Año: 2014.
Nacionalidad: EE.UU.
Director: Rob Reiner.
Género: Comedia.
Reparto: Michael Douglas, Diane Keaton, Sterling Jerins, Francse Sternhagen, Paloma Guzmán, Annie Parisse, Austin Lysy, Michael Terra, Sawyer Tanner Simpkins, Maxwell Simkins, Maurice Jones, Yaya DaCosta, Scott Shepherd, Andy Karl, Franke Valli, Luke Robertson.
Sinopsis: Un agente inmobiliario se ve obligado a pedir ayuda a su vecina cuando, de repente, su hijo, al que hacía mucho que no veía, se presenta en su casa para que se haga cargo de su nieta, cuya existencia desconocía.
Confieso que nunca he sido muy devota de Michael Douglas. De su trayectoria profesional hay algunas películas que me gustan más que otras pero no es un actor que me encandile por sus interpretaciones. En las mismas estamos con Diane Keaton, aunque esta actriz, como casi siempre hace papeles del mismo estilo (y no sé si os habréis fijado pero su vestuario es un calco de una película a otra), me transmite una sensación de flower-power total y tan solo por eso me gusta verla.
Así nos va es una comedia que tiene como eje el tandem que forman Oren Little (Michael Douglas) y Leah (Diane Keaton), un binomio que funciona bien en pantalla. El primero es un agente inmobiliario muy exitoso tiempo atrás pero que ahora solo busca cerrar una única venta para poder retirarse. El inmueble que desea vender es su propio hogar, el que compartió con su mujer Sarah Elisabeth hasta que esta murió. Una casa enorme en la que se siente solo aunque Oren tiene un hijo del que no sabe nada hace muchos años. La venta de la casa no está resultando nada fácil. Entre aquellas paredes hay demasiados recuerdos valiosos y no todo el mundo está dispuesto a pagar el precio de venta: ocho millones seiscientos mil dolares.
Mientras consigue vendedor, Oren viene en un pequeño apartamento donde tiene amontonadas todas sus pertenencias. Entre sus vecinos estará Leah (Diane Keaton), una señora en el ocaso de su vida que se dedica a amenizar las cenas de un pequeño bar con canciones nostálgicas y melancólicas, actuaciones que acaban generalmente entre lágrimas pues no deja de recordar a su esposo Eugene, ya fallecido.
La convivencia entre Oren y sus vecinos será muy complicada. El agente inmobiliario se obstina en ser una persona desagradable, grosera y egoísta, una actitud que los vecinos a duras penas pueden soportar, elevando quejas a la administradora del edificio sin que parezca que nada cambie. En esas estamos cuando la vida de Oren se trastoca por completo. La aparición de su hijo será toda una sorpresa que a Oren le costará digerir, especialmente porque viene acompañado de una hija de nueve años de la que él no sabía nada. Y lo mejor de todo: tendrá que hacerse cargo de ella. ¿Qué puede hacer un viejo gruñón con esa niña encantadora? Oren buscará la manera de librarse de ella y cuando parece que va a conseguirlo, surge un punto de inflexión que da un giro a toda la película.
De este largometraje no tengo mucho más que contaros. No es una película que sobresalga especialmente ni por un argumento original (una temática que ya hemos visto en otras películas) ni por unas interpretaciones brillantes. El reparto está correcto, sin más. La trama es entretenida y punto. Para ser una comedia no cuenta con demasiados gags y los que aparecen apenas arrancan una sonrisa. Quizás, faltando unos diez minutos para el final, nos topamos con una escena un poco más hilarante pero poco más.
Así nos va es una comedia simple con algunos leves toques dramáticos, que intenta hacer reír y apenas lo consigue, que intenta emocionar pero que no conmueve. Es un largometraje que hace hincapié en las relaciones familiares, el dolor que nos produce el pasado y el amor maduro. Una película perfecta si lo que buscas es pasar el rato sin muchos quebraderos de cabeza ni tener que poner de tu parte. A mi juicio es una de esos filmes que se olvidan nada más salir del cine pero parece que tampoco había más pretensiones que entretener al público durante un rato. Ahora bien, ¿vale el precio de la entrada? Eso que cada cual lo juzgue por sí mismo. Si queréis mi opinión, diré que no.
Os dejo el trailer que prácticamente muestra las mejores escenas.
[Información facilitada por Filmaffinity]
Así nos va es una comedia que tiene como eje el tandem que forman Oren Little (Michael Douglas) y Leah (Diane Keaton), un binomio que funciona bien en pantalla. El primero es un agente inmobiliario muy exitoso tiempo atrás pero que ahora solo busca cerrar una única venta para poder retirarse. El inmueble que desea vender es su propio hogar, el que compartió con su mujer Sarah Elisabeth hasta que esta murió. Una casa enorme en la que se siente solo aunque Oren tiene un hijo del que no sabe nada hace muchos años. La venta de la casa no está resultando nada fácil. Entre aquellas paredes hay demasiados recuerdos valiosos y no todo el mundo está dispuesto a pagar el precio de venta: ocho millones seiscientos mil dolares.
Mientras consigue vendedor, Oren viene en un pequeño apartamento donde tiene amontonadas todas sus pertenencias. Entre sus vecinos estará Leah (Diane Keaton), una señora en el ocaso de su vida que se dedica a amenizar las cenas de un pequeño bar con canciones nostálgicas y melancólicas, actuaciones que acaban generalmente entre lágrimas pues no deja de recordar a su esposo Eugene, ya fallecido.
La convivencia entre Oren y sus vecinos será muy complicada. El agente inmobiliario se obstina en ser una persona desagradable, grosera y egoísta, una actitud que los vecinos a duras penas pueden soportar, elevando quejas a la administradora del edificio sin que parezca que nada cambie. En esas estamos cuando la vida de Oren se trastoca por completo. La aparición de su hijo será toda una sorpresa que a Oren le costará digerir, especialmente porque viene acompañado de una hija de nueve años de la que él no sabía nada. Y lo mejor de todo: tendrá que hacerse cargo de ella. ¿Qué puede hacer un viejo gruñón con esa niña encantadora? Oren buscará la manera de librarse de ella y cuando parece que va a conseguirlo, surge un punto de inflexión que da un giro a toda la película.
De este largometraje no tengo mucho más que contaros. No es una película que sobresalga especialmente ni por un argumento original (una temática que ya hemos visto en otras películas) ni por unas interpretaciones brillantes. El reparto está correcto, sin más. La trama es entretenida y punto. Para ser una comedia no cuenta con demasiados gags y los que aparecen apenas arrancan una sonrisa. Quizás, faltando unos diez minutos para el final, nos topamos con una escena un poco más hilarante pero poco más.
Así nos va es una comedia simple con algunos leves toques dramáticos, que intenta hacer reír y apenas lo consigue, que intenta emocionar pero que no conmueve. Es un largometraje que hace hincapié en las relaciones familiares, el dolor que nos produce el pasado y el amor maduro. Una película perfecta si lo que buscas es pasar el rato sin muchos quebraderos de cabeza ni tener que poner de tu parte. A mi juicio es una de esos filmes que se olvidan nada más salir del cine pero parece que tampoco había más pretensiones que entretener al público durante un rato. Ahora bien, ¿vale el precio de la entrada? Eso que cada cual lo juzgue por sí mismo. Si queréis mi opinión, diré que no.
Os dejo el trailer que prácticamente muestra las mejores escenas.