El pasado 7 de junio tuvo lugar la presentación de la nueva novela de Margarita Hans Palmero, La bruja de Dagaz (El Búho Ediciones). Alrededor de la autora afincada en Carmona (Sevilla) se congregaron una buena muestra de lectores que, junto a familiares y amigos, quisieron arropar a Margarita en la puesta de largo de esta nueva obra.
Conocía a Margarita principalmente de las redes sociales y de algún encuentro esporádico en la feria del libro, pero nunca había asistido a la presentación de una novela suya. Admito que tampoco he leído ninguna de sus obras anteriores -Mundo de cristal (2013), Estatuas de sal (2017), Brumas del pasado (2018) o Como espuma de mar y otros relatos (2020)-, enclavadas en el género de la fantasía.
El acto tuvo lugar en la librería Botica de Lectores y estuvo conducido por el también escritor y amigo de la autora, Ricardo Reina, quién abrió la presentación leyendo unas palabras, una fábula preciosa sobre el nacimiento de una niña de pelo rizado y negro, sobre cuya frente se dibuja una «luna con crecientes bordes de plata», la que posteriormente se convertiría en la mujer adulta y autora de La bruja de Dagaz.
El género de la fantasía
Uno de los primeros temas que se tocaron en la presentación fue el género literario en el que podemos encuadrar La bruja de Dagaz. Ricardo hizo un alegato en favor de la fantasía, género en el que, tanto él como Margarita, se mueven. En palabras del presentador se trata de un «género que ha sido mal visto siempre entre los grandes analistas de la Literatura Española, esos creídos sabelotodo y esos aburridos catedráticos que no ven más allá de la suela de sus zapatos».Afirmó que con Cervantes se inició este género en nuestro país, pero hizo también alusión a otros escritores posteriores como Álvaro de Cunqueiro con su Merlín y familia, Emilia Pardo Bazán o Bécquer con sus leyendas, mientras que otros autores intentaron aproximarse al género, como Unamuno con El contertulio; Benito Pérez Galdós con ¿Dónde está mi cabeza?; Lorca que dio unas charlas sobre las hadas; O Machado. «Hasta llegar a Carlos Ruíz Zafón cuyas novelas suponen un antes y un después en la literatura fantástica de España». Y más nombres, Laura Gallego, Victoria Álvarez, Elia Barceló,... «hasta llegar a nuestro presente con Pedro Caldas, que acaba de ganar el Premio Barco de Vapor con una auténtica obra de arte, "La leyenda del samurái y la mariposa azul"».
La obras de Margarita Hans
Ricardo mencionó las obras publicadas por la autora, como Estatuas de sal y Brumas del pasado«dos libros muy románticos, publicados con ExLibris, y posteriormente publicó Como espuma de mar, un volumen de relatos, con Mega Ediciones».
Y ahora llega con La bruja de Dagaz, que se desarrolla en Navarra, en la selva de Irati,un libro escrito con mucho dolor, aunque «ya sabemos que la literatura sana», apuntó Ricardo. Mencionó que este es un libro que ha sido complicado de terminar porque «la vida no se lo ha puesto fácil a Margarita». Para Ricardo estamos ante un cuento gótico, «heredero de las obras de Edgar Alan Poe, Shirley Jackson, Anne Rice o Neil Gaiman». A su juicio, la novela de Margarita no se parece en nada a la J.K. Rowling pues ella, «a base de escribir todos los días, va creando su propio estilo».
La semilla de La bruja de Dagaz
Tras la intervención de Ricardo Reina, fue la propia autora la que tomó la palabra, asegurándonos que la semilla de esta novela nace de Hans Christian Andersen o los Hermanos Grimm. En principio, Margarita se había propuesta escribir una novela histórica «y empecé a estudiar todo lo relativo a la magia, la brujería, el norte, Zugarramurdi, porque las brujas me daban vidilla y alegría para el cuerpo». Eran mujeres sabias que, a veces, se caracterizaban por tener alguna marca en la piel, o por curar a alguien a través de remedios naturales, y por eso eran sometidas a un proceso inquisitorial. «Pero aquella historia que hablaba sobre autos de fe y de acusaciones me dio miedo, así que le di una vuelta de tuerca y se convirtió en una historia totalmente diferente», señaló Hans. En lo que se convirtió La bruja de Dagaz es en un cuento gótico, donde hay oscuridad, «con un personaje que tiene los cables retorcidos, que para mí ha sido una liberación».
Nos contó también que el personaje protagonista de esta novela es una mujer que ha sufrido una maldición, que siente mucho dolor y mucho rencor en su interior. Y con respecto a los demás personajes, de León dijo que era un hombre muy especial porque tiene el don de entender el alma de los animales, o la anciana, que es una mujer polifacética. Margarita se extendió algo más al hablarnos de Isamar, una niña que colecciona palabras. «Dentro de este mundo oscuro y de magia, Isamar nace en unas condiciones muy particulares y vive aislada en un bosque, muy cerca de una aldea, donde los niños no la quieren porque es diferente». Isamar escucha el bosque y el agua del río.
Nos adelantó que nos esperan sorpresas pero que, para leer la novela, es mejor dejarse llevar por la fantasía y por la magia. «Quiero que, cuando os metáis en el libro, dejéis de ser adultos, y que volváis a sentir lo que es que te acosen los niños de la aldea, o que descubras que en tu interior hay algo distinto que no comprendes», pidió la autora.
La técnica narrativa
Sobre su forma de escribir, aseguró que construye a sus personajes para dejarlos que cobren vida. En este sentido, se encontró con que no sabía cómo iba a terminar la historia. Confesó que tuvo que acortar el número de páginas porque había alcanzado la cifra de setecientas. «No puedes dejar que la imaginación vuele tan libre».
Y llegamos al final del acto, en el que Ricardo y Margarita leyeron un precioso texto lleno de fantasía y magia. Si te interesa el género, no te pierdas La bruja de Dagaz.