Autor
Ana María García Estrada, nació en 1975; de ascendencia leonesa y gran amor por sus raíces, ha vivido siempre en la ciudad de Burgos, donde cursó sus estudios como enfermera. Compaginando su profesión con la familia, ha tomado contacto también con el mundo de la Docencia, la Antropología y la Psicología. La grata experiencia con el Diario de Burgos aportando sus artículos de Educación Sanitaria en la sección "Una Mirada a la Salud", despertó en ella una latente inquietud por la escritura. Marcada por su gran pasión por viajar, por conocer gente y por sus propias experiencias en la profesión enfermera, decide dar forma a un antiguo proyecto y se lanza a escribir su primera novela, con iguales dosis de humildad e ilusión. Su particular estilo descriptivo unido a la delicada prosa poética, hacen de su lectura una experiencia fresca aunque profunda al mismo tiempo.
Sinopsis
«El Café del Búho» es ese lugar especial con el que se puede contar donde, en ocasiones, nos encontramos con nosotros mismos en el reflejo de quienes nos rodean. Por él discurren historias de amor y vacío, de abandono y reencuentro, de muerte y de vida, de culpa y redención. Historias que son nuestras, de cada uno, de cualquiera. Un relato de segundas oportunidades y de puertas abiertas en un mundo que se empeña cada día más en cerrarlas.
Enfrentarse a este libro es descubrir una cubierta (tapa blanda con solapas) que invita a la melancolía porque recuerda a las tardes otoñales en las que la lluvia crea un clima confortable dentro del hogar y que conjuga a la perfección con una taza de café humeante. Ese confort del que hablo es el que, en cierta medida, encontramos a través de las páginas de este libro.
Ya en el primer capítulo la historia se presenta dulce y tierna. Los jóvenes Sara y Daniel se conocen en un café de cuyo techo cuelga un móvil compuesto por figuras de búhos que tintinean al abrirse la puerta. Ella se muestra ruda y desagradable. Él, amable y simpático. Los polos opuestos se atraen.
Este encuentro fortuito se convertirá en una amistad sencilla y a la par especial, en la que la compañía de uno y otro supondrá una balsa en un inmenso océano para ellos. Durante el tiempo que dura un café serán más auténticos que nunca pero sin ahondar demasiado en sus vidas. El pasado, la familia, las parcelas íntimas y personales son zonas restringidas por temor a que la magia se rompa.
Cuando parece que la trama va a circular alrededor de estos personajes el capítulo segundo nos lleva por otros derroteros retrocediendo en el tiempo, bastantes años atrás. Nuevos personajes dan paso a la presentación oficial de El café del buho, un local polivante regentado por un matrimonio, Teo y Adela, a quienes echará una mano Mariana Civeira, la hija de Eli y Cristina, antiguos amigos de la pareja. El establecimiento deberá su nombre a los intempestivos horarios de apertura y cierre.
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