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ISABEL ARIAS: ❝No hay vida plena sin amor y sin amistad❞

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Isabel Arias es una apasionada de los viajes y su pasión ya nos va a unir para siempre. A los viajes y a los libros dedica buena parte de su tiempo, a pesar de que tiene una profesión principal, muy distinta a la actividad que más felicidad le produce. Y fruto de esa pasión, un día nació la web Viajes de libros. Si entras en ese enlace vas a encontrar un montón de material interesante. Lo que más destaca es la cantidad de guías de viaje que pone a nuestra disposición. No son las típicas guías que podemos encontrar en una librería. Isabel pone a nuestro alcance información que se escapa de los libros turísticos. Además, también puedes encargarle una guía personalizada, en función de la duración del viaje y del presupuesto.

Pero no estamos aquí para hablar únicamente de viajes sino también de literatura. Y es que Isabel Arias ha cumplido un sueño, publicar su primera novela. Cuando volvamos a vernos también supone un viaje, tanto para Isabelle, su protagonista, como para el lector. Isabelle, tras perder a su marido y descubrir un doloroso secreto opta por reinventarse a sí misma y seguir adelante. Por eso, viajará a París. Allí encontrará un trabajo que le gusta, y se rodeará de amistad de la buena. El amor aparecerá también pero, si quieres conocer algo más de esta historia, te invito a que leas la novela. Mientras tanto, te dejo con la entrevista telefónica que le hice a esta autora debutante hace unos días.

© Nines Mínguez
Marisa G.- Un placer saludarte, Isabel. Te llamo para hablar un poquito de tu primera novela, de Cuando volvamos a vernos, que has publicado con Planeta. Pero antes de empezar hablar del libro, pues me gustaría preguntarte ¿quién es Isabel Arias? Sé que te defines como una amante de los viajes y de la literatura. Y alrededor de esa combinación, de esas dos pasiones, pues gira buena parte de tu vida, ¿no?


Isabel A.- Pues sí, la verdad es que sí. Yo he sido una gran lectora desde niña. Siempre me ha gustado leer, rodearme de libros y, por supuesto, viajar. Tuve la inmensa suerte de que mis padres me llevaron por todo el mundo desde muy pequeña. Y bueno, fruto de la combinación de ambas pasiones, surgió hace unos tres años, un proyecto que se llama Viajes de libro. Empecé a escribir guías de viaje, un poco distintas, un poco fuera de lo habitual, de todos los rincones del mundo. En las guías cuento curiosidades, hablo de los sitios más desconocidos de las ciudades o de las regiones del mundo. Desde niña soñé con escribir una novela y a esa novela he llevado la combinación de estas dos pasiones, los libros y los viajes.

M.G.- Pero realmente tu profesión está relacionada con el Derecho, con la abogacía. He estado mirando tu página web donde pones a nuestro alcance un montón de guías, muy completas. Además también podemos adquirir marcapáginas, tazas,... Estuve preguntándome en cómo te organizas porque no sé yo si el trabajo te deja mucho tiempo para viajar y escribir estas guías.

I.A.- A ver, esto es una dedicación de muchas, muchas horas de trabajo. Efectivamente, trabajo en algo distinto. Me dedico al Derecho y trabajo en la asesoría jurídica del Ministerio de Economía y trabajo a jornada completa. Pero bueno, aprovecho todas las horas que tengo libres, los fines de semana o los festivos. Además, duermo bastante poco porque no necesito dormir más. Me acuesto bastante tarde, madrugo, y rasco horas de cualquier lugar. 

También es verdad que estas guías las escribo por devoción y cuando uno hace lo que le gusta, no le cuesta tanto esfuerzo.

M.G.- Tienes razón. Bueno, centrándonos en el libro, Cuando volvamos a vernos, ya hemos comentado que es tu primera novela, pero ¿cuándo te planteas la idea de escribir esta historia?

I.A.- De niña soñaba con escribir mi propia novela algún día, con tenerla en las manos. Son sueños que uno tiene de niño, vas creciendo, y siguen ahí, no los abandonas. Pero la vida te va llevando por un camino y nunca encuentras el momento. Yo perdí a mi marido en marzo de 2020, recién confinados por la pandemia. Él siempre me había animado mucho a hacer ese sueño realidad. Cuando falleció, pensé que era el momento. Fueron unos meses muy complicados en los que esbocé un poco la idea pero no tenía la cabeza para concentrarme en escribir. Un par de años después, en el verano de 2022, me fui a Londres y, estando allí, sentí que tenía las piezas de la historia, que de repente encajaban, y me puse a escribir. No paré hasta que tecleé la palabra fin. 

M.G.- Isabel, ¿y qué le dirías a los lectores que entran en una librería y cogen t libro, con esta cubierta tan bonita y alegre? ¿Qué van a encontrar en tu novela?

I.A.-  Planeta ha reflejado muy bien el buen rollo que transmite la novela en la cubierta. Creo que refleja muy bien lo que el lector va a encontrar en el libro, la alegría, el optimismo y la ilusión por los nuevos comienzos. La protagonista parte de un suceso trágico en su vida pero de eso nacerán nuevas oportunidades, sabiendo que se puede volver a empezar de cero, en cualquier momento.

M.G.- Es una novela llena de luz y esperanza en la que el amor y la amistad serán los dos grandes temas, los dos grandes triunfadores de esta trama.

I.A.- Sí, totalmente. Creo que no hay vida plena sin amor y sin amistad. Los dos elementos son igual de importantes en cualquier vida. Los amigos son, como se dice tradicionalmente, la familia que uno elige, esa gente en la que nos apoyamos siempre, con la que podemos contar, a la que llamamos cuando queremos un consejo, cuando queremos contar algo que nos ha pasado. Pero no solo pasa con los amigos de toda la vida, sino también los que surgen en cualquier momento, por muy mayor que seas. Los amigos de la protagonista tendrán un papel muy importante. Y, por supuesto, el amor, también.

M.G.- La última línea de la sinopsis dice que el amor real nunca es perfecto pero, ¿no es eso lo que tendemos a buscar, Isabel? ¿A encontrar un amor sin pega, que encaje perfectamente con nosotros?

I.A.- Sí, siempre. Buscamos el amor perfecto, como también buscamos el trabajo perfecto y tantas otras cosas perfectas. Pero lo perfecto, lo realmente perfecto, no existe. Buscamos lo que sea más perfecto o lo menos imperfecto posible. Lo que buscamos es sentirnos felices pero eso no significa necesariamente que uno sea feliz las 24 horas, todos los días con una misma persona. Habrá momentos mejores y peores. En cuanto a las relaciones, como he querido transmitir en la novela, hay de todo tipo, como hay diferentes maneras de entender el amor. Ninguna relación es perfecta pero es casi perfecta para quien la vive y está feliz en ella. 

M.G.- Teniendo en cuenta la vida que llevamos hoy en día, que tenemos que hacer frente a un montón de preocupaciones laborales y personales, ¿crees que estamos necesitados de novelas como la tuya, en la que los protagonistas lo pasan mal como el resto de la humanidad, pero luego encuentran ese rayito de luz, ese final feliz?

I.A.- Sí, totalmente. Desde luego, yo sí estoy necesitada de este tipo de novelas. Creo que he escrito el tipo de novela que a mí me gusta leer. No veo películas para sufrir y tampoco leo libros para sufrir. Me gustan las historias que te dejan con buen sabor de boca, que te arrancan sonrisas, suspiros, alguna lagrimilla de vez en cuando, pero sobre todo que te llenan de ilusión y ves personajes reales, que lo pasan mejor o peor, pero consiguen sobreponerse y llenar su vida de nuevas ilusiones. Creo que vivir sin ilusión es muy, muy difícil.

M.G.- Es complicado y además, muy triste.

Abres el libro y encontramos la siguiente cita: «Todas las escenas que aparecen en esta novela son ficción, salvo las que no lo son». ¿Esto quiere decir que hay sucesos reales en la novela?

I.A.- Todos los que escribimos llevamos parte de nosotros y de nuestro entorno a lo que escribimos, salvo que se trate de una novela de ciencia ficción, evidentemente. Pero en el caso de la novela contemporánea, la fuente de inspiración es constante en nuestra vida diaria. Yo misma comparto cosas con la protagonista de la novela y casi todos los personajes están inspirados en gente de mi entorno, gente que conozco. Eso no quiere decir que fulanito sea tal personajes, pero sí que todos tienen un componente importante de gente de mi entorno. Dicho esto, la historia es ficción, es una novela. Pero bueno, evidentemente hay una pequeña dosis de realidad.



[Si prefieres escuchar nuestra entrevista, dale al play]


M.G.- Hablando de los personajes, la protagonista indiscutible e Isabella. ¿Cómo es esta mujer que se marcha a París a renacer de sus cenizas?

I.A.- Pues es una mujer optimista, que ha vivido un suceso terrible. Ha perdido a su marido y, además, ha descubierto un secreto que no esperaba. Ella decide sobreponerse a esa situación y opta por perseguir un sueño que tenía desde niña, irse a vivir a París. Así que coge los bártulos y se marcha. Allí vive ya su mejor amiga lo que hace el traslado mucho más fácil. Se instala allí y se busca una nueva vida. Isabelle es una persona muy alegre, a pesar de todo lo que le ha pasado. No le cuesta hacer nuevas amistades, y encuentra la felicidad en las pequeñas cosas.

M.G.- No vamos a desvelar nada de ese descubrimiento que ella hace pero sí vamos a contar que tiene que ver con el amor. Una mujer que vive lo que ella ha vivido, ¿puede volver a confiar en otra persona? 

I.A.- Al final, uno aprende de todo. De todo lo malo, siempre podemos sacar algo bueno, una lección. Las malas experiencias no deben limitarnos para ilusionarnos de nuevo y para vivir nuevas ilusiones y nuevos amores. Si cada vez que nos saliera algo mal, renunciáramos a volver a intentarlo, la vida sería horrible.

M.G.- Pues sí. No hay que tirar la toalla por una mala experiencia. Bueno, y como autora, como creadora de esta historia, ¿con qué dificultad te has encontrado a la hora de escribir la novela? Y si te has encontrado con alguna dificultad, ¿ha sido más difícil hilar la trama o construir a los personajes?

I.A.- Pues la verdad que escribirla ha sido muy fácil. Tenía la historia en la cabeza, perfectamente construida. Desde que empecé a escribir, ya sabía cuál era el final. La tenía como muy organizada. Es verdad que todos los personajes, casi todos, se inspiran en gente real que conozco, con lo cual era fácil construirlos. Solo hay un personaje en la novela que no está inspirado en nadie que yo conozca. Me refiero a Agatha, la dueña de la librería en la que trabaja Isabelle. Quizá ese personaje fue el mayor reto. Sin embargo, le eché tanta ilusión que luego me gustó mucho el resultado.

M.G.- Entre los escenarios vamos a encontrar dos ciudades europeas importantísimas, París y Londres. En una entrevista que concediste a un medio, te he leído decir que el París y el Londres que aparecen en tu novela no tienen nada que ver con la realidad. Eso me impactó. ¿A qué te referías? ¿Idealizas las ciudades?

I.A.- No, no es eso. Es que, cuando me hicieron esa pregunta, Londres y París eran dos ciudades que estaban un poco agitadas. En el caso de Londres, por el tema del Brexit y, en el caso de París, bueno, ya sabemos todo lo que ocurre por las noticias, todas esas huelgas, manifestaciones y demás. Entonces, me preguntaron si yo había trasladado todo a la novela. No, evidentemente. He mostrado la cara amable de París y de Londres. Pero está claro que, de las treinta o cuarenta veces que he ido a París, es raro que no me haya encontrado alguna manifestación, una huelga, disturbios,... Es el país de la Revolución francesa y están todos los días con reivindicaciones, con huelgas,... Pero, porque el París que salga en las noticias sea ese, no quiere decir que sólo eso sea París. He mostrado la cara más amable de ambas ciudades porque ambas me parecen que son las capitales de Europa. Son dos ciudades muy distintas entre sí, pero que se complementan muy bien, ciudades cargadas de historia, con lugares curiosos, donde vivieron personajes muy importantes, que tienen muchos rincones secretos y encantadores, que a lo mejor, las personas que las visitan por primera vez, no los conocen. Por eso los he querido descubrir un poquito, para que el lector sienta que está paseando por ellas, y descubriendo pequeños tesoros.

M.G.- De hecho, los lugares que mencionas en la novela, por ejemplo, la librería en la que Isabelle trabaja, existen realmente. Al igual que existen otros espacios, otros establecimientos, que tú mencionas en la novela. Tanto de París, como de Londres. 

I.A.- Todos, todos los lugares que aparecen en la novela existen, desde la librería en la que trabaja Isabelle, que yo he frecuentado muchísimo porque me encanta, situada frente al Jardín de Luxemburgo, hasta los restaurantes, los cafés, las calles,... Todo existe. Están ahí para que el lector viaje desde casa, y cuando viaje a París o Londres, puede recorrer esos escenarios.

M.G.- Es decir, que el libro funciona casi como una guía de viajes. Además, en las gualdas encontramos un mapa de ambas ciudades, donde se especifican dónde están esos lugares exactamente.

I.A.- Sí, sí, efectivamente.

M.G.- Bueno, tu novela está llena de literatura y de cultura pop, porque la música está muy presente también porque la música está muy presente. Al final del libro vamos a encontrar unos listados que a mí me han hecho mucha gracia porque me parece un material interesante.

I.A.- Sí, bueno, al igual que aparece un listado con los lugares que se mencionan de París y Londres, que existen de verdad, también quería hacer lo mismo con las canciones o con los libros que se mencionan a lo largo de la historia.

M.G.- Y entre esos libros, figura la novela de un autor muy conocido, Máximo Huerta. Yo sé que tienes una vinculación muy especial con él, que le tienes mucho cariño y hablas de él con mucho agradecimiento.

I.A.- Sí, muchísimo. Es un gran amigo. Es una persona maravillosa a la que quiero muchísimo. Todo lo que puedo decir de él es bueno. Efectivamente, le estoy inmensamente agradecida porque esta novela está hoy en librerías gracias a él. Él fue de las primeras personas que la leyó. Se la mandé para que la leyera y le gustó tanto que colgó un Story en su Instagram, con un texto en el que decía algo así como editores del mundo, corred por los derechos porque esta novela es maravillosa. En ese momento, yo estaba volando hacia Londres y cuando aterricé, me encontré que tenía un montón de llamadas y de mensajes de editoriales. Buenos, así llegué a firmar el contrato con Planeta. Hoy, además de una grandísima amistad con Máximo, también comparto con él editorial y editor. 

M.G.- Pues fíjate que Máximo estará por Sevilla el próximo lunes [me refería al lunes 19 de febrero] porque viene a presentar su última novela, que no sé si tú habrás leído ya.

I.A.- Sí, la leí hace tiempo. Me la dejó para que la leyera, antes de que se publicara. Me pareció un novelón y sé va a tener éxito. Me enamoró. Además, me la leí durante un viaje, al que no hice ni caso, porque estaba más pendiente de la novela. Me atrapó por completo. Pero antes de fuéramos amigo, yo ya lo leía. Me gustan mucho sus novelas, pero esta última me parece espectacular.

M.G.- ¿Y cómo está siendo ver tu cara en la contraportada de una novela escrita por ti?

I.A.- Muy sorprendente. Todavía, cuando la veo en las librerías, siento como si la viera desde fuera, como si le estuviera pasando a otra persona. Me llamaron para hacer una sesión de fotos, para elegir la foto para la contraportada, y yo decía, pero si yo no he hecho una sesión de fotos en mi vida. Nada más que me han hecho fotos para renovar el DNI y el pasaporte. Pero bueno, la verdad es que todo ha sido una experiencia y está siendo como un sueño.

M.G.- ¿Un sueño que tendrá camino? Quiero decir, si habrá continuación, si vas a seguir escribiendo. O lo mismo, estás escribiendo ya.

I.A.- Sigo en ello. Y efectivamente, estoy escribiendo la segunda parte de la novela porque me costaba mucho despedirme de estos personajes. A priori, no soy muy fan de segundas partes, pero la verdad es que la historia y los personaje me lo pedían. Y a mí me costaba despedirme. Les había cogido mucho cariño a los personajes y, casi tras acabar la primera, me puse con la segunda, y en ello estoy.

M.G.- Ah, muy bien. Isabel, ¿viajar cura nuestras heridas?

I.A.- Creo que viajar alimenta el espíritu. Es una ilusión y aporta oxígeno. Nos saca de nuestra realidad. Creo que todo el mundo vuelve más feliz después de haber hecho un viaje. Y no solo eso, sino que, como dicen, los viajes se disfrutan tres veces, mientras se preparan, mientras se disfrutan, y mientras se recuerdan. 

Hace tiempo, dejé de hacer regalos materiales a mis seres más cercanos. Los viajes me parecen un regalo extraordinario, porque es un recuerdo de por vida. Vivimos momentos muy divertidos y se acumulan muchas anécdotas. Los viajes hacen que seamos más felices.

M.G.- Pues yo estoy en ese proceso de preparar un viaje. En Mayo iré a Londres por segunda vez. Así que todos los lugares que aparecen en tu novela los tengo bien marcados. Recomiéndame alguno especialmente o recomiéndame alguno que no aparezca en esta lista.

I.A.- Pues de los que aparecen en la novela, sin duda, Covent Garden. Para mí, es el epicentro de Londres. Es el barrio más bonito, con más vida, con unos locales con mucho encanto, unos restaurantes preciosos,... Además, la noche es mágica. Covent Garden es de esos lugares que uno tiene que visitar siempre, cuando va a Londres.

Y de los que no aparecen, te diría un barrio que está un poco a las afueras de Londres pero al que se llega en veinte minutos desde el centro. Se llama Kingston y, aunque yo lo llamo barrio, es como un pequeño pueblecito. Está a orillas del Támesis y es precioso, con unas casitas pequeñitas, unas plazas con tanto encanto, y un paseo al borde del Támesis. Es para quedarse allí a vivir y a escribir durante dos meses.

M.G.- Pues tomo buena nota, Isabel. Si me desplazo hasta allí, te mandaré una foto para que veas que he seguido tu recomendación.

I.A.- Por favor, sí. 

M.G.- Isabel, un placer hablar contigo. Te doy las gracias por atenderme y espero que tengas mucha suerte con esta novela, y las que vengan. 

I.A.- Muchísimas gracias. Ha sido un placer.

M.G.- Un saludo. 

I.A.- Gracias. Adiós. 

Sinopsis: Se mudó a París para cambiar su vida. Viajó a Londres para conocer un nuevo amor. Ahora tendrá que mirar dentro de sí para saber lo que desea.

Tras perder a su marido y descubrir un doloroso secreto, Isabelle decide mudarse a París, la ciudad que adora desde que era niña. Lo hace justo antes de cumplir cuarenta años con la esperanza de empezar allí una nueva vida.

Se instala en un piso cerca de su mejor amiga y comienza a trabajar en una preciosa librería inglesa frente al Jardín de Luxemburgo. Envuelta en la atmósfera parisina, Isabelle volverá a ilusionarse y a soñar. También viajará a Londres, donde encontrará no solo nuevas alegrías, sino el camino hacia un nuevo amor.

Entre libros y canciones, y animada por el cariño de sus queridas amigas Marta y Léa y del divertido Thomas, Isabelle descubrirá que hay muchos tipos de relaciones y que allí donde surge el enamoramiento verdadero sobran los prejuicios. Porque el amor real nunca es perfecto.




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