Editorial: Planeta.
Autor
Manel Loureiro (Pontevedra, 1975) es un escritor y abogado español que además ha trabajado como presentador en la Televisión de Galicia y más tarde como guionista de diversos proyectos. En la actualidad colabora con los periódicos Diario de Pontevedra y ABC. Asimismo, es colaborador habitual de la Cadena SER.
Su primera novela, Apocalipsis Z: El principio del fin, un thriller de terror, comenzó como un blog en Internet que el autor escribía en sus ratos libres. Debido al gran éxito que alcanzó (tuvo más de un millón y medio de lectores online y se transformó en un fenómeno viral), fue publicado en 2007 y se convirtió automáticamente en un bestseller.
Sus dos siguientes novelas, Los días oscuros y La ira de los justos, continuación de la primera, se han convertido de manera inmediata en un éxito de ventas no sólo en España, sino en otros muchos países del mundo. Además, Loureiro, es uno de los pocos autores españoles contemporáneos que han conseguido situar sus novelas en la lista de los más vendidos de Estados Unidos.
Sus libros han sido traducidos a más de diez idiomas y publicados en cerca de una veintena de países.
Sinopsis
Agosto de 1939. Un enorme trasatlántico llamado Valkirie aparece a la deriva en el océano Atlántico. Un viejo buque de transporte lo encuentra por azar y lo remolca a puerto, tras descubrir que en él tan sólo queda un bebé de pocos meses... y algo más que nadie es capaz de identificar.
Setenta años después, un esquivo hombre de negocios decide reflotarlo y repetir, paso por paso, el último viaje del Valkirie. A bordo, atrapada en una realidad angustiosa y contrarreloj, la periodista Kate Kilroy descubrirá que sólo su inteligencia y su capacidad de amar podrán evitar que la nave se cobre de nuevo su siniestro precio en este viaje.
Inquietante. Enigmática. Adictiva. Bienvenidos al Valkirie. No te podrás bajar... aunque quieras.
Agosto de 1939. Un enorme trasatlántico llamado Valkirie aparece a la deriva en el océano Atlántico. Un viejo buque de transporte lo encuentra por azar y lo remolca a puerto, tras descubrir que en él tan sólo queda un bebé de pocos meses... y algo más que nadie es capaz de identificar.
Setenta años después, un esquivo hombre de negocios decide reflotarlo y repetir, paso por paso, el último viaje del Valkirie. A bordo, atrapada en una realidad angustiosa y contrarreloj, la periodista Kate Kilroy descubrirá que sólo su inteligencia y su capacidad de amar podrán evitar que la nave se cobre de nuevo su siniestro precio en este viaje.
Inquietante. Enigmática. Adictiva. Bienvenidos al Valkirie. No te podrás bajar... aunque quieras.
[Información facilitada por la editorial]
El verano pasado, justo el mismo día que me marchaba de vacaciones a la playa, Albanta de Adivina quien lee me dio una sorpresa enorme. Me había tocado un ejemplar de la novela de Manel Loureiro en su blog,El último pasajero, un libro que había despertado muchísimo interés por todas las bitácoras y que yo anhelaba.
A pesar de las muchas ganas que tenía de leerlo, hasta ahora no he podido hacerle hueco. No fue hasta hace unas semanas cuando decidí subir a bordo de un barco que, según las lenguas, guardaba terrible secretos y que me llevaría a realizar una travesía que no olvidaría fácilmente.
En 1939 a las cuatro y cincuenta y siete minutos del veintiocho de agosto, el buque Pass of Ballaster navegaba por el Atlántico Norte con calma y tranquilidad hasta el momento en que, una niebla espesa surge de la nada y rodea el carguero. A partir de ese momento comienzan a suceder extraños fenómenos: la brújula se vuelve loca, la temperatura desciende a mínimos incomprensibles en esa época del año, la radio deja de funcionar. Los tripulantes del barco, hombres experimentados, no dan crédito a lo que están viviendo. Es la primera vez que se ven en una situación así y el nerviosismo se apodera de ellos. Más aún cuando, de entre la espesa bruma, surge la figura de un trasatlántico enorme, detenido en mitad del océano, inmóvil y con todas las luces apagada. El Valkirie.
Tres miembros de la tripulación del Pass of Ballester deciden inspeccionar la extraña nave. A bordo el silencio es sobrecogedor, roto tan solo por algún susurro que llega de lejos. Parece abandonado, aunque todo está intacto, incluso la comida que está servida sobre las mesas del comedor. El interior está ricamente decorado y en numerosos objetos figuran las siglas KDF. Parece un crucero de lujo de origen alemán a tenor de las múltiples signos nazis que decoran las estancias. Mientras más se adentran los marineros en el crucero, más inquietante es el aire que se respira. De repente se oyen gritos, voces, los objetos parecen cobrar vida, y en mitad de la sala de baile encuentran un bebé que no encaja bajo ningún concepto en aquel barco. Sin dar opción a nada más, los visitantes salen despavoridos con el niño en brazos y el cuaderno de bitácoras del Valkirie, ¿un barco maldito?
Estas escenas de finales de los años treinta suponen una introducción al verdadero argumento de la novela que transcurrirá en la actualidad.
Kate es una periodista de veintisiete años, alta, esbelta y pelirroja, de origen español que trabaja en el London New Herald.Actualmente no pasa por un buen momento con motivo de una impactante tragedia personal. Se siente hundida y cree que, tras un periodo de inactividad, es momento de volver al periódico. La directora del mismo le encomienda un reportaje que mantendrá su cabeza ocupada. Se trata de investigar al magnate Isaac Feldman, un mafioso del juego en el punto de mira de la ley, especialmente interesado en reflotar un viejo barco de más de setenta años. La labor de Kate consistirá en desentrañar los entresijos que tejen la enmarañada red de negocios de Feldman y en averiguar por qué tanto interés en un viejo barco que aparentemente debería haber sido enviado a un desguace hace mucho tiempo. Así Kate se pondrá en marcha, conocerá a Feldman de un modo poco ortodoxo y junto a él y a un equipo de especialistas, subirán a bordo para recrear el último viaje de ese misterioso barco. Sí, me refiero al Valkirie, una travesía llena de terror, suspense e intriga, con un propósito concreto, averiguar la realidad que se esconde tras la leyenda del buque. ¿Quién era aquel bebé? ¿Qué ocurrió con todo el pasaje? ¿Por qué desaparecen las personas a bordo? Incógnitas que Kate irá desvelando durante cinco días en los que no sabrá si está despierta o dormida, perseguida constantemente por una presencia agobiante.
El último pasajero es una novela que empieza extremadamente bien. Loureiro no se demora en presentar ante los ojos del lector el terror, con una magnífica capacidad que recuerda a los grandes de la literatura de misterio, para construir una atmósfera asfixiante y perturbadora que nos inquieta desde las primeras líneas.
El último pasajero es una novela que empieza extremadamente bien. Loureiro no se demora en presentar ante los ojos del lector el terror, con una magnífica capacidad que recuerda a los grandes de la literatura de misterio, para construir una atmósfera asfixiante y perturbadora que nos inquieta desde las primeras líneas.
«Entonces, la niebla llegó de golpe, y todo empezó a suceder». [Pág. 9]
Esas primeras escenas que transcurren en 1939 me resultaron mucho más inquietantes que todo el argumento posterior no sé si porque ese terror inicial da paso paulatinamente al misterio y al suspense salpicado de ciertos elementos fantásticos con los que no comulgo mucho. Aún así toda la trama está muy bien urdida con conexiones entre pasado y presente bien construidas. La intriga se mantiene en un nivel constante, que ayudada por capítulos de corta extensión con algún que otro cliffhanger, te incitan a seguir leyendo, convirtiendo El último pasajero en una novela page-turner.
¿Y por qué hablo de elementos fantásticos? Hay algunas escenas del argumento que no me terminaron de convencer, especialmente porque no me parece que cuadren en la situación que viven los personajes. Da la impresión de que el autor las usa para destensar un poco el ambiente y dar un cierto toque romántico al estilo Ghost, algo que no me ha gustado y que, a mi juicio restan atractivo a la novela. Además el final cuenta con un toque de efecto un poco «peliculero» que desluce mucho todo lo desarrollado anteriormente y es que, como guión de cine encajaría a la perfección.
Estructuralmente cuenta con cincuenta y tres capítulos de corta extensión como dije anteriormente, un estilo muy directo y mucho ritmo, por lo que los acontecimientos se suceden sin pausa. Para mí, lo más destacable de la forma de narrar de Loureiro en esta novela es su capacidad para crear ambientes opresivos. Desde este lado del libro, al lector le cuesta respirar al ver a los personajes envueltos por una presencia que no les augura nada bueno.
Jamás podría decir que no me ha gustado El último pasajero. Es cierto que tiene algunos elementos que no me han gustado pero de manera global el argumento es lo suficientemente bueno como para recomendarlo. Así que, si eres de los pocos que aún no lo han leído, te invito a subir a bordo del Valkirie para experimentar en carne propia qué ocurrió durante la travesía inaugural de aquel crucero de lujo. Y para ir abriendo boca, te dejo el booktrailer.