Año: 2012.
Nacionalidad: Española.
Director: Cesc Gay.
Reparto: Ricardo Darín, Luis Tosar, Javier Cámara, Leonor Watling, Eduardo Noriega, Leonardo Sbaraglia, Candela Peña, Eduard Fernández, Alberto San Juan, Cayetana Guillién Cuervo, Jordi Mollá, Clara Segura.
Género: Comedia
Premios: Goya (2012) a Candela Peña por Mejor Actriz de Reparto.
Premios: Goya (2012) a Candela Peña por Mejor Actriz de Reparto.
Sinopsis: A pesar de tenerlo todo, J. (Sbaraglia) está bajo los efectos de una gran depresión. En cambio, E. (Fernández), que no posee más que un gato, vive apaciblemente aunque ha tenido que volver a casa de su madre. S (Cámara) intenta volver con su mujer (Segura), dos años después de su ruptura. G (Darín) recurre a los ansiolíticos para intentar comprender por qué su mujer tiene una aventura. P (Noriega) pretende seducir a una compañera de trabajo. María y Sara intercambian a sus maridos con el fin de descubrir sus intimidades. L es un hombre que llama a su amante con el nombre de su perro. Una radiografía de la vida amorosa de ocho hombres de hoy.
[Información facilitada por Filmaffinity]
Fijaos en el cartel de esta película. El listado de los actores remarcados en negro y colocados en primer lugar, seguido por el nombre de las actrices y al final, la frase: ¿De qué hablan los hombres? Visto así podríamos pensar que se trata de una de esas comedias en las que un director intenta bucear en la mente de hombres o mujeres para concretar en qué se diferencian unos de otros como ya hizo Nancy Meyers en ¿En qué piensan las mujeres? Yo no lo veo así porque si bien es cierto que los hombres ostentan el protagonismo, las mujeres de esta película también tienen mucho que decir.
Una pistola en cada mano es una historia coral. Diferentes episodios en los que conoceremos las vidas de hombres y mujeres, aunque el director desea centrarse en esos machos que han cruzado ya el umbral de la treintena y miran hacia atrás para plantearse cómo es su vida y en qué punto están. Así nos topamos con cinco historias:
* A J. (Leonardo Sbaraglia) y a E. (Eduard Fernández), dos amigos de la infancia que se encuentran de manera fortuita en el portal de un edificio después de muchos años y se ponen al día. A uno parece irle bien la cosa aunque tenga que recurrir a terapia y a la homeopatía. Al otro la vida le ha dado una patada para sacarlo del juego y aún así mantiene la cordura. Son distintos y entre los silencios que se producen en esas conversaciones incómodas en las que no sabemos muy bien qué decir, hacen repaso del transcurrir de los años, del deterioro sufrido, de las amistades que se pierden por el camino y jamás se recuperan y de lo patético que se pueden llegar a ser. Porque sí, porque son patéticos y como a estas alturas ya lo saben no les importa despojarse de unas vestimentas que esconden secretos y confesiones.
* S. (Javier Cámara) es un hombre divorciado enjaulado en su propia trampa. Tomó una decisión que a día de hoy se vislumbra como un terrible fracaso. Arrepentido intenta dar marcha atrás pero la vida no le va a ofrecer una segunda oportunidad. Ya es demasiado tarde para él y S. lucha, busca la compasión, una caricia, una mirada de ternura pero no queda ninguna puerta abierta para él. Bueno sí, una, la del ridículo más grande que un hombre pueda hacer ante una mujer pero con un trasfondo que en mi caso me ha parecido de lo más tierno.
* G. (Ricardo Darín) y L. (Luis Tosar) se encuentran casualmente en un parque.G. está sentado en un banco y muestra un aspecto de abatimiento. Ha descubierto que su mujer le engaña. ¿Qué hacer? Lo primero es desahogarse con ese amigo que se encontró quien intentará consolarlo y aconsejarle lo mejor que puede. Uno es pura sensiblería. El otro auténtico pragmatismo.
Esta es, sin lugar a dudas, la mejor de todas las historias que se recogen en este largometraje con un giro maravilloso que lo mismo los espectadores avezados intuyen pero no le resta diversión a la escena. Para mi gusto es la que más comicidad desprende a pesar de tratar un tema tan delicado como la infidelidad. Pero es que Darín y Tosar pueden desdramatizar cualquier tragedia que se les presente, especialmente con un diálogo tan brillante como el que hilvanan los guionistas.
* P. (Eduardo Noriega) trabaja en la misma oficina que Mamen (Candela Peña). Él es un hombre que hasta el momento se ha mantenido esquivo y frío, que solo comparte ratos de ocio y chascarrillos con sus amigos del departamento pero algunos rumores sobre Mamen hacen que despierte su lado más libidinoso. Pero ella es mucha mujer y enseguida lo cala porque es una maestra capeando situaciones candentes. P. aprenderá una lección que no olvidará nunca.
Esta historia es la que da título a la película en la que se demuestra que al hombre, a pesar de llevar una pistola en cada mano, puede errar el tiro.
Esta historia es la que da título a la película en la que se demuestra que al hombre, a pesar de llevar una pistola en cada mano, puede errar el tiro.
* A. (Alberto San Juán) y M. (Jordi Mollá) son dos amigos que van de camino a casa de Julián donde se celebra una fiesta. Cada uno va por su lado y cada uno se encuentra a la mujer del otro, a María (Leonor Watling) la esposa de M. y a Sara (Cayetana Guillén), la esposa de A. Ellas cuentan a sus respectivos amigos las heridas abiertas en sus matrimonios. Si A. no sabe de los problemas de M., este último tampoco sabrá del sistema que A. utiliza para enmendar una relación que se iba a pique. Y es que confundimos lo que es amistad realmente. Dos personas que salen de cañas no son más que dos desconocidos. La verdadera amistad es otra cosa, aquella en la que uno es capaz de hablar a las claras incluso de su lado más oscuro. Lo demás es una tapadera.
Por otra parte, este episodio es quizás el que mejor refleja esa intención del director de mostrar las diferencias sociológicas entre hombres y mujeres, en su forma de pensar, de actuar, de comportarse y aquí bien se podría aplicar la pregunta que luce en el cartel: ¿De qué hablan los hombres? Y parece ser que no hablan de nada importante o que les cuesta abrirse, expresarse, hacer participes a sus iguales de sus traumas y preocupaciones.
¿Os habéis fijado que los hombres no tienen nombre completo sino solo iniciales? Por algo será.
Cesc Gay, una vez que ha desarrollado su visión de ese hombre patético que tiene complejo de Edipo, problemas sexuales, inseguridades, miedos, que hace el ridículo,... nos conduce a un final que podría haber sido mucho más redondo para dejar flotando en la atmósfera ese aire de patetismo que invade todo el largometraje.
¿Os habéis fijado que los hombres no tienen nombre completo sino solo iniciales? Por algo será.
Cesc Gay, una vez que ha desarrollado su visión de ese hombre patético que tiene complejo de Edipo, problemas sexuales, inseguridades, miedos, que hace el ridículo,... nos conduce a un final que podría haber sido mucho más redondo para dejar flotando en la atmósfera ese aire de patetismo que invade todo el largometraje.
Humor, ironía y sarcasmo. Una comedia llena de verdades que duelen, que refleja las miserias del individuo, sus penalidades, esa falsa imagen que a veces ofrecemos a través de historias, algunas más originales que otras, pero que me han gustado.
En cuanto al reparto, ante semejante despliegue es imposible que no te guste una interpretación u otra. Para mi gusto todos están lo suficientemente correctos como para hacerte disfrutar de sus papeles, destacando especialmente a Eduard Fernández por su naturalidad, a Javier Cámara por su pose de hombre arrepentido que hace alarde de una sinceridad extrema buscando un gesto de cariño mientras encaja con resignación los reveses que recibe. Y cómo no señalar a Ricardo Darín y a Luis Tosar, el primero por esa contención sensibloide que adopta, el segundo por el apuro que se lo nota al verse envuelto en una historia complicada. Actores todos ellos que generalmente me encanta verlos trabajar.
En cuanto a las actrices, Candela Peña se llevó un Goya en 2012 y bien que se lo merecía.
En cuanto a las actrices, Candela Peña se llevó un Goya en 2012 y bien que se lo merecía.
Me ha gustado sí, aunque puntuar esta película me ha producido algún que otro quebradero de cabeza pero varios son los aspectos por los que me he decidido a darle una puntuación tan alta. El argumento me ha gustado, recalcando alguna de las historias que me han parecido más originales e hilarantes que otras, el reparto es de letras mayúsculas y lo que es más importante, es la segunda vez que me siento a ver este largometraje y sigo riéndome donde me tengo que reír y sigo sintiendo ternura en las escenas más emotivas. Creo que no hay mejor justificación.
Y esta vez hago hincapié en el trailer: