Sobre Frida Kahlo, la pintora mexicana cuya fama ha traspasado océanos, países y siglos, se ha escrito mucho. Su historia, su amor, su pintura ha sido llevada a la literatura, al cine, al teatro,... Incluso ha inspirado la obra de otros artistas porque ella se ha convertido en una figura icónica de la que nunca se deja de hablar. Y Frida Kahlo estará muy presente en la última novela de la escritora argentina Florencia Etcheves. La cocinera de Frida es la quinta novela de esta autora de género negro, que sale a la venta mañana mismo, editada por la editorial Planeta. Estamos ante «una poderosa historia que tiene como corazón la figura de la artista mexicana más famosa de todos los tiempos: Frida Kahlo.
La autora nos adentra en el icónico mundo de la pintora, su lado más humano y su intensa relación con el muralista Diego Rivera al mismo tiempo que traza un apasionante relato de intrigas, amores y envidias con dosis de novela criminal e histórica y unos personajes inolvidables».
Sin embargo, es justo decir que Florence no ha querido centrar su historia única y principalmente en la figura de la pintora. El título de esta novela nos habla de una cocinera y será ella, Nayeli Cruz, la que ostente el protagonismo principal de una novela llena de belleza, magia, amistad, pero también de dolor, intriga y secretos familiares. Una novela que nos ofrece elementos de interés para cualquier tipo de lector.
La cocinera de Frida se articula en dos tiempos. En el pasado, Nayeli es una joven tehuana que escapa del domicilio familiar y, tras toda una aventura, acabará recalando frente a Casa Azul, el hogar de Frida Kahlo. Por motivos que no voy a desvelar, la pintora acogerá a esta joven, que se convertirá en su cocinera, pero también en testigo directo de la vida de Friday de su relación con Diego Rivera.
Por otra parte, un segundo hilo temporal, ubicado en 2018, nos permitirá conocer a Paloma, la nieta de Nayeli. Ella recibirá en herencia un cuadro que adentrará al lector en el mundo del tráfico de arte. Será en este hilo temporal donde Paloma descubra quién fue realmente su abuela, y cómo fue su vida.
Como dije antes, La cocinera de Frida contiene elementos de la novela negra que Florence aúna perfectamente con dosis de otros géneros.
Para conocer un poco más a la autora y a su nueva novela, os dejo estas preguntas y estas respuestas.
Marisa G.- Florencia, para iniciar esta entrevista, quisiera preguntarte por la relación que une a tus novelas con el cine. Dos de tus libros han sido adaptados a la gran pantalla. En 2018, se estrena Perdida, basada en tu novela titulada Cornelia. Mientras que 2020, La virgen de tus ojos se llevó al cine bajo el título La corazonada. Como madre de estas historias, ¿cómo te sientes al verlas en el cine?
Florencia E.- Es realmente un proceso fascinante ver a personajes que anidaban sólo en tu imaginación convertirse en hombres y mujeres de carne y hueso. Además, me gusta la interacción que se genera entre el libro y la imagen. Se pone en juego la imaginación de los lectores y los debates alrededor de eso me resultan interesantísimos.
M.G.- Tú siempre has escrito novela policíaca, novela negra. Ahora tenemos la oportunidad de leer La cocinera de Frida en España y claro, el lector se pregunta si estamos también ante una novela negra y, en tal caso, cómo encaja el personaje de la gran pintora mexicana en ese género. ¿Qué tipo de novela es La cocinera de Frida?
F.E.- Si tengo que definir a La cocinera de Frida diría que el culebrón mexicano meets el policial argento. Al estar contada en dos tiempos me permitió jugar con ambos géneros y que sea la cocinera Nayeli Cruz la encargada de unir los tiempos y los países que son México y Argentina.
M.G.- Tengo entendido que La cocinera de Frida es una novela de encargo. Es decir, es la editorial la que te propone escribir una novela en la que aparezca Frida Kahlo como personaje. Este tipo de propuestas debe condicionar mucho la labor del escritor. ¿Cómo encaras el proyecto? ¿Te encontraste muchas dificultades?
F.E.- La verdad es que no me condicionó en absoluto, me resultó un desafío interesante. Pude usar mis herramientas de periodista de investigación para buscar la información real, que abunda en la novela, y mis herramientas de novelista para la parte de ficción. El proyecto lo arranqué instalada en México investigando el universo de Frida y la terminé en pleno confinamiento en Buenos Aires.
M.G.- La cocinera de Frida es una novela que cuenta con dos hilos narrativos y se desarrolla en dos líneas temporales, mezclando pasado y presente. En cuanto al pasado, la historia se extiende entre 1939 y 1956, y tiene lugar en México. En esta parte del relato conoceremos a Nayeli, un joven tehuana, que huye de su casa, ayudada por su hermana. ¿Qué nos puedes contar sobre este personaje? ¿Qué significa ser tehuana? ¿Y por qué huye de su casa?
F.E.- Nayeli es el artificio de mi imaginación creado para poder tensar los hilos de la ficción dentro de la historia real de Frida y Diego. Necesitaba un personaje que me permitiera jugar dentro de los márgenes de la realidad para que la novela no se convirtiera en una biografía.
Nayeli es una tehuana que huye de su pueblo para evitar un casamiento arreglado. En esa huida cargada de aventuras termina en la Casa Azul de Frida que la recibe sin saber nada de ella. Elegí a una niña Tehuana porque Frida adoraba a las mujeres de Tehuantepec y Oaxaca, incluso se vestía con sus trajes típicos. Y esa condición de Nayeli es lo que a Frida la atrae.
M.G.- En esa huida, Nayeli llegará frente a la Casa Azul en la que reside Frida Kahlo. ¿Cómo llega ella a convertirse en la cocinera de la pintora? ¿Y cómo es la relación que se forja entre ellas?
F.E.- Se convierte en su cocinera casi de casualidad. En ese momento la habilidad de Nayeli para la cocina es lo único que tiene como moneda de cambio para ofrecerle a Frida. Con el correr de la historia nos daremos cuenta de que tiene mucho más para ofrecerle. La relación que se forja entre ellas es una mezcla de amistad, fraternidad y maternidad.
M.G.- En realidad, Nayeli conoce a Frida cuando la historia está muy avanzada. Si no me equivoco, el primer encuentro lo tienen más allá de la página cien. Es como si hubieras querido que el lector conociera más en profundidad a la joven tehuana antes de que aparezca en escena la pintora mexicana, cuya fama llega hasta nuestros días.
F.E.- Exacto, fue una estrategia que tuve que usar para que el personaje enorme que es Frida no terminara opacando a la niña. Además la protagonista, como lo indica el título, es Nayeli la cocinera. Quise que sus aventuras fueran el centro de interés del lector y que Frida fuera una circunstancia en la vida de Nayeli y no al revés.
M.G.- Nayeli es un personaje al que iremos viendo evolucionar a lo largo de la novela. ¿En qué se traduce esta evolución? ¿Cómo crecerá el personaje?
F.E.- Nayeli va creciendo en Casa Azul y evoluciona de niña a mujer. Como personaje ella está en toda la novela, todo gira en torno a ella, incluso después de muerta. Es la protagonista absoluta.
M.G.- ¿Qué tenía Frida para que siga tan presente en nuestros días? A mí me resulta muy curioso ver, por ejemplo, a chicas jóvenes que portan tote bags o visten camisetas con su imagen. Imagino que ella nunca fue consciente de lo mucho que transcendería su historia.
F.E.- Yo creo que es una figura inoxidable porque, en mi opinión, Frida fue una mujer del futuro. Sus acciones, conductas, forma de vida y pensamientos son tremendamente actuales. Su forma de vivir el amor, el odio y su sexualidad podría ser el de cualquier muchacha de hoy en día. Eso la hace cercana.
M.G.- Nayeli es un personaje de ficción pero será muy importante en esta historia porque va a ser testigo directo de la relación que tenía Frida con Diego Rivera. ¿Aquella relación es tal y como se cuenta o, por el contrario, nos ha llegado hasta un relato desvirtuado del amor que ambos artistas vivieron? Y, por otra parte, ¿cómo percibe Nayeli la relación entre ambos?
F.E.- En mi opinión la narrativa creada alrededor de Frida es muy injusta con ella. Se la menciona como una mujer que sólo pintaba y lloraba por Diego y la verdad es que no es así. No fue sólo una muchacha sufriente. Frida ha tenido otros amores medulares en su vida, que ha sostenido durante años en paralelo a su relación con Diego. Diego era un señor que mantenía relaciones con otras mujeres y Frida hacía lo mismo y ambos están al tanto. Muy similar a esto que hoy en día le llaman poliamor.
A Diego se lo coloca en un lugar de tóxico, machista y misógino y tampoco eso se ajusta a la realidad. Diego fue quién más impulsó la carrera artística de su mujer y quién estuvo a su lado en los peores momentos de su enfermedad.
¿Tenían una relación escandalosa de idas y vueltas? Claro que sí. Pero simplificarla a la fórmula buena/malo me resulta injusto con la historia de ambos.
M.G.- En cuanto al hilo temporal que se desarrolla en la actualidad, la acción se sitúa en la ciudad de Buenos Aires, entre 2018 y 2019. En esta parte de la historia surge un nuevo personaje. Paloma es la nieta de Nayeli. Ella protagonizará la parte de más suspense de la novela. Y todo estará relacionado con cuadro y con el tráfico de arte. ¿Qué nos puedes contar de esta parte del libro?
F.E.- No mucho para no spoilear, pero en la historia hay un cuadro maldito por el que mucha gente es capaz de morir y mucha otra capaz de matar. Ese cuadro es la herencia que recibe Paloma por parte de su abuela, pero ella no tiene idea del valor de lo que tiene entre manos, porque Nayeli jamás le contó a su nieta argentina que fue la cocinera de Frida.
M.G.- En literatura, aunque también en la vida real, las relaciones entre abuelos y nietos suelen ser mucho más profundas que las que los hijos tienen con los padres. Hay como un vínculo especial entre abuelos y nietos. ¿Ocurre también así entre Nayeli y Paloma? ¿Cambiará la visión que la nieta tiene sobre la abuela?
F.E.- Es una relación entrañable, pero Paloma descubre que su abuela le mintió toda la vida y cuándo lo descubre, Nayeli ya está muerta. Entonces Paloma va a tratar de sanar ese vínculo y entender los motivos de tanta mentira. La cuestión es que esas indagaciones van a poner en riesgo su propia vida.
M.G.- Florencia, dado que tú eres argentina y una parte de la novela se desarrolla en México, imagino que habrás tenido que hacer una profunda inmersión en la historia y la cultura mexicana. ¿Has tenido que estudiar mucho sobre sus costumbres, folclore, gastronomía,... de México? ¿O incluso sobre redes ferroviarias? Por no hablar de las vidas de Frida y Diego. ¿Cómo ha sido toda esa labor de documentación?
F.E.- Muchísimo, todo lo que se te ocurra. Y eso fue lo fascinante de este trabajo. No sólo tuve que contar una historia, también tuve que estudiar e investigar y como soy una persona tremendamente curiosa fue un placer enorme.
Florencia, gracias otra vez por responder a mis preguntas. Felicidades por una novela tan bonita como La cocinera de Frida, que tan buena acogida está teniendo entre los lectores y que ahora llega a España. Me despido hasta la próxima.
Sinopsis: Nayeli, una joven tehuana que ha huido de su hogar, llega a la ciudad de México desamparada. Gracias a sus maravillosos dotes en la cocina encuentra un lugar en la Casa Azul, donde Frida Kahlo vive prácticamente aislada desde el fatal accidente que la dejó paralítica.
Entre sabores, aromas y colores, la pintora y su nueva cocinera inician una amistad que marca profundamente el destino de ambas. Muchos años después en Buenos Aires, donde Nayeli se asentó e hizo una familia tras la muerte de Frida, la nieta de ésta descubre un secreto que puede cambiarle la vida: la existencia de un misterioso cuadro donde su abuela es la protagonista, pero cuyo autor se desconoce.
Florencia Etcheves ha conseguido recrear el lado más humano de Frida Kahlo, al mismo tiempo que traza una poderosa novela donde las intrigas, los amores y las envidias tejen una entrañable historia de amistad y lealtad entre dos mujeres unidas por el destino.
