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UNA DECISIÓN INEVITABLE de María Montesinos

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Editorial: Ediciones B
Fecha publicación: enero, 2022
Precio: 20,90 €
Género: narrativa
Nº Páginas: 544
Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta
ISBN: 9788466670777
[Disponible en eBook y Audiolibro;
puedes empezar a leer aquí]

Autora

María Montesinos es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y ha trabajado tanto en medios como en comunicación social. Sus novelas Un destino propio y Una pasión escrita has sido aclamadas por la crítica y los lectores, y se han convertido en best sellers. Con Una decisión inevitable la autora cierra su trilogía sobre las primeras mujeres que lucharon por ejercer su profesión a finales del siglo XIX.

Sinopsis

UNA MUJER DISPUESTA A VOLVER A EMPEZAR

Han pasado tres años desde que Victoria viajó a Inglaterra para casarse con el aristócrata que su padre había elegido para ella. Convertida ahora en una joven viuda, su único deseo es regresar a Madrid para reencontrarse con los círculos literarios y periodísticos que frecuentaba antes de su infeliz matrimonio. Sin embargo, antes deberá pasar algunas semanas en la explotación minera de Riotinto, en Huelva, para solventar unos asuntos de su familia británica.

UN PASADO IMPOSIBLE DE OLVIDAR

Victoria se establece temporalmente en la colonia de los propietarios de las minas, donde la lujosa vida de la comunidad inglesa contrasta con las miserables condiciones de los trabajadores. Será ahí donde el destino le depare dos sorpresas: el inesperado acercamiento de su cuñado Philip, un apuesto médico marcado por su vocación de ayudar a quienes le rodean, y la reaparición de Diego, el periodista con quien Victoria vivió una historia de amor imposible antes de casarse y que llega a Riotinto, enviado por su periódico, para informar sobre la incipiente revuelta de los mineros.

DOS AMORES Y UNA DECISIÓN

Tras el éxito de Un destino propio y Una pasión escrita, María Montesinos pone el broche a una trilogía que ya ha conquistado a más de ochenta mil lectores. Trasladándonos a un lugar y un momento histórico fascinantes, esta novela nos presenta a una protagonista que se debate entre dos amores y dos formas de ver un mundo lleno de injusticias. Pero cuando es el amor quien elige por ti, hay decisiones que son inevitables.

[Información tomada directamente del ejemplar]


Hoy vengo a hablaros de una novela que me gustó muchísimo cuando la leí. Fue en el pasado mes de noviembre, si no recuerdo mal, y desde entonces he tenido mis notas a resguardo, a la espera de sentarme a hablaros de esta historia en la que vamos a encontrar a mujeres que, a pesar de la época en la que les ha tocó vivir, no se resignaron a cumplir únicamente con lo que se esperaba de ellas. Os cuento.

Una decisión inevitable forma parte de una trilogía que María Montesinos dedica a la memoria de las mujeres. Son tres los títulos con los que la autora madrileña quiere rendir homenaje a todas esas mujeres del siglo XIX que no se dejaron arrastrar por los convencionalismos sociales, sino que lucharon por cumplir sus sueños y batallaron por aspirar a ser algo más que solamente esposas y madres. En las novelas de Montesinos conoceremos a mujeres que quisieron ampliar sus horizontes y salir de las paredes de su casa, para aportar al avance del mundo su propio grano de arena. 

Componen esta trilogía los siguientes dos títulos previos:

Un destino propio, donde se aborda el tema de la educación.

*Una pasión escrita, donde se aborda el tema de la literatura y el periodismo.

En realidad no es una trilogía al uso porque se pueden leer de forma independiente (esta vez, sí), aunque debo decir que en Una decisión inevitable hay personajes que ya aparecieron en la novela previa, pero es como si los conociéramos por primera vez.

Entro en detalles. 

La acción se inicia en noviembre de 1887. Victoria Velarde navega rumbo a las costas españolas en el Seawinds. Atrás deja Inglaterra, el país en el que ha estado viviendo desde que se casó con James Langford. A la protagonista de esta historia ya no la ata nada a la tierra de la reina Victoria, pues James ha fallecido. No será lo único que ha perdido. Su situación personal ha cambiado drásticamente y ella decide regresar a Madrid, a su casa, a su familia. Pero en el viaje la acompaña Clarissa, su suegra, la duquesa madre de Langford, que quiere pasar una temporada en Huelva, más concretamente en Riotinto, donde su hijo Phillip ejerce como médico en la colonia británica establecida allí. La intención de Clarissa es convencer a su hijo para que regrese a Inglaterra, y asumir las responsabilidades del ducado de Langford. Así que, Victoria acompañará a Clarissa hasta Huelva, y de allí partirá a Madrid.

Pero la idea de regresar a Madrid en cuanto pisa España se retrasa. Victoria pasará una temporada en Riotinto, donde seguirá sintiendo el desprecio de las damas británicas, por el hecho de ser mujer española y viuda de un hijo de la madre patria, y descubrirá la dureza de un mundo, el trabajo en la mina. El proceso de extracción del mineral acarrea importantes enfermedades para la población minera,  pues generaba tal cantidad de humo que imposibilitaba la respiración, algo que por supuesto no afectaba a los británicos, porque ellos residían en una zona donde la niebla de humos sulfurosos no llegaba. Sin embargo, la población oriunda de la comarca, al margen de vivir en condiciones deleznables, soportará también el veneno que flota en el aire e incluso en el agua.


«...los humos se adueñaban de las calles del pueblo de Riotinto, cegaba los caminos, desorientaba a los perros y tiznaba las ropas tendidas, los cristales de las ventanas, la escasa vegetación que había. Apenas se podía respirar ni se veía a más de dos palmos de la nariz, así que no había más remedio que suspender el trabajo en el tajo y decirle a la gente que trancaran las puertas y se encerraran en sus casas hasta que cambiara el tiempo». [pág. 108]


Como dije antes, hay personajes que ya aparecieron en la novela previa. Victoria, la protagonista, será uno de ellos. En la anterior trama, la habíamos visto ejerciendo de periodista, actividad de la que no se ha desvinculado completamente al contraer matrimonio con James y trasladarse a Londres. Y es ahora, al ver la injusta situación que se vive en Riotinto, cuando quiere dar a conocer al mundo, a España, el trato que reciben los trabajadores españoles por parte de los empresarios británicos, y la reacción de estos que, cansados de soportar condiciones de insalubridad, deciden rebelarse y luchar por sus derechos, y una mejora en la calidad de vida. Pero que una mujer se haga eco de las revueltas que se producen en Riotinto, dando voz a los trabajadores y señalando con el dedo a los británicos, no estará bien visto en el círculo en el que ella se mueve, así que, actuará amparada bajo el anonimato, escribiendo artículos en los que denuncia la situación, textos que enviará a algunos periódicos madrileños.

La situación de desorden y caos que se vive en esa zona minera atraerá a otros periodistas españoles, que también quieren hacerse eco de la noticia. Cada uno de los rotativos enviará a su corresponsal, y entre los plumillas que se trasladan a Riotinto aparecerá un viejo conocido de Victoria. 

Así que la trama de novela se articulará en varias líneas: la revuelta de los mineros, el reencuentro de Victoria con ese periodista y un par de tramas más, algo más secundarias o colaterales,  que convierten a Una decisión inevitable en una novela extraordinaria e interesante, un fabuloso retrato de la sociedad de la época, donde habrá historia, amor y aventuras, hasta un desenlace que culmina en 1891 y lo que podría ser, a mi juicio, el punto de partida de otra novela.

Los personajes

Victoria Velarde

Es una joven de veintisiete años. Se podría pensar que está en la flor de la vida pero se siente cansada y envejecida. Hasta ahora, piensa que solo ha tenido una vida llena de decepciones y amarguras. A ello se une que es viuda.


«Ya no era la joven segura de sí misma que se las ingeniaba para hacer siempre su voluntad. Era una viuda. Una viuda en la flor de la vida, una viuda estéril. Una mujer a medias, dañada, irreversible». [pág. 13]


Su marido James Langford falleció en un accidente de coche cuando venía de un lugar que no os voy a desvelar, pero vaya tela con el duque de Langford, aunque tampoco es de extrañar en aquellos tiempos. Lo suyo fue un matrimonio concertado, uno de esos acuerdos propios de la época para colocar a las hijas al amparo de maridos con buena posición. Aunque estaba enamorada de otro hombre, ella acató la decisión de su padre, a pesar de que se trataba una de las decisiones más importantes de su vida. Eso sí, había una condición. Victoria se casaría con quien su padre eligiera para ella, siempre y cuando, la dejara estudiar en la Asociación para la Enseñanza de la Mujer en Madrid, institución fundada en 1870, en la que las mujeres de clase media tenían la oportunidad de formarse académicamente.

Tras casarse con James, su llegada a Inglaterra no fue precisamente cálida. Victoria venía de un mundo totalmente distinto y se metió en la boca del lobo, en las fauces de una sociedad estirada y con severas normas. La joven se sintió fuera de lugar.


«Desde el principio notó la frialdad y el desdén con que la acogieron en los ambientes más respetables de la nobleza; era la extranjera, la intrusa, la "española", oía silabear con deje despectivo a ciertas damas, indignadas por el hecho de que los duques de Langford la hubieran elegido a ella antes que a sus hijas, educadas en los elevados preceptos morales victorianos». [pág. 15]


Clarissa, duquesa de Langford

Una mujer que ya no es la que fue. Vapuleada por las desdichas, Clarissa ha perdido a su marido y a su hijo James en solo un par de años. Sabiendo que su nuera no está dispuesta a continuar en Inglaterra, opta por viajar a Huelva, para rescatar a su otro hijo. Es un personaje que tendrá importancia, más al inicio de la novela.

Phillip

Hijo pequeño de Clarissa, y actual duque de Langford, tras la muerte de su hermano James. Es un médico de profesión y trabaja para la compañía británica. Es un hombre «de carácter afable y tolerante, poco dado a los conflictos». Hay rumores que lo relacionan con una mujer, pero no os doy más datos.

Diego Lebrija

Es un plumilla madrileño de familia humilde. Trabaja para El Liberal y su madre regenta una imprenta pequeña, junto a su hermano Santiago, en el barrio de Lavapiés, así que, desde pequeño ha estado rodeado del olor a tinta y papel. En su tiempo libre se reúne con otros periodistas en el Café La Iberia, donde se organizaban tertulias periodísticas. Diego ha tenido algunas relaciones amorosas pero ninguna termina de cuajar. Algo le ha pasado que lo ha convertido en un «majadero insensible que renegaba del amor y de cualquier sentimiento remotamente parecido».


«Le quedaba poco para llegar a los treinta años, la edad en que los hombres de provechos buscaban una buena esposa, y sin embargo, él había hecho el camino inverso por culpa del desamor: huía de las mujeres complicadas, de las promesas fútiles, de las relaciones que le exigieran más de lo que estaba dispuesto a ofrecer, sin ataduras, sin compromisos». [pág. 84]

 

Diego no quiere compromiso con las mujeres pero sí es un hombre comprometido con su profesión. Aunque siempre se ha jactado de ser un hombre íntegro, tiene un episodio oscuro en su pasado. 

Temas

Entre los diversos temas que se tratan en esta novela, el papel de la mujer tendrá un lugar predominante. A través de Una decisión inevitable conoceremos cómo era la vida de la mujer a finales del siglo XIX. Lo habitual es que las mujeres de niveles sociales más bajos trabajaran o cuidaran de la prole, mientras que las de clase acomodada se casaban con hombres de buena posición, tenían hijos que eran cuidados por otras mujeres, y ellas se dedicaban a otros menesteres mucho más gratificantes. En fin, la estampa que todos conocemos. No obstante, había mujeres a las que no les hacía gracia tener una vida tan disoluta. Para ellas, lo de casarse, tener hijos y dedicarse a la vida contemplativa no iba con ellas. Eran mujeres que aspiraban a algo más, a tener una formación, a dedicarse a una labor profesional, a aportar su grano de arena. Ese será el caso de Victoria Velarde, una mujer con anhelos, con deseos de estudiar y ejercer alguna profesión que, por regla general, estaba reservada para la esfera masculina. Todo esto lo veremos también en Rocío Alonso, una enfermera que perfectamente podría ejercer como médico pero, ¿dónde se ha visto que una mujer se aparte del rol de cuidadora y ostente otro papel de mayor prestigio? Eran mujeres que, para conseguir lo que se proponían, tenían que hacer acopio de grandes dosis de resignación y realizar importantes sacrificios.

Las minas de Riotinto explotadas por la empresa británica Compañía de Rio Tinto será otra de las cuestiones en las que se profundice. La novela nos permite conocer la historia de estas minas que, hasta la llegada de los ingleses, no había sido más que un negocio ruinoso.


«Nadie lo hubiera creído unos años antes, cuando el recién estrenado gobierno que surgió tras la proclamación de la república en España no vio otra forma de evitar la bancarrota de las arcas del Estado que vender al consorcio liderado por Hugh Matheson los derechos de la explotación de las minas, además de la propiedad del suelo y del subsuelo, por un precio de noventa y dos millones de pesetas». [pág. 30]


Una decisión inevitable permite al lector asomarse la provincia de Huelva para descubrir un pedazo de este país en el que todavía no había canalizaciones de agua potables, ni las calles estaban adoquinadas, ni había carreteras transitables ni alumbrado público, aunque esto sí se solventa gracias a la intermediación británica. La novela nos permite también asomarnos a la vida de aquellos hombres españoles que trabajaban para los ingleses. Las condiciones laborales eran durísimas. Incluso, para los propios británicos era un calvario vivir en aquellas latitudes.


«El clima, la presión, la dureza y la exigencia del trabajo provocaban que una gran parte de los británicos no aguantaran más de un año allí». [pág. 31]


Montesinos nos explica de manera sencilla y accesible cómo era el proceso de extracción del mineral, las enfermedades que sufrían los mineros o  los diversos efectos secundarios que provocaba respirar un aire contaminado. Te puede parecer un tema que se aleja de tus intereses, sin embargo, todo lo que rodea al mundo minero está cargado de tensión e intriga. La autora describirá las asambleas, cómo se fundó la Liga Antihumo, con veinte municipios de la comarca del Andévalo adheridos, las revueltas que se produjeron, los días de huelga, la manifestación que tuvo lugar y el número de personas que murieron por defender sus derechos. Todo esto es real. Ocurrió como María Montesinos nos relata y a mí me ha parecido interesantísimo. 

En la otra parte estarían los ingleses. Las familias de los británicos desplazados hasta Riotinto vivían la mar de bien, en lo que se conoció como la colonia Bella VistaEra una zona alejada de las casas de los trabajadores porque a los ingleses no les gustaba mezclarse, no ya con los humildes trabajadores sino con los españoles en general. De hecho, si algún británico sucumbía ante la belleza de alguna española, la relación era mal vista dentro de la colonia. El veto lo ejercían principalmente las damas británicas que miraban por encima del hombro a las esposas españolas, de tal modo que a estas les prohibían el acceso a las distintas instalaciones de la compañía, únicamente reservadas a las damas más distinguidas de la sociedad británica para sus reuniones de té, sus bailes y alguna labor caritativa con la que acallar conciencias. De todos modos, tenían que apechugar lo suyo cuando nacía algún «inglesito», es decir, algún hijo bastardo, con los que sus maridos poblaban la zona.

Es muy interesante todo lo que Montesinos nos cuenta sobre las minas. A lo dicho, añado esos pasajes en los que la autora nos explica qué jornal recibían los trabajadores, cómo tenían acceso a los servicios médicos o cómo era el trabajo de las mujeres, de las barcaleadoras, que también arrimaban el hombro, ayudando a la extracción del mineral. Y si interesante es ver a estos ingleses en Riotinto también lo es viajar a Londres y asomarse al retrato que la autora hace de la sociedad británicacon esa arrogancia que caracterizaba a las familias más distinguidas, reflejo de la seguridad que les proporcionaba la expansión del imperio británico y sentirse como los dueños del mundo.


«La misma arrogancia con la que peroraban en los salones, en los diarios nacionales o en las sesiones del Parlamento sobre las virtudes superiores del imperio colonial, político y comercial del Reino Unido que extendía sus dominios por gran parte de África, el sur de Asia, Oceanía e, incluso, buena parte de América del Norte». [pág. 15]


Pasaremos de puntillas por ese Londres, para ver la vida en esos salones, las relaciones entre hombres y mujeres, cómo se esmeraban en guardar las apariencias, el temor que sentían al qué dirán, o las conversaciones insustanciales que mantenían las damas, y que tanto aburren a Victoria.

Por ir comentando alguna cuestión más, a través de esta novela veremos cómo se vivía la viudedad y el duelo. Hoy nos parecerá mentira pero, si alguien fallecía en la familia, había una serie de rituales a seguir. Un rosario de costumbres se instauraba en las casas.  Algunos usos son conocidos en nuestros días pero otros me han parecido realmente llamativos. Por ejemplo, detener las agujas de los relojes de la casa en la hora del fallecimiento del familiar. 

Por otra parte, es muy curioso ver qué limitaciones tenía una dama, en función de su estado civil. Entre ser soltera, casada y viuda, ¿quién creéis que tenía más libertad de movimiento? Ahí lo dejo. 

Y, por supuesto, teniendo en cuenta que Victoria ejerce de periodista, la profesión tendrá gran repercusión en la trama de la novela. Había de todo, como en botica. Por un lado, periódicos que estaban al servicio de la Compañía Rio Tinto. Y no hablo de rotativos británicos, sino de algunos españoles que, por los intereses que fueran, justificaban las decisiones de la empresa. 


«...un ejemplar del onubense La Provincia que replicaba en su noticia de primera plana los mismos argumentos de la Compañía Rio Tinto para justificar las calcinaciones. Por eso Gálvez lo llamaba "la voz de la compañía", y con razón». [pág. 286]


Estructura y estilo

Una decisión inevitable tiene 543 páginas. Comento este detalle insustancial porque sé que hay lectores a los que les echa un poco para atrás las novelas muy voluminosas. Yo misma, por ejemplo, y no por temor a enfrentarme a una historia larga sino porque, como tengo la manía de acabar lo que empiezo, si la historia no me atrapa desde el principio me veo obligada a seguir enredada con una trama que no me aporta nada. Manías de lectora. Pero esta novela, como digo, será voluminosa pero se lee con suma agilidad.

La prosa de María Montesinos acuna.La narración no se detiene en detalles nimios ni se enreda en datos que perfectamente se podrían suprimir, sino que va al grano. Con descripciones precisas y concretas, la autora dibuja para nosotros una composición de lugar (la vida en Londres, la vida en Riotinto) y nos cuenta hechos históricos de tal manera que genera intriga y suspense. 

Por otra parte, los personajes están sumamente bien construidos. Cada uno de ellos tendrá su propia personalidad y, en función del papel que le toca, sus intereses, pensamientos y reacciones quedan debidamente justificadas. Además, Montesinos consigue que nos deslicemos por diálogos creíbles. Algunos, según el momento y los interlocutores, resultan dulces y suaves. Da gusto leerlos.


En definitiva, Una decisión inevitable es una novela muy completa que retrata una época, girando alrededor del mundo minero. Insisto en que puede resultarte un tema escaso de interés pero la autora atrapa al lector al retratar unas vidas trágicas, un trabajo peligroso y una lucha que tuvo su repercusión en Madrid, y de la que dieron cuenta los periódicos. A mí me ha gustado muchísimo leer esta novela. Tanto que, nada más acabarla, y teniendo ya en casa el segundo volumen, me compré el primero, Un destino propio, que aún tengo pendiente de lectura.

Para completar esta reseña, dejo aquí la entrevista que le hice a María Montesinos con motivo de la publicación de la segunda entrega. 

[Fuente: Imagen de la cubierta tomada de la web de la editorial]

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