. A su juicio, y generalizando, las mujeres tienen una forma distinta de resolver problemas, de una forma más lateral. «Para un thriller como La ladrona de huesos me interesaba mucho más un personaje femenino que no abordara problemas aparentemente irresolubles como si fuese un miura, sino que cogiera el problema y empezara a darle vueltas». De este modo, ese problema que, en apariencia, era imposible de resolver, terminar por tener una solución.  

Pero la dificultad estaba en construir un personaje femenino que resultara creíble, desde una perspectiva masculina. «Me obligó a hacer un trabajo de proyección y ponerme en los zapatos de otra persona, de otro sexo». Para el autor crear el personaje de Laura ha sido un desafío.

Novela adictiva

Repasando las opiniones de los lectores, todos coinciden en que La ladrona de huesos es una novela altamente adictiva. Loureiro confesó que el truco reside en ser un tramposo. «Para que se digan estas cosas de la novela lo que necesitas es jugar con las emociones de los lectores». Y aseguró que para jugar con lo que los lectores sienten hay que ser un tahúr. «La ladrona de huesos es un thriller y como tal propone un desafío al lector. Se trata de saber quién es más rápido, si yo planteando problemas o vosotros resolviéndolos». Añadió que una novela de este tipo tiene que generar un efecto cascada porque cada liberación de información debe generar otras informaciones. «Todo esto solo se consigue con una buena planificación y todo esto solo lo consigues haciendo trampas». Las técnicas narrativas, como el cliffhanger, te permiten enganchar al lector y convertir la novela en adictiva. «Jugar con las expectativas es una manera de mantener la atención del lector».

La escritura 

En relación al proceso creativo, el autor quiso explicar la diferencia entre tener una idea y tener una historia. Uno puede tener cientos de ideas «pero las ideas tienen un problema, que son autoconclusivas. Una idea tiene que transformarse en historia para poder contarse». Para conseguir esa transformación, Loureiro propone hacer miles de preguntas a esa idea para buscar las respuestas y con todas esas respuestas ya se puede construir una historia. 

Nos confesó que La ladrona de huesos surge de una experiencia personal. Contó que cuando él estudiaba en Santiago, solía usar la catedral de Santiago de Compostela como atajo, en los días de lluvia. «A primera hora de la mañana, la catedral estaba totalmente vacía. No estaban ni las beatas». En aquellas horas de soledad, dentro de aquel edificio imponente, al autor se le pasaba por la cabeza la idea de robar algo. Bromeó diciendo que jamás se había llevado nada y que lo del Códice Calixtino llegó años después. Y ha sido ahora, después de la pandemia, y con el doble año Xacobeo, cuando al autor se le ocurre transformar en historia aquella idea que le venía a la cabeza cuando, a los veinte años, cruzaba la catedral de Santiago.

Y cruzar el templo es algo que ha vuelto a hacer pero para ello tuvo que pedir permiso al deán de la catedral«Me costó un café y un libro dedicado». Su intención era hacer una labor de inmersión porque «necesito recorrer de forma física, los escenarios por los que después van a transitar los personajes de la novela». Afirmó que pudo recorrer los espacios que no forman parte del itinerario turístico habitual, sino que se le permitió entrar y atravesar todas las salas, habitaciones y corredores que suelen estar cerrados al público. En esa visita, y estando la catedral en obras, tuvo acceso a una habitación que quedó al descubierto por casualidad y de la que nadie conocía su existencia. «Estaba vacía. Nadie sabía cuándo se había construido ni por qué, pero tampoco se sabía quién había ordenado tapiarla, cuándo ni por qué». Aquel hallazgo le pareció tan mágico que decidió incorporarlo a la trama de la novela. 

Sobre La ladrona de huesos se ha dicho que es una historia de espías rusos, en los que el lector se encuentra con los restos del apóstol, con las etapas del Camino de Santiago, con hermosos paisajes gallegos. Pero también es una historia de chantajes, de mentiras, de atracos, de descubrimiento, de amor y desamor. «Y también hay un robo. En realidad, es una historia de empoderamiento femenino». Laura, la protagonista, es una mujer que lleva toda su vida haciendo cosas por y para los demás hasta que llega un momento en el que decide tomar las riendas de su vida.

El inicio de la novela

«Esta es una historia que me apetecía mucho escribir y descubrir». En sus propias palabras hizo una sinopsis de la obra, explicando a los presentes que La ladrona de huesos comienza una fría  noche de mayo, en Pedrafita do Cebreiro, un pueblo en lo alto de las montañas, donde el Camino francés entra en Galicia. La protagonista, Laura está cenando en un restaurante con su pareja Carlos. En un momento dado, Laura se levanta de la mesa y cuando regresa, descubre que Carlos ha desaparecido. Y no solo eso, sino que los camareros aseguran que ella ha estado cenando sola. Laura cree estar volviéndose loca hasta que una diminuta pista le hace sospechar que los demás le están mintiendo. Esas sospechas se convierten en una certeza cuando recibe una llamada de teléfono. Una voz de hombre le dice que si quiere volver a ver a Carlos con vida tiene que entrar en la catedral de Santiago, bajar a la cripta que se encuentra bajo el altar mayor, y robar los huesos del apóstol, sin que nadie la detenga. Para ello tendrá solo siete días. «Creo que este era el inicio perfecto para construir una historia con un personaje femenino chantajeado».

Los escenarios

En esta novela, el lector viajará por diversos escenarios. Quiso saber Cristóbal Cervantes si las localizaciones de la novela son simplemente eso, o podrían tener la categoría de personajes. Manel Loureiro respondió que los escenarios son importantísimos. «No es lo mismo contar lo que ocurre en una soleada playa tropical bajo las palmeras que se mecen con el tiempo que en un estrecho valle gallego donde está lloviendo, la niebla repta entre los árboles como si te quisiera agarrar, el viento sopla, la humedad se cuela en tus huesos y te das cuenta de que, al caer la noche, puede haber algo observándote entre los árboles»". Con este ejemplo vino a decir que los escenarios son personajes silenciosos que van a permitir que los demás, los personajes de carne y hueso, se comporten de una manera determinada o de otra«También conseguirán que el lector tenga una receptividad distinta». Es importante jugar con los escenarios, algo que hacen todos los escritores, para manipular las emociones de los personajes.

Vivir de la literatura

Lo dijo en su momento, la clave del éxito literario está en tener algo de talento, una considerable dosis de suerte y una enorme dosis de trabajo. Si no tienes los tres ingredientes nunca va a funcionar. «Soy una persona muy afortunada y sabiendo que se tiene una pequeña dosis de talento, lo único que puedes hacer es trabajar, trabajar, y trabajar. No vale de nada que tengas muchísima suerte y mucho talento si no lo trabajas». La mezcla es necesaria. Asegura que poder vivir de la literatura es una maravilla, «pero también es una pasión puñetera que te acompaña todo el día». Aun así asegura que es muy divertido. 

Preguntas

Llegó el turno de preguntas. Algunos asistentes quisieron saber algo más sobre esa tendencia del autor a introducir elementos fantásticos en sus novelas y otros se interesaron por saber si cabía la posibilidad de una segunda parte de Fulgor. El cierre lo puso la pregunta que Julia Varela, compañera en las noches de radio de Manel Loureiro, le hizo vía whatsapp. Para satisfacer la curiosidad de los asistente, Varela animó a Loureiro a contar esas pequeñas manías que tiene como escritor. Entre diversos rituales, el autor confesó que sufre un toc, uno que le impide acabar una jornada laboral de cualquier manera y con cualquier palabra. «La última palabra que escribo cada día tiene que acabar en a y si no encuentro ninguna, sigo escribiendo hasta conseguirlo». Y por eso, la última palabra de La ladrona de huesos es cerradura.

Tras el turno de preguntas llegó la firma de ejemplares que dio por concluida la presentación, un acto que transcurrió entre bromas y risas, y en el que se veía muy cómodo a Manel Loureiro.




Si deseas conocer cómo transcurrió la presentación, dale al play. Os pido disculpas por la calidad de la imagen. Sobre la mesa en la que se sientan los invitados recae una iluminación muy escasa que además se ve agravada por el contraste de la pantalla que figura detrás del autor y el presentador. Por eso se ve la imagen tan oscura. Mil disculpas.

Al margen, y como siempre, os dejo la sinopsis y los datos técnicos de la novela.


Sinopsis: La prepararon para ser la agente perfecta, pero el destino la traicionó con un giro mortal.

Manel Loureiro nos atrapa en este apasionante thriller de robos imposibles, reliquias y misterios en el Camino de Santiago.

Tras ser víctima de un salvaje atentado, Laura pierde completamente la memoria. Solo el cariño de Carlos, el hombre del que se ha enamorado, le ayuda a percibir destellos de su misterioso pasado. Pero ¿quién es Laura? ¿Qué le sucedió? Durante una cena romántica, Carlos desaparece de forma inexplicable y sin dejar rastro. Una llamada al móvil de la joven le anuncia que, si quiere volver a ver con vida a su pareja, tendrá que aceptar un peligroso reto de insospechadas consecuencias: robar las reliquias del Apóstol en la catedral de Santiago.  

Sin dudar un segundo, Laura se embarca en una misión imposible para cualquiera. Pero ella no es cualquiera.

Una impactante novela, de ritmo frenético y sorprendentes revelaciones, en la que Manel Loureiro conquista al lector y lo atrapa irremediablemente.



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