Año: 1966.
Nacionalidad: EE.UU.
Director: Charles Walters.
Reparto: Cary Grant, Samantha Eggar, Jim Hutton, John Standing, Milko Taka, Ted Hartley, Ben Astar, George Takei, Teru Shimada, Lois Kiuchi.
Género: Comedia romántica.
Sinopsis: El industrial inglés Sir William Rutland (Cary Grant) vuela a Tokio en viaje de negocios, pero, debido a la masiva afluencia de turistas con motivo de los Juegos Olímpicos, le resulta imposible encontrar alojamiento; así que se las apaña para compartir apartamento durante unos días con Christine Easton (Samantha Eggar). Rutland invita a Steve Davis, miembro del equipo olímpico de Estados Unidos, a instalarse con ellos. La situación se complica, sobre todo, porque Rutland decide jugar a Cupido entre Christine y Steve, para disgusto del pesado novio de Christine.
[Datos facilitados por Filmaffinity]
No es la primera vez que a este rincón asoma Cary Grant(ni será tampoco la última) y es que no lo puedo evitar. A mí este galán me tiene completamente enamorada y sé que a su lado soy feliz.
No es la primera vez que a este rincón asoma Cary Grant(ni será tampoco la última) y es que no lo puedo evitar. A mí este galán me tiene completamente enamorada y sé que a su lado soy feliz.
Con Apartamento para tres, una película un poco en la sombra, Grant pone punto y final a su carrera como actor con 62 años de edad y después de una larguísima lista de largometrajes. No será una despedida excesivamente brillante a mi juicio, pero mejor no adelantarme. Os lo cuento más adelante.
Desarrollando un poco más la sinopsis aportada por Filmaffinity, Cary Grant encarna a Sir William Rutland, un empresario británico que por motivos de trabajo viaja a Tokio en el año 1964, justo cuando están a punto de comenzar las Olimpiadas. La ciudad es un hervidero. No cabe un alfiler y aunque Rutland tiene reserva en un hotel, las circunstancias le obligan a adelantar su viaje dos días con el inconveniente de no encontrar habitación en ningún sitio. Tras varios intentos fallidos termina por ser acogido por la guapa Christine Easton (Samantha Eggar) en un pequeño apartamento pero claro, un hombre y una mujer sin matrimonio de por medio no está bien visto y Christine manifiesta su absoluta disconformidad. No obstante, a Rutland todo le da igual y al final consigue convencer a la joven. Lo único que quiere es una cama donde dormir pero para ello tendrá que amoldarse a las estrictas normas de la señorita Easton que, reloj en mano, cronometra al segundo cada actividad dentro del hogar.
A la frenética actividad de segundos y minutos se suma un joven deportista americano, Steve Davis (Jim Hutton), que pasa a formar parte como huésped del minúsculo apartamento de Christine. Y como dos son compañías y tres multitud, Rutland se coloca las alas de Cupido y con el arco y la flecha preparados, se lanza a emparejar a los jóvenes mientras intenta esquivar a un tercero en discordia. ¿Qué pasará? ¿Triunfará el amor?
Lo que os he contado es el grueso de la película pero, por supuesto, ocurren muchas más cosas. Tratándose de una comedia, las escenas cómicas tienen un gran protagonismo y hay muchos detalles simpáticos como la pareja de niños asiáticos que siempre están sentados en las escaleras del edificio y que observan con curiosidad todo lo que ocurre en el inmueble. Se producen malentendidos, enredos, situaciones absurdas que se repiten,... No está mal, pero, como ya habré comentado en otras ocasiones, Grant es el maestro del humor y no le hace falta ni hablar. Solamente con sus gestos, con su expresión,... es capaz de transmitir más que con las palabras y verlo levantar una ceja o fruncir el ceño en una escena de confusión es suficiente para que el espectador se ría. Sin embargo, Apartamento para tres no es la película que más me ha hecho reír. En buena parte porque Grant comparte protagonismo con otros dos actores que centran la atención sobre la parte romántica y que prácticamente dejan al galán en un segundo plano hacia la mitad de la película, llegando incluso a desaparecer completamente durante un fragmento. Por supuesto, vuelve a aparecer, pero su papel se torna más difuso.
No voy a entrar en el terreno de las interpretaciones. Aquí el maestro es el maestro y a su lado, cualquier otro papel queda velado. No hay más que decir.
Su director, Charles Walters tiene bastante experiencia en comedias y en musicales. De toda su carrera como director, tan solo he visto una película más, No os comáis las margaritas con Doris Day y David Niven, que me pareció bastante simpática. Con la ayuda de Cary Grant, Walters quiso hacer con esta película su propia versión de "El amor llamó dos veces" (George Stevens, 1943), pero no le salió muy brillante. A pesar de que Apartamento para tres tiene un guión pasable y la banda sonora (Quincy Jones) aporta alegría y vitalidad a la escena desde los primeros minutos de metraje, no me ha parecido un broche de oro para Cary Grant. Una lástima que esta fuera su última interpretación. Aún era joven pero decidió retirarse para atender a su familia, que por aquel entonces era su esposa Dyann Cannon y su hija Jennifer Grant, la única descendiente que tuvo.
Poco más puedo decir. Es una película entretenida lo justo que hacia el final me ha llegado incluso a aburrir algo. Si se salva es precisamente por la presencia de Cary Grant y solo por él, le voy a dar una puntuación que casi roza el aprobado. (Que conste que otros espectadores le dan un sobresaliente)
Os dejo un fragmento de la película.