Quantcast
Channel: Lecturápolis
Viewing all articles
Browse latest Browse all 2535

LA DAMA DE ORO (DRAMA - 2015).

$
0
0
 

Año: 2015

Nacionalidad: EE.UU

Dirección: Simon Curtis.

Reparto: Helen Mirren, Ryan Reynolds, Daniel Brühl, Tatiana Maslany, Charles Dance, Katie Holmes, Antje Traue, Max Irons, Elizabeth McGovern, Jonathan Pryce, Tom Schilling, Moritz Bleibtreu, Anthony Howell, Allan Corduner, Henry Goodman.

Género: Drama. Hechos reales.

Sinopsis: Basada en una historia real. Maria Altmann (Helen Mirren), una mujer judía que huyó de Viena durante la II Guerra Mundial (1939-1945), regresa sesenta años después para reclamar las propiedades que los nazis confiscaron a su familia, entre las que se encuentra el célebre "Retrato de Adele Bloch-Bauer I", de Gustav Klimt. El joven abogado Randy Schoenberg (Ryan Reynolds) le ayudará en esta lucha ante el gobierno austriaco y la Corte Suprema de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, Mariá deberá enfrentarse a las terribles verdades de su pasado.


[Información facilitada por Filmaffinity]


–—˜™–—˜™–—˜™–—˜™–—˜™–—˜™–—


En el año 2006, una de las pinturas más famosas de Gustav Klimt, «Retrato de Adele Bloch-Bauer I», dejó de exponerse en la galería Belvedere de Austria para ser trasladado a Estados Unidos. El cambio de ubicación fue fruto del litigio que María Altmann (de soltera, Bloch-Bauer) mantuvo contra el gobierno austriaco pues el cuadro perteneció a su familia y por lo anto era la auténtica propietaria y heredera del mismo. Este cuadro, icono de la pintura austriaca, fue una de las más de cien mil obras de arte que los nazis expoliaron a sus verdaderos propietarios durante la II Guerra Mundial, una temática que ya hemos visto en otras películas y novelas pero en La dama de oro, se recogen unos hechos reales muy concretos y vinculados a uno de los cuadros más famosos del mundo, una película que nos permitirá conocer cómo pinturas, esculturas, muebles artesanos,... acabaron en los despachos y residencias de los más dignatarios cabecillas del Tercer Reich, incluido el propio Hitler, y cómo las joyas de las mujeres judías acabaron en los cuellos de las esposas de los nazis que lucían en las cenas y los teatros con total obstentación. Mucho querer exterminar a los judíos pero bien que se quedaban sus pertenencias, por muy judías que fueran. 

Y es que, como todos sabemos, los nazis arrasaron con todo a su paso. No solo se llevaron por delante la vida de millones de seres humanos. Su intención era borrar cualquier vestigio que quedara del pueblo judío (menos aquello que le interesara claro) y de ahí que incluso al cuadro de Klimt le cambiaron el nombre. De un plumazo borraron el nombre de la mujer que posó para Klimt y que dió título a la obra pictórica, para llamarlo La dama de oro. A día de hoy, ha recuperado su nombre original. Pero veamos qué nos cuenta este largometraje.

Los Angeles, 1998. María Altmann (Helen Mirren), una octogenaria mujer judía de origen austríaco y residente en Estados Unidos, da sepultura a su hermana Luise. Entre las pertenecias de la fallecida, María encuentra unas cartas datadas en 1948 en las que su hermana y un abogado indagaban sobre la recuperación de los cuadros robados por los nazis durante la II Guerra Mundial. No era un asunto que por aquellas fechas se pudiera tratar, pero por suerte las cosas han cambiado. El gobierno austriaco ha accedido a abrir sus archivos por primera vez y se inicia así un proceso de restitución de obras de arte expoliadas y arrebatadas a sus auténticos propietarios en los años de la ocupación nazi. 

María, a pesar de una infancia feliz, rehuye de todo lo que le recuerde a su pasado en Austria, un país que tuvo que abandonar, donde dejó a sus padres, que le arrebató todo lo que tenía y donde murieron muchos de sus amigos. No obstante, cree justo luchar por lo que es suyo, por lo que perteneció a su familia y fue robado con descaro. Comienza así un largo proceso que desencaderá en juicios y arbitrajes, años durante los cuales María tendrá que recordar, volver a las calles de Viena y siempre acompañada de un joven y prácticamente inexperto abogado, Randy Schoenberg (Ryan Reynolds), al que, inicialmente todo el asunto le queda grande.

La película, narrada principalmente en el presente de la cinta, recreerá todo el procesode recuperación del cuadro: la búsqueda de un testamento que aparentemente parece inválido, una factura de compra-venta, demandas no admitidas a trámite, negociaciones, recursos en el Tribunal Supremo, arbitrajes,... Entre paso y paso, ilusión, desánimo, coraje, rabia, indefensión, resignación, impotencia y valor. María tiene que volver a enfrentrarse a su pasado si quiere recuperar el cuadro y así la cinta se retrotraerá en ocasiones para mostrarnos cómo era la vida de esta mujer en Viena, su infancia, su adolescencia, su noviazgo, su boda,... y también la llegada de las tropas nazis y su huída del país. Y así también sabremos quiénes eran realmente los Bloch-Bauer, una familia pudiente compuesta por Gustav y Therese, junto a sus hijas Luise y María, que convivían con tío Ferdinand y tía Adele en una hermosa casa, centro de reuniones de importantes hombres de negocio, grandes artistas, músicos, escritores,... María sentía verdadera admiración por su tía Adele, una mujer que murió joven y que jamás pudo tener hijos, de ahí que sintiera siempre pasión por la pequeña María, a las que unía un estrecho lazo.

Y gracias a los recuerdos de María, el espectador conocerá cómo nace el imponente cuadro de Klimt y por qué posa tía Adele para el pintor.


Muchas fueron las obras robadas de las casas judías una vez que sus habitantes fueron enviados a los campos de concentración o bien consiguieron huir. La Historia nos cuenta múltiples casos de apropiación indebida. Es hora de devolver a cada cual lo suyo. Pero,¿realmente Austria tenía intención de devolver las obras de arte? Por lo que se desprende del largometraje, el gobierno austriaco constituye el Comité de Restitución de obras de arte tan solo para limpiar su imagen de cara al exterior y congraciarse con el resto de países, fortaleciendo así sus relaciones internacionales pero sus intenciones de colaboración y devolución eran escasas. A la hora de la verdad, los obstáculos burocráticos emergían consiguiendo que la restitución no llegara a efectuarse. Quizás no contaron con la tenacidad de un joven abogado y la obstinación de una anciana empeñada en recuperar lo que era suyo por derecho.


En cuanto a los personajes, sobresale por encima de los demás la elegante Helen Mirren. En La dama de oro interpreta a una mujer de más de ochenta años que aún se vale por sí misma y regenta una tienda de ropa. María ha dejado su pasado atrás, no quiere mirar su vida en Europa, casi renegando de su lugar de nacimiento y sintiéndose más estadounidense que austriaca. El dolor es tal que ha preferido enterrarlo y echar raíces en una tierra que los acogió huyendo de una Europa cargada de odio y resentimiento. Y en California se asentó junto a su marido, un cantante de ópera ya fallecido y allí se volvió a reunir con su hermana mayor, Luise, con cuyo fallecimiento se inicia la película. Sin embargo, a pesar de esa insistencia de olvidar, las cartas halladas entre las pertenencias de su hermana supone para ella abrir viejas heridas y reconciliarse con su pasado a través de recuerdos que asoman a los ojos de la veterana Mirren, que otorga al personaje un matiz quisquilloso. Terca, irónica, sin pelos en la lengua, Mirren aporta ese aire de señora europea (nació en Londres) que «discrepa» con el entorno americano en el que se mueve. Me gusta mucho esta actriz. Siempre me creo todo lo que hace.


María Altmann y Randy Schoenberg en la vida real


María Altmann y Randy Schoenberg en la ficción


Pero también hay que señalar el papel de Ryan Reynolds, al que veremos especialmente tímido y retraído en los primeros compases del filme. Reynolds interpreta al abogado encargado del caso, Randy Schoenberg, un joven que procede de una familia de grandes hombres, no en vano su abuelo fue un afamado compositor mientras que su padre fue un prestigioso juez. Randy parece la oveja negra de la familia pues no termina de encontrar su lugar y arrastra un fracaso reciente. Lo interesante de este personaje es la evolución que sufre. Si en principio, su interés en el caso es simplemente monetario y por hacerle un favor a su madre, amiga de la María Altmann, la cosa cambia cuando viajan juntos a Austria y entra en contacto directo con el pasado.

Randy también procede de familia judía y también perdió familiares durante la ocupación. Excarvar en el caso del cuadro de Klimt y ser consciente de las barbaridades que se hicieron termina por removerle las entrañas, sentir el dolor de las personas, el sufrimiento de su propia familia y sus parientes directos que perdieron la vida en Treblinka. En un solo segundo su percepción cambiará, un punto de inflexión que le hace involucrarse más en el caso, aún a riesgo de perder trabajo y familia. El dinero pasa a un segundo plano para dar paso a la justicia y el homenaje a las víctimas. Randy se crecerá, por encima de la propia María. La sangre le llama.



Memorial del Holocausto en la Judenplatz (Viena, Austria)
 
Y habrá más personajes, concretamente un periodista de investigación muy interesado en la restitución de las obras robadas. Hubertus Czernin, interpretado por Daniel Brühl, actor al que veo poco, abrirá los ojos a María y a Randy, y les explicará cómo funciona todo este tinglado en esa Austria que intenta recomponer los pedazos de su pasado más siniestro. Y también tendremos a Katie Holmes, que hará el papel de la esposa solícita de Randy. Tendrá muy poca presencia y lo agradezco porque no me gusta nada esta actriz.
En cuanto a localizaciones, preciosas las escenas que transcurren en Viena, con esos edificios señoriales y majestuosos y esos jardines llenos de color como los del Palacio de Schönbrunn. 

Y como anécdota, un guiño a la escasa cultura del pueblo estadounidense con respecto a la geografia europea. Es muy divertida una escena con un oficinista que confunde Austria con otro país del mundo.

Bueno, creo que todos estamos de acuerdo si os digo que tanto la literatura como el cine no son siempre meros instrumentos de entretenimiento. En ocasiones, un buen libro o una buena película pueden ampliar nuestros conocimientos y una prueba de ello es La dama de oro. Yo desconocía todo este asunto en torno al cuadro de Klimt y para mí ha sido una sorpresa conocer el periplo que ha vivido el retrato desde la casa de los Bloch-Bauer  hasta la galería Neue en Nueva York.  Por tanto, si tienes interés en conocer todos los detalles (desconozco si todo se ajusta a la realidad), te recomiendo que veas esta película tras cuyo desenlace se nos ofrece más información sobre los protagonistas. No te la pierdas. 


Trailer:





[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]



Viewing all articles
Browse latest Browse all 2535

Trending Articles