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LISTA PROVISIONAL PARTICIPANTES SORTEO "TIERRA".

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Una vez finalizado el plazo para apuntarse al sorteo de un ejemplar de la novela Tierra de Marta Sarramián, paso a comunicaros la lista provisional de participantes. Se han producido algunas incidencias que os detallo más abajo. Los números se asignarán una vez que las incidencias se hayan solucionado.




ParticipantesPuntosNúmeros
MonTse3 puntos
Maribel (Vanedis) 3 puntos
Kelika6 puntos
Lady Aliena3 puntos
Ángeles Arca2 puntos
Isadura BP4 puntos
Libros Eris5 puntos
Nerea Bloguera1 punto
Mamen Montagut

Pili Doria2 puntos
Nerea González2 puntos
Tamara López1 punto
Jéssica Rodríguez2 puntos
Love your smile1 punto



Incidencias:

* Nerea Bloguera: tienes el punto de seguidora; en tu blog no encuentro el banner y no me has dejado el enlace del anuncio a Google+

* Mamen Montagut: no me has dejado ningún enlace ni tampoco te veo como seguidora.

* Pili Doria: tienes el punto de seguidora y el del anuncio en el blog pero no me has enviado los enlaces al anuncio en facebook y a twitter.

Tenéis de plazo para subsanar las incidencias hasta el sábado 7 de febrero a las 23.59. El domingo sabremos el nombre del ganador.





PARADERO DESCONOCIDO de Kressmann Taylor.

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Editorial: RBA Libros.
Fecha publicación: marzo, 2014.
Nº Páginas: 88.
Precio: 12,00 €
Género: Relato epistolar.
Edición: Tapa dura con sobrecubierta.
ISBN:978-84-9867-180-3


Autora

Katherine Kressmann Tayloy (1903 - 1996). Escritora norteamericana conocida sobre todo por la publicación , en 1938, del relato Paradero desconocido en una revista norteamericana. Lo firmó con el seudónimo Kressmann Taylor y causó tal revuelo que pronto se convertiría en un libro y se traduciría a varios idiomas. Compaginó su trabajo de periodista y profesora universitaria con la escritura. A Paradero desconocido siguió una segunda novela relacionada con el nazismo, Until That Day, y Diary of Florence in Blood, inspirada en la terrible inundación de Florencia en 1966.

Sinopsis

Año 1932. El alemán Martin Schulse y el judío norteamericano Max Eisenstein se quieren como hermanos, y juntos han abierto una galería de arte en California. Sin embargo, Martin decide regresar a casa, así que Max se quedará a ocuparse del negocio. Desde el primer día se escriben cartas, como habían prometido, pero cuando Hitler ascienda al poder en 1933, la tierna complicidad de la primera correspondencia empezará a bascular hacia el horror. 

Visionario e incisivo, Paradero desconocido ha demostrado ser un acontecimiento literario. Con admirable economía de medios, este epistolario retrata el horror ideológico de la Alemania nazi y, al mismo tiempo, la mecánica intemporal que separa a víctimas de verdugos. Aunque se trata de un relato relacionado con el Holocausto, Paradero desconocido es, entre otras cosas, un thriller impredecible. 



[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


–—˜™–—˜™–—˜™–—˜™–—˜™–—˜™–—


Tenía muchas ganas de leer Paradero desconocido. Eran muchas las opiniones positivas que había leído así que mi intención inicial era sacarlo de la biblioteca pero, cada vez que iba me lo encontraba en préstamo y no había manera de pillarlo. Por suerte, unos Reyes muy especiales cuya magia supera a la de los de Oriente me lo hicieron llegar y ayer mismo lo devoré. Ha sido espeluznante leerlo por primera y por segunda vez. Difícilmente podía dar crédito a lo que Kressmann Taylor, que dicho sea de paso pensé que era un hombre, me estaba relatando. Os cuento.

Maxim Eisenstein y Martin Schulse son dos buenos amigos de origen alemán que rondan los 40 años. Lo que en principio sabemos de ellos es que son dueños de la galería de arte Schulse - Eisenstein en San Francisco, California, pero no tenemos muy claro cómo llegaron a Estados Unidos y por qué decidieron abrir ese negocio. Intuyo que ambos abandonaron tiempo atrás una Europa a las puertas de una guerra con la intención de iniciar una nueva vida en la tierra prometida. El tiempo ha pasado. América ha tratado muy bien a los dos amigos cuyo negocio ha prosperado, Europa resurge de sus cenizas aunque Alemania muestra visibles signos de devastación por haber sido derrotada en el pasado, pero es hora de renacer. Así pues, Martin, junto a su esposa Elsa y sus hijos, abandona San Francisco para regresar a Alemania, a su tierra natal donde desea que sus hijos se eduquen. Él no solo dejará atrás a su buen amigo Max, aquel al que considera un hermano, sino también una relación complicada y adúltera con Griselle, la hermana de Max, un detalle que la autora nos desvela como de pasada, a priori.

Se inicia así una relación epistolar entre Max y Martin. Mientras que el primero queda a cargo del negocio en América y le va dando cuenta al socio de las ventas y las transacciones que se producen, Martin informará de su llegada a Münich, de su establecimiento y de la situación que vive el país. La tristeza y la miseria en la que Alemania está sumergida le produce mucha desolación. No obstante, esas cartas iniciales se centrarán en el terreno personal y familiar. La confianza mutua, el amor, la cercanía, el respeto, el cariño,... serán los pilares de esa correspondencia inicial.

«La charla íntima con un amigo ante quien nos despojamos de nuestra estúpida fatuidad, en quien encontramos calor y comprensión, con quien el egoísmo mezquino es impensable». [pag. 21]

Y así todo transcurre con tranquilidad hasta que Adolf Hitler llega al poder. Justo en ese momento, se produce un profundo cambio, una transformación paulatina cuyo avance iremos viendo con cada carta enviada y recibida. De la información meramente personal y familiar pasaremos a otra de índole netamente política. La amistad, el cariño, la ternura y la nostalgia que se respiraba en las primeras misivas se tornará en frialdad y distancia, quedando las cartas de Max llenas de desesperación y las de Martín llenas de rabia e ira. Pero el libro nos guarda una sorpresa final, absolutamente deliciosa.

La imagen de Alemania va mutando igualmente a lo largo de la novela. Tras años de tristeza, derrota y pobreza, la nación alemana romperá sus cadenas para convertirse en un país poderoso y libre, dejando atrás la vergüenza y la miseria que han tenido que soportar sus habitantes. Todo ello abanderado por un nuevo líder que se alza con el poder en loor de multitudes. Por lo tanto, el tema principal de este libro será el alzamiento del régimen nazi y el poder de convicción de un señor bajito con bigote cuyas ideas dieron pie a uno de las mayores masacres de la Historia. Y es lo que veremos en este breve libro, cómo las descabelladas ideas de Hitler y las doctrinas del Partido Nacionalsocialista enraízan  en la mente de un pueblo que necesitaba creer en un salvador. A media que vamos leyendo las cartas de Martin tenemos la sensación de estar ante un hombre «abducido», aunque él alegue que no le arrastra la corriente. 

Y no será el único tema que trate. También nos desvela pinceladas sobre el matrimonio, los hijos, las relaciones amorosas y muy por encima de todo, la amistad, una amistad aparentemente inquebrantable. 



Paradero desconocido, un título cargado de significado, consta tan solo de ochenta y ocho páginas entre las que se reparten diecinueve cartas de muy corta extensión y aunque en tan breve espacio resulta complicado hacer un dibujo preciso de los personajes, Kressmann Taylor consigue que el lector se haga una idea nítida de Max y Martin.

Max  es un hombre solitario y ligeramente taciturno cuya única familia consiste en su buen amigo Martin, la esposa y los hijos de este. Tendremos conocimiento de su hermana Griselle, una joven actriz que trabaja en diversas compañías por Europa pero con la que no le veremos tener mucho trato. Aun así, Max adora a su hermana y se desvive por su bienestar. En sus cartas se respira nostalgia y melancolía hasta el momento clave de la novela cuando un hecho hace explotar su angustia y su desesperación. Max cree malinterpretar los primeros signos de evidencia, aquellos que le hacen entender que su gran amigo Martin, su hermano, su otro yo, se ha transformado en otra persona. Porque Max, el bueno de Max, aquel que no es capaz de traicionar a su amigo, que vigila el negocio de ambos, que ama en la distancia, ese hombre es un sentimental a los ojos de Martin, un iluso, un soñador que se esconde tras la palabra liberalismo. 

Quizás Martin sea el personaje más definido. Al menos sí es el que más nos sorprenderá por su radical transformación. Martin Schulse es un hombre que ha hecho fortuna en Estados Unidos, que ha ayudado a su familia alemana desde la distancia y regresa ahora como el hijo pródigo para ser admirado  por sus compatriotas. Las riquezas de Martin resplandecen como el oro ante la miseria en la que viven los alemanes tras la derrota de la guerra y así conseguirá medrar en la sociedad, subir escalafones y acceder a un puesto de trabajo como funcionario del nuevo régimen. 

Martin parece ser un hombre racional, afable, de buen corazón, justo y de espíritu liberal pero su llegada a Alemania transformará por completo su carácter.Hitler será el detonante del cambio. Si bien es cierto que la irrupción de la figura de Hitler en el panorama político alemán le provoca dudas iniciales, estas se difuminarán con el paso de los días. Adolf Hitler se alza con el poder, se erige como el líder del pueblo alemán, «una suerte de electroshock, como sólo puede serlo un gran orador y fanático» [Pág. 24]. Hitler es «una espada en alto. Es una luz blanca, pero ardiente como el sol del nuevo día» [Pág. 43 - 44].Lo más interesante no es solamente el cambio en sí, si no la manera en la que se produce, la forma en la que afecta a la relación entre los dos amigos, los términos en los que Martin se expresa. Hablará del pueblo judío de tal manera que el lector acabará con los ojos como platos.

Es totalmente desgarrador ver la adoración que él llegará a sentir por Hitler al que tímidamente comienza llamando líder para convertirse después en Amado Líder o Glorioso Líder, palabras que pronuncia con un orgullo desafiante. Y su cambio no solo se aprecia en sus palabras sino en los pequeños detalles como firmar la carta con su nombre o hacerlo en cambio con su nombre y apellido porque él es alemán, él es un Schulse. Martin es, a los ojos de Max, un hombre aparentemente liberal e incapaz de justificar las perversidades que se estaban cometiendo. 

A estas alturas, y por lo que he comentado, ya sabréis que estamos ante un libro perteneciente al género epistolar. La primera carta data del 12 de noviembre de 1932, catorce años después de que la Asamblea Nacional Provisional de Austria Alemana proclamara la República. Catorce años en los que Alemania ha tenido que aguantar la vergüenza de la derrota pero que comienza ahora a elevarse de sus escombros. Y se concluirá el libro con una última carta fechada el 3 de marzo de 1934 y una ilustración esclarecedora. Son pues algo menos de dos años lo que dura la comunicación recogida en este libro, y que concluye, como digo, con una ilustración impactante.

Cierra este volumen una Nota final escrita por Charles Douglas Taylor, hijo de la escritora, que nos desvela algunas curiosidades como por ejemplo por qué escribió su madre este libro, por qué usó seudónimo y cómo y dónde fue publicado por primera vez. 


Katherine Kressmann Taylor

Paradero desconocido se lee con una rapidez inusitada. Su breve extensión y su estructura nos permiten una lectura fluida, que consiguen que este libro dure en nuestras manos apenas una hora y media. Tratándose de cartas que intercambian dos amigos, el estilo utilizado no puede ser más que sencillo y coloquial, sin formalismos más allá de la pura cortesía. Y aunque os digo que estamos ante un libro que se lee con mucha rapidez, yo os aconsejo no correr. Lo que la autora cuenta en estas cartas o mejor dicho, lo que no se cuenta, posee tanta fuerza que será necesario que el lector vuelva hacia detrás y hacia delante, que lea las líneas con tranquilidad pues la sorpresa y nuestro horror irá creciendo con el pasar de las páginas.

Quizás sea una barbaridad decir que he disfrutado mucho leyendo Paradero desconocido y lo digo porque no creo que nadie pueda disfrutar leyendo una historia así, tan factible. En cualquier caso, ha sido un placer acercarme a este pequeño libro. Me ha gustado leer estas cartas, tanto como las que se recogen en 84, Charing Cross Road, que también toca el tema de la guerra pero Paradero desconocido te coloca en el ojo del huracán. Por tanto, no me queda otra que recomendaros esta novela epistolar para que veáis cómo la política, digan lo que digan, nunca lleva a buen puerto.  





[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]


Retos:

- Autores de la A a la Z.
- Sumando 2015.
- 100 libros.



Puedes adquirirlo en:


GANADOR/A SORTEO "TIERRA" de Marta Sarramián.

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¡¡Buenos días!! Cumplido el plazo para resolver las incidencias en la lista de participantes del sorteo, paso a asignaros los números correspondientes y a designar el nombre del ganador. 

Mucha suerte a todos...

ParticipantesPuntosNúmeros
MonTse3 puntos1 - 3
Maribel (Vanedis) 3 puntos4 - 6
Kelika6 puntos7 - 12
Lady Aliena3 puntos13 - 15
Ángeles Arca2 puntos16 - 17
Isadura BP4 puntos18 - 21
Libros Eris5 puntos22 - 26
Nerea Bloguera1 punto27
Pili Doria2 puntos28 - 29
Nerea González2 puntos30 - 31
Tamara López1 punto32 
Jéssica Rodríguez2 puntos33 - 34
Love your smile1 punto35

Y el ganador es...


¡¡Nerea Bloguera!!


Muchas felicidades. Tienes de plazo hasta el miércoles para reclamar tu premio. Envíame un correo electrónico a booksandcompanies@gmail.com con tus datos postales que le pasaré a la editorial pues ella será la encargada de enviarte el ejemplar de la novela.


A los demás muchas gracias por participar. 


LA CASA TORCIDA de Agatha Christie.

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la casa torcida-agatha christie-9788490561355

Editorial: RBA Libros.
Fecha publicación: 2014.
Nº Páginas: 224.
Precio: 4,95 €
Género: Policíaca.
Edición: Tapa blanda.
ISBN: 9788490561355

Autora

Torquav, (1891-1976). Agatha Christie, novelista y dramaturga, ha sido considerada como una de las grandes escritoras del género detectivesco. La estructura de sus tramas, basada en la tradición del enigma por descubrir, es siempre similar, y su desarrollo está en función de la observación psicológica. Con el seudónimo de Mary Westmacott creó varias novelas de corte más psicológico. Agatha Christie fue también una autora teatral de éxito, con obras como La ratonera o Testigo de cargo. La primera, estrenada en 1952, se representó en Londres ininterrumpidamente durante más de veinticinco años, y la segunda fue llevada al cine en 1957 en una magnífica versión dirigida por Billy Wilder.

Sinopsis

Tres generaciones de la familia Arístides Leónides, multimillonario griego, conviven en Inglaterra, en una curiosa mansión de estructura inclinada que el magnate hizo construir para este fin. Una multitud de personajes se entremezcla en los pasillos y las estancias de la casa, incluidas la joven y hermosa Brenda, segunda esposa del anciano patriarca, y Sophia, su más avispada nieta, cuyo futuro suegro es comisario de policía. La paz hogareña se trunca cuando Arístides es envenenado, ya que se sospecha que el culpable ha de ser alguien de la familia. Sophia exigirá entonces a Charles, su prometido, que haga lo posible por esclarecer el asesinato, ya que no podrá casarse con él hasta que el asunto haya sido resuelto.


[Biografía y sinopsis facilitadas por Casa del Libro]


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Llego por los pelos al homenaje que Teresa de Leyendo en el bus y Pedro de El búho entre libros organizaron en torno a la figura de Agatha Christie. No sabía qué título elegir entre sus numerosas novelas. ¿Testigo de cargo? ¿Asesinato en el Orient Express? ¿Un cadáver en la biblioteca? Al final me decanté por La casa torcida, una historia no muy conocida (creo) pero que sigue las mismas pautas que todas sus obras.

La edición que yo tengo forma parte de la colección Grandes Maestros del Crimen y del Misterio publicada por Ediciones Orbis, S.A. en 1987 y que además contiene la novela Testigo de Cargo junto a una serie de relatos. No es una edición cómoda ni vistosa. El tamaño de la fuente es demasiado pequeño, la traducción no es muy brillante y además no incorpora ni biografía ni sinopsis, por lo que me he tomado la libertad de facilitaros la de Casa del Libro.

Arístides Leónidas, un magnate de origen griego afincado en Inglaterra ha sido envenenado con eserina, un componente que se encuentra en unas gotas para sus ojos pero que inoculado en sangre produce la muerte. Una mano misteriosa ha cambiado la insulina que se le inyecta al anciano regularmente debido a su diabetes por la eserina provocando la muerte inmediata del millonario.

Casado en segundas nupcias con Brenda, una jovencita casi cincuenta años más joven, residía en su casa (torcida) junto a toda su familia: su hijo Felipe junto a su esposa Madga e hijos Sofía, Eustaquio y Josefina; su otro hijo Rogerio junto a su esposa Clemencia, la tía Edith y personal doméstico. El inmueble, un tanto peculiar, está dividido por zonas, por lo que cada unidad familiar vive casi de manera independiente. 

Aparentemente, todas las sospechas recaen en la joven esposa a quien hipotéticamente se le atribuyen relaciones furtivas con Laurencio, el preceptor de los nietos del anciano pero en el fondo, como la policía podrá comprobar, todos o ninguno tendrán motivos suficientes para cometer el crimen. Si a esto se le une una agresión a la joven Josefina por saber demasiado, un segundo asesinato y un testamento que inicialmente no aparece y que cuando lo haga vendrá con una sorpresa incorporada, las claves del misterio están servidas.

Las novelas de Agatha Christie suelen seguir el mismo patrón aunque en esta habrá alguna diferencia que luego os detallaré. Obviamente siempre habrá uno o varios crímenes que serán objeto de investigación por parte de la policía para descubrir que los sospechosos, uno o varios, no tienen motivos muy claros para cometer el crimen o bien todo apunta a una resolución demasiado sencilla. En la novela que nos ocupa, y como dije antes, prácticamente todos los personajes pueden tener un motivo para asesinar a Arístides. Brenda es muy joven y parece que mantiene una relación amorosa con Laurencio, por lo que este también podría tener motivos suficientes para matar al viejo. Felipe ha sido siempre una persona muy fría y reservada que siempre se ha sentido celoso del amor que su padre profesaba a su hermano. En cuanto a Rogerio los negocios no le van demasiado bien y necesita una fuente de ingresos inmediata. ¿Y las nueras?¿Qué motivos pueden tener ellas? Magda, la esposa de Felipe es una actriz que no elige bien sus papeles. Sus obras de teatro no siempre alcanzan el éxito por lo que las pérdidas son significativas. En cuanto a Clemencia, se podría decir que es una mujer excesivamente sentimental; adora, venera e idolatra a Rogerio. ¿Y los nietos? Eustaquio es un joven que sufre una deficiencia y eso lo ha convertido en un ser vulnerable. Josefina es una niña muy engreída e insolente. ¿Acaso alguien del personal doméstico es el criminal? 


Edificio antiguo de Scotland Yard
Antigua sede de Scotland Yard.
Todo lo que oculta este caso tendrá que ser resuelto por Scotland Yard con la ayuda de Carlos, el hijo del comisario encargado del caso y prometido de Sofía. Carlos consigue adentrarse en el núcleo familiar y tantear a unos y a otros en busca de pistas que ayuden a resolver el asesinato. Su labor será primordial pues él tiene un interés especial en que todo sea aclarado ya que Sofía no piensa contraer matrimonio con él hasta que todo se resuelva.

Sobre los personajes se aporta la suficiente información como para que el lector se haga una idea clara tanto de su aspecto como de su carácter. Christie construye personajes con muchos dobleces e infinidad de matices por lo que resulta difícil dilucidar quién será el criminal. Tal es así que resulta muy complicado averiguar con antelación quién es el asesino. En La casa torcida todos ellos son interrogados por la policía y mantienen conversaciones con Carlos en las que lanzarán frases que, en principio, no tienen ninguna transcendencia pero esconderán claves para la resolución del caso.

Narrado en primera persona por la voz de Carlos y con capítulos cortos, Agatha Christie nos lanza el anzuelo desde las primeras páginas. De entrada y sin demasiados preámbulos nos coloca frente a una muerte que esconde más de lo que parece. Justo ahí, el lector morderá el cebo y se adentrará en una lectura que fluye a buen ritmo, aderezada con bastante diálogo.

Siempre es un placer leer a Agatha Christie. Sus novelas, muchas de ellas llevadas al cine, son un refugio seguro cuando necesito una lectura de misterio sencilla y entretenida. La casa torcida cuenta con un planteamiento algo típico en cuanto estamos ante el asesinato de un hombre rico casado con una jovencita y por lo tanto es corriente que las primeras sospechas recaigan en la joven viuda. Pero Christie no es previsible o, por lo menos, no lo es en esta novela. El desenlace nos sorprenderá en extremo y aunque siempre teníamos al criminal delante de nuestros ojos jamás se nos ocurrió fijarnos en él. Pero esta novela cuenta con la novedad de estar narrada por un o de los personajes, diferenciándose así de aquellas otras narradas en tercera persona, en las que la batuta de la investigación la llevan Mrs. Marple o Hercules Poirot.



Antes hablaba de los defectos que le achacaba a mi edición pero hay que reconocer que también tiene sus puntos positivos. Por ejemplo cuenta con un dramatis personaeque si bien en este caso no es estrictamente necesario pues el lector puede controlar perfectamente el quién es quién, siempre se agradece. Además figuran unas notas al pie que nos aportan cierta información. La más importante, la referida al título. La casa torcida hace referencia a una canción infantil: 


There was a crooked man and he went a crooked mile.
[Érase un hombre torcido que anduvo una milla torcida]
He found a crooked sixpence beside a crooked stile.
[Encontró seis peniques torcidos junto a un portillo torcido].
He had a crooked cat which caught a crooked mouse.
[Tenía un gato torcido que cogió un ratón torcido]
And they all lived together in a little crooked house.
[y todos vivieron juntos en una casita torcida].

La rima juega con la palabra «crooked» que tiene un doble significado. Por un lado vendría a significar «torcido» y por otro, «deshonesto»Dice la nota al pie, algo que corroboro, que a lo largo del libro son muchas las alusiones a esta rima infantil y que sería conveniente que el lector tenga en cuenta el doble significado cuando se haga referencia a alguna persona. 

Me ha gustado mucho volver a acercarme a las novelas de Agatha Christie, tanto es así que anoche mismo volví a ver la película Testigo de cargo, una de los mejores largometrajes de misterio y policíaco que he visto en mi vida. Según tengo entendido, La casa torcida también tendrá su homólogo en el séptimo arte pero es tan solo un proyecto. De momento habrá que esperar pero os comento que para el próximo miércoles os hablaré de una película basada en un episodio misterioso de esta novelista británica.



[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]


Retos:

- Autores de la A a la Z.
- 12 meses, 12 libros.
- Libros olvidados
- Sumando 2015.
- 100 libros.



Puedes adquirirlo en:







ENTREVISTA a ANDRÉS PÉREZ DOMÍNGUEZ (Los perros siempre ladran al anochecer)

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Autor

Andrés Pérez Domínguez nació en Sevilla en 1969. Ha ganado varios premios literarios y es autor de las novelas La clave Pinner (2004), El factor Einstein (2008), El síndrome de Mowgli (2008), El violinista de Mauthausen (2009, Premio Ateneo de Sevilla) y El silencio de tu nombre (2012). Los perros siempre ladran al anochecer fue merecedora del Primer Premio Iberoamericano de Novela Corta "La Espiga Dorada". 

Sinopsis

Clara y Jorge acaban de mudarse a una urbanización porque la convivencia con los vecinos del edificio donde vivían era insoportable. Esperan que ahora todo sea diferente, pero arrastran un secreto oscuro del que  no pueden librarse y, aunque sus nuevos vecinos los acogen con entusiasmo, pronto descubrirán cosas terribles de su pasado que abrirán una grieta insalvable entre ellos. Los perros siempre ladran al anochecer es un relato de suspense que se lee de un tirón y que al mismo tiempo arroja luz sobre la condición humana, las dudas que lastran la existencia y la dificultad de entender el ayer para empezar de nuevo. 

[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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Andrés Pérez Domínguez es un autor al que muchos conocéis por sus diversas novelas, especialmente por El violinista de Mauthausen, con la que ganó el Premio Ateneo de Sevilla 2009 y por El silencio de tu nombre.

Recientemente ha publicado una novela corta en Alianza Editorial titulada Los perros siempre ladran al anochecer, una novela cargada de intriga psicológica con la que he disfrutado mucho. Sé que algunos estáis inmersos en una lectura conjunta organizada por Carmina de De tinta en vena y confío en que os esté gustando tanto como a mí. 

Aprovechando que Andrés ha estado de promoción los pasados días, nos reunimos con él para tomar un café y hablar un poco de su trayectoria, su actual novela y su futuro. Sin desvelarnos los detalles importantes del argumento, esto es lo que nos contó. 


Marisa G.- Andrés sé que tengo delito porque en casa están todas tus novelas y sin embargo, esta es la primera tuya que leo. 

Andrés P.- ¿Y te ha gustado?

M.G.- Rotundamente sí. Me ha gustado mucho. Pero me ha resultado curioso una novela tuya que no llega a doscientas páginas cuando estamos acostumbrados a novelas de mayor volumen. Sin embargo, indagando un poco sobre ti veo que también has escrito cuentos, algo que no todo el mundo sabe.

A.P.- No, por desgracia, no lo sabe mucha gente. En mi blog o en las entrevistas de promoción de esta novela siempre hablo de la cara B, me refiero a que cuando publicas un libro así, el lector puede entender que se trata de una obra menor pero eso realmente no es así. Escribir una novela breve no es más fácil ni más difícil que una novela larga. Simplemente es diferente, es otro tipo de esfuerzo. La novela corta me gusta mucho porque participa de algunas características del cuento como son las sugerencias y ganar al lector por K.O. Esto en una novela larga no es tan fácil. Era Hemingway quién decía que en la novela se gana por puntos y en el cuento se gana por K.O. y tenía bastante razón al decirlo. 

Por otra parte, cuando me siento a escribir, nunca me planteo si tengo que hacer una novela corta o larga para vender. Cada historia te pide una extensión diferente y yo sabía que Los perros siempre ladran al anochecer pedía una extensión que no fuera demasiado larga. 

M.G.- Los cuentos y los relatos, que yo tanto defiendo, es un género por el que los lectores muestran rechazo aunque, si te digo la verdad, últimamente he notado un leve acercamiento.

A.P.- Es una bola de nieve. Son reacios porque los libreros y los editores son reacios porque no se venden. El género del cuento y el de la novela corta sigue funcionando gracias a algunas editoriales que se empeñan en publicar este tipo de narrativa y sobre todo, y no me lo tomes como una petulancia, gracias a los escritores que se empeñan en escribir cuentos a pesar de que el mercado no los demanda. Pero piensa que hay muchos certámenes de cuentos en España y eso es algo muy motivador. De hecho, durante muchos años he vivido de participar en certámenes literarios de cuentos y así fue como empecé a meter la cabeza en este mundillo. Por lo tanto, yo vengo del género del cuento pero no he dejado de ser cuentista para ser novelista. Cuando me pongo a escribir una novela  me da igual que sea más larga o más corta, yo lo que quiero es que el trabajo salga lo mejor posible.

M.G.- Pues en esta novela corta lo has hecho muy bien porque ¡vaya inicio! Agarras al lector por las tripas desde la primera linea y lo metes en una tensión absolutamente brutal.

A.P.- Eso no es fácil. Requiere una voluntad por parte del escritor. No todos los escritores pretenden hacerlo así, algo muy respetable, pero a mí sí me gusta enganchar al lector desde el principio y para eso no es necesario que haya mucha acción ni sangre. Esta novela lo que tiene es mucho suspense psicológico más que acción. Mis libros son siempre así, tratan más de sentimientos porque son universales y es fácil que el lector se identifique con ellos. Cuando me pongo a escribir una novela, a priori,«literaria» como esta, lo que intento es que sea muy entretenida y cuando me pongo a escribir una novela, a priori, «que lleva voluntad de best-seller» como El silencio de tu nombre o El factor Einstein, por ejemplo, lo que quiero es que sea muy literaria. 

M.G.- Y desde la primera página ya sabemos más o menos por dónde pueden ir los tiros o qué tipo de historia vamos a encontrar porque incluyes una cita de Patricia Highsmith, una señora estupenda en temas de suspense. 

A.P.- Patricia Highsmith es para mí uno de los muchos referentes que tengo como escritor y esta novela en particular se abre con la cita de uno de sus cuentos.

Las citas nunca están ahí por casualidad sino que tienen algo que ver con lo que el lector descubrirá antes o después. No sé si te la has releído después de leer la novela pero, si te fijas bien, esa cita está muy relacionada con todo lo que se narra.  

M.G.- Sí. A mí me gusta fijarme en esos detalles porque dicen mucho tanto de la obra como del autor. 

A.P.- Claro. Yo siempre leo con un lápiz en la mano y tengo libros subrayados desde hace muchísimos años y voy señalando citas... Lo bueno es que entre mis pocas cualidades está la de tener una memoria excelente y por eso me resulta muy fácil encontrar algo que subrayé en un libro leído veinte años atrás. 

M.G.- La historia que cuentas en la novela es la de un joven matrimonio compuesto por Jorge y Clara, que se ven obligados a huir del inmueble en el que viven porque los vecinos les están haciendo la vida imposible a raíz de unos rumores. He leído por ahí que esta historia tiene un trasfondo real.

A.P.- Sí. Mira, yo soy oyente de radio desde hace muchísimos años y me suele gustar mucho cuando los oyentes llaman para contar algo. Cuando una persona se pone a contar algo y se abre las entrañas, a veces está resumiendo su vida, incluso sin intención, y te está contando algo importantísimo y lo mismo lo hace entre líneas. En este caso, resulta que una señora llamó a un programa de la radio y contó con lágrimas y mucha pena que ella y su marido se tenían que ir del edificio donde vivían porque los vecinos les hacían la vida imposible ya que sospechaban de un oscuro secreto de su pasado. A mí eso me llamó mucho la atención y lo anoté. Yo suelo ir tomando notas o coleccionando recortes de prensa para esas historias que no sé si algún día escribiré. Pues bien, años después retomé aquella historia y me puse a pensar si aquella mujer llevaría razón o, si por el contrario, la llevaría los vecinos. ¿Qué ocurrió realmente? Escribir ficción consiste muchas veces en abrirte paso a machetazos después de encontrar un hueco en la realidad. 

Fíjate que esta novela la escribí en 2007, ganó un premio en el 2009, y no se ha llegado a publicar hasta ahora, ocho años después de haberla escrito. Y esto me lleva a hablarte de la paciencia que hay que tener en el mundo literario, algo que, por desgracia, escasea mucho entre la gente que empieza ahora, que enseguida se coloca la palabra escritor.




M.G.- Pero entonces entiendo que tú la escribes de principio a fin en el 2007 y la reescribes ahora, ¿no? 

A.P.- Claro. De hecho tardo tanto tiempo en reescribirla como tardé en escribirla. Escribir consiste en un trabajo de depuración. Se dice que muchas veces se publica para dejar de corregir pero a mí me gusta pulir y aprovechando que se iba a publicar, he vuelto a reescribirla porque se supone que uno va evolucionando y lo que antes me gustaba lo mismo ahora no. A esta novela, si tenía ciento ochenta páginas, le habré quitado quince más o menos pero lo que quería era depurarla al máximo para que el lector se la encontrara lo más limpia posible.

Decía  Saint-Exupéry que la perfección no se consigue cuando no hay nada más que añadir sino cuando no hay nada más que quitar. Es una frase aplicable al trabajo literario.

M.G.- Algo que me gusta mucho de esta historia es su credibilidad. Aunque nos parezca mentira, los rumores pueden llegar a destruir la vida de una persona.

A.P.-Sí, es como lo que dicen los italianos, «Se non é vero, é ben trovato» (Si no es verdad, está bien contado). Mira una de las primeras reglas que tiene que cumplir la literatura es la ley de la verosimilitud. Tú puedes escribir una novela sobre el espacio sideral pero tienes que hacerla creíble. Verosímil no quiere decir que sea real ni que sea algo doméstico, si no que sea creíble, que te puedas llegar a creer que esta historia puede ocurrir, lo que los guionistas de cine llaman «suspensión de incredulidad», es decir, cuando tú entras en la historia, te estén contando lo que te estén contando, tú suspendes la incredulidad, te la crees. Para eso es  muy importante el narrador y la forma de contarlo. Yo he querido que sea Jorge el que le está contando la historia al lector, en lugar de ser el lector el que la lea. Esto se consigue con mucho trabajo, con mucha técnica, con fluidez narrativa. La novela tiene cincuenta y dos capítulos de corta extensión por lo que se lee muy rápido. El escritor tiene que saber hacer uso de estos recursos muy bien para poder conseguir este propósito.

M.G.- Y hablando de los personajes. Los principales son Jorge y Clara, el matrimonio, luego hay unos vecinos que pretenden ser considerados como si fueran miembros de la misma familia. A mí me dice eso un vecino y salgo huyendo.

A.P.- Pero eso es muy típico. Eso le gusta mucho a los vecinos (risas).

M.G.- Pues ¡qué miedo! (Risas).

Clara es una mujer histérica, paranoica, celosa compulsiva,...

A.P.- Sí, pero no me lo pintes de ese modo. No es así porque sea mujer. Él tampoco es un santo. De hecho, él se siente muy culpable. Lo que pasa es que yo quería explorar dos cosas: los celos y el mecanismo del rumor.

El asunto de los celos es algo absurdo. Una vez le oí decir a alguien, no recuerdo a quién, que los celos son un sentimiento estéril porque si tienen fundamento no tiene sentido que sufras puesto que no hay nada que puedas hacer, y si no tienen fundamento, sufres en vano.

En cuanto al rumor, ¿qué ocurre con los rumores? Para que un rumor funcione tiene que tener un componente emocional, como ocurre en la novela, y además se le puede ir añadiendo detalles. Cada uno puede ir añadiendo cosas sin que el rumor cambie sustancialmente. 

Con todo esto, y dado que solo tenía dos personajes, solo uno de ellos podía caer en los celos y le tocó a ella pero no porque sea mujer.


M.G.- Es decir, ¿que no has querido ponerle las características típicas que se le aplican a las mujeres?

A.P.- No, no, en absoluto. De hecho si lees otras novelas mías los personajes más fuertes son las mujeres y los más inteligentes,... Bueno, Clara también es una mujer muy fuerte.

M.G.- Eso te iba a decir. De los dos personajes, la que más me ha impactado y más nerviosa me ha puesto es Clara. 

A.P.- Claro, ella es el personaje estrella de la novela pero si un personaje es bueno, se levanta por la mañana, lleva a sus hijos al colegio, solo se dedica a trabajar y a su familia y no hace nada extraordinario, como personaje literario no tiene ningún valor.

M.G.- Es insustancial.

A.P.- Eso es. Los personajes más interesantes son los que no son normales o no hacen las cosas habituales aunque aparentemente tengan una vida como la de cualquiera. Tienen que tener muchas aristas. Clara es una buena mujer pero las circunstancias de lo que está viviendo la llevan a comportarse de una determinada manera, igual que él, porque él no es inocente tampoco. 

M.G.- Y Jorge es el narrador de esta historia en primera persona. Yo sé que los narradores onmiscientes son en tercera persona pero ¿Jorge no tiene también algo de omnisciente? Es que yo he percibido al narrador como un personaje que sobrevuela la escena y sabe perfectamente lo que piensa cada uno.

A.P.- Puede ser pero date cuenta de que su punto de vista se sitúa en lo que está pasando y en lo que él cree que está pasando. Entiendo que puede darte la sensación de que es un narrador omnisciente pero mi intención no es esa. Pero ojo, yo no quiero que mi opinión se imponga a la tuya. En serio, cada opinión es tan buena como la del autor. Lo bueno que tiene una novela es que el lector la completa con su propio punto de vista.

M.G.- Es que como narrador en primera persona me ha sorprendido porque ofrece más información de lo normal de su propia boca.


A.P.- Sí, pero la información que te da no se la saca de la chistera. Se justifica narrativamente en la novela diciendo que Clara lo ha llamado, le ha escrito, le ha contado... Y todo eso, desde mi punto de vista, se sobreentiende. Luego tú, como lectora, puedes entender otra cosa.

M.G.- Sí, si comprendo lo que dices pero me ha gustado especialmente por eso...

A.P.- Ah, pues si te ha gustado mejor todavía. Es que pensé que me lo decías como algo negativo (risas).

M.G.- No, no, para nada, al revés (risas). No te justifiques más Andrés, si me ha gustado mucho precisamente por eso mismo (risas). Es que para ser un narrador en primera persona me estaba dando una visión global de todo lo que ocurría. Es solo una sensación que he tenido.

A.P.- Ah, vale, vale. De todos modos, hay unas reglas para mí como escritor que no deben saltarse nunca y una es precisamente esa. Si Jorge está contando algo, el lector tiene que entender que él lo sabe de alguna forma y no porque se lo saque de la manga, aunque tú puedas tener otra sensación. 

M.G.- Comprendo. 

Y Andrés te voy a preguntar algo que jamás le he preguntado a un autor pero que tiene que ver con la técnica que usáis y que siempre me ha producido mucha curiosidad. 

A.P.- Dime.

M.G.- En Los perros siempre ladran al anochecer hay mucho flashback. Los capítulos se alternan entre pasado y presente. Y yo me pregunto, ¿qué os aporta esta técnica? ¿Por qué se emplea con frecuencia? ¿No os resulta más fácil una narración cronológica?

A.P.- Te desvelo algo. Cuando se publica una novela, no quiere decir que se haya escrito en su primer o segundo borrador tal y como se edita y la ves publicada. No lo recuerdo bien pero es muy posible que algunos de los capítulos que correspondan al pasado los haya escrito todos seguidos, del tirón, y luego haya ido cortando y alternando con los que he escrito sobre el presente. De algún modo, llegué a la conclusión de que así era más atractiva para el lector. Me resulta más entretenida.

M.G.- No, si a los lectores nos gusta pero os imagino escribiendo y me parece mucho más complicado.

A.P.- Depende. Eso te lo pide la historia. Particularmente a mí me gusta que los libros den muchos saltos en el tiempo. Me gusta mucho jugar con la estructura, arriesgar, no hacer siempre lo mismo. 

M.G.- Y en cuanto al desenlace, creo que has sido un buen padre para estos personajes. Creo que te portas muy bien con ellos.

A.P.- Me gustan los finales abiertos. A algunos lectores no les gusta y me lo dicen pero yo creo que es más interesante dejar una puerta abierta por la que el lector pueda seguir pensando. Creo que, hacerlo así, es respetar al lector y no dárselo todo mascado. Y enlazo esto con lo que te contaba antes de las sugerencias del cuento. Al sugerir, al no contarlo todo y solo insinuar, permites que el lector vaya imaginando cosas y días después de haberla leído te surgen nuevas ideas. 

M.G.- Bueno, te diré que hoy mismo en el desayuno he estado hablando de eso con mi marido. Comentábamos los distintos mensajes que esconde el título. Para mí significaba una cosa y para él otra.

A.P.- Eso es lo maravilloso. Eso para mí es un valor. Pero te diré que cuando me pongo a escribir no me organizo para concretar si el lector se tiene que plantear esta duda o esta otra.  Eso te sale o no te sale de forma natural. 

M.G.-  Pues con ese final abierto, al terminar de leer, me cuestioné si esta historia acababa bien o mal, si finalizaba el sufrimiento de los personajes o si empezaba. Porque ya empieza una a elucubrar....

A.P.- Claro, pero eso es lo bueno. Terminas de leer el libro pero no la historia. 

M.G.- ¿Y ese título? Es cierto que a lo largo de la narración vamos escuchando el ladrido de los perros.

A.P.- Es una metáfora que viene a decir que hagamos lo que hagamos los perros siempre ladran al anochecer. Es un título un tanto fatalista. Y luego cerraba muy bien la historia y encajaba muy bien con el tipo de vida que los protagonistas habían elegido en esa urbanización en la que esperaban una tranquilidad que no llega.

M.G.- Yo tenía esa teoría del destino pero en el desayuno, en esa conversación con mi marido, se me ocurrió que esos perros ladrando también podían representar la conciencia. Ese mordisco que a veces sentimos cuando sabemos que algo está mal.

A.P.- Sí, la conciencia o ese pasado que siempre nos termina estallando en la cara. Viene a ser lo mismo. 

M.G.- Andrés, ya para ir acabando. Creo que eres de los autores, de los que sigo por Facebook, que más se mueve, más se muestra, incluso a nivel personal. 

A.P.- Facebook te permite cierta cercanía con los lectores y el reto es contar de ti pero sin contar de ti. Quiero decir, doy información personal pero sin darla. Me explico. Tú porque me conoces personalmente pero casi nadie sabe de mí, si estoy soltero, si estoy casado, si tengo hijos, donde vivo,... Nada de eso porque, entre otras cosas, hay que mantener una distancia.  Pero Facebook te hace sentir en cierta manera muy acompañado, lo cual está muy bien. A mí me gusta mucho cuando subo una foto con mi familia, con mis padres, con mi perro y la gente reacciona. 

M.G.- Sí, sí, las veo. Alguna de tu padre y muchas de tu perro.

Foto tomada del perfil
de Facebook del autor
A.P.- Mi perro es un crack en Facebook. Yo subo una foto de mi perro y al momento tiene quinientos «Me gusta». Si mi perro escribiera novelas sería Ken Follett (risas).

M.G.- (Risas). Es que es para comérselo. Oye, hablando del perro, se me está ocurriendo ahora una pregunta. Jorge y Clara tienen un perro que se llama Batman. ¿Ese perro existía ya en 2007 cuando escribiste la novela o los has incorporado ahora al reescribirla en 2014 y pensando en Mowgli?

A.P.- Sí, sí, sí,... El perro es un pastor alemán y Mowgli es un labrador pero ya existía de antes. 

M.G.- Ah bien, bien. 

Bueno, ¿y qué tal va la novela hasta ahora?

A.P.- Bueno, yo, de momento, estoy muy contento. Publicarla además en Alianza es para mí un orgullo. Supone un registro en el que mis lectores más habituales no están acostumbrados a verme pero bueno... 

M.G.- ¿Y los proyectos futuros?

A.P.- Pues a primeros de enero le entregué a mi agente una novela de quinientas páginas ambientada en la Sevilla actual cuyo protagonista es un inspector de homicidios. Es una novela policíaca porque el protagonista es un policía, obviamente, pero sobre todo es una novela de sentimientos de la que estoy muy orgulloso. Es un cambio de registro también. Se publicará a finales de año o el año que viene. Tampoco me corre prisa.

Y por otra parte, llevo unas doscientas páginas escritas de un proyecto que abandoné para escribir esa novela policíaca que te digo, en el que recupero a Gordon Pinner, el protagonista de La clave Pinner

M.G.- Ah, pues me leeré primero La clave Pinner.

A.P.- Esa saldrá para dentro de dos o tres años. La policíaca es un salto sin red pero como te digo y sabes, a mí me gusta hacer cosas diferentes.

M.G.- Pues esperaré con ganas las dos y a ver si me pongo las pilas con las restantes. Muchas gracias Andrés por todo. Ha sido un placer charlar contigo.

A.P.- Gracias a vosotros. 

Y hasta aquí la entrevista que nos concedió Andrés Pérez Domínguez. Desde ya os recomiendo su último trabajo, Los perros siempre ladran al anochecer, novela de la que os hablaré con detalle el próximo viernes.



[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]

AGATHA (INTRIGA - 1978).

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Año: 1978

Nacionalidad: EE.UU.

Director: Michael Apted.

Reparto: Vanessa Redgrave, Dustin Hoffman, Timothy Dalton, Timothy West, Celicia Gregory, Helen Morse.

Género: Intriga

Sinopsis: Año 1926. Agatha Christie (Vanessa Redgrave), una famosa escritora de carácter frágil y dependiente, casada con un coronel (Timothy Dalton), lleva 11 días desaparecia. Wally Stanton (Dustin Hoffman), un conocido periodista americano, investigará su misteriosa desaparición...


[Información facilitada por Filmaffinity]



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La novelista británica y reina de las novelas de misterio y policíaca, Agatha Christie, desapareció de su hogar familiar en diciembre de 1926 y estuvo desaparecida durante once días. La noticia fue acogida por los medios de comunicación y por los lectores en general con gran revuelo, máxime cuando se encontró su vehículo, un Morris Cowley, abandonado y con todas las pertenencias de la autora en el interior. A partir de aquel momento, la policía movilizó a todo su personal para intentar localizar a la escritora que apareció, sana y salva, en un hotel de lujo de Harrogate en el que se había registrado con un nombre falso. Mucho se especuló sobre los motivos de tal desaparición pero la versión que dio la familia tenía que ver con una pérdida momentánea de la memoria de la autora tras sufrir un percance automovilístico. No obstante, la rumorología general apuntaba en otra dirección. 

La película Agatha, de la que vengo a hablaros hoy, es una recreación de lo que pudo haber ocurrido basándose en las circunstancias personales que por entonces vivía la autora y haciéndose eco de rumores e hipótesis posible. De hecho, este largometraje comienza con el siguiente aviso:

«En diciembre de 1926, la famosa escritora de novelas de misterio Agatha Christie, desapareció de su domicilio durante 11 días. Así empezó un extraño episodio al que jamás se ha dado una explicación convincente. Hay, no obstante, ciertos indicios, que podrían esclarecer el comportamiento de la señora Christie. Esta película es una solución imaginaria a un misterio real»

Por tanto, vamos a atenernos única y exclusivamente a la historia que se narra en la película, en la que veremos a un matrimonio, el compuesto por el coronel Archibal Christie y su esposa Agatha en un punto complicado de su relación. 

Las primeras escenas nos muestran a la pareja bastante distanciada. Ella acaba de publicar su novela El asesinato de Roger Acroy y anda envuelta en la presentación del libro ante los medios de comunicación, acto al que le acompaña su marido como mero trámite y para guardar las apariencias. No obstante, el coronel Christie parece mantener por entonces una relación con su secretaria Teresa Neele, de la que la escritora estaba al tanto. La película nos muestra a una mujer temerosa del futuro de su matrimonio, tratando de evitar lo inevitable, hasta que esto llega. Su marido le pide el divorcio para casarse con la señorita Neele y tras una fuerte discusión, abandona el hogar conyugal. 



Agatha Christie queda totalmente abatida pero parece despertar del letargo en el que se ha hundido cuando conoce que Teresa Neele tiene intención de pasar unos días en los Baños Reales de Harrogate. Algo se despierta en la mente de Christie. A altas horas de la noche, la escritora cogerá su coche y saldrá de viaje pero, mientras se va imaginando escenas románticas y amorosas entre su marido y su amante, tendrá un accidente por el camino. A partir de este punto, el largometraje nos mostrará el lugar en el que ella aparece y desarrollará las verdaderas intenciones de Christie, qué se le ha ocurrido y con qué motivo. 

Todo esto se alterna con la investigación policial que recuerda mucho a las que leemos en sus novelas. La policía sospecha que la autora se ha suicidado y despliega todo un dispositivo de búsqueda, movimientos que vigila muy de cerca un afamado periodista americano, Wally Stanton, quién muestra un especial interés por encontrar a la señora Christie. Gracias a una información que obtiene del núcleo más cercano a la autora dará con su paradero. 

Como si de una de las películas basada en alguna de sus novelas se tratara,Agatha está llena de suspense y misterio pero de manera muy sutil, algo que se incrementa radicalmente hacia los últimos veinte minutos de metraje cuando vemos cómo Agatha lleva a cabo lo que su mente, acostumbrada a tramas criminales, desarrolla su plan. El espectador, al igual que nos ocurre cuando somos lectores, podemos ir haciéndonos una idea lo que ha urdido la escritora pero con toda probabilidad nos equivocaremos.

La imagen que esta película nos muestra es la de una Agatha Christie tremendamente tímida hasta el punto de tratar de evitar a toda costa los actos sociales relacionado con sus novelas (presentaciones, entrevistas,...). Parece que tiene pánico a hablar en público algo que nos sorprende enormemente y además parece ser muy dependiente, débil y vulnerable. A pesar de ser una escritora de éxito, resulta que no se siente segura si está sola. Creo que la interpretación que ofrece Vanessa Redgrave es bastante acertada y se ajusta con esa imagen, independientemente de que sea real o no.


En cuanto al coronel Christie interpretado por Timothy Dalton vemos a un  hombre arrogante,  autoritario y bastante déspota. Pero en el plano masculino quien luce con más luz es Dustin Hoffman en el papel de Wally Stanton. Su interpretación es lo suficientemente correcta como para creernos su papel, el de un periodista consagrado y habilidoso que como un viejo zorro consigue toda la información que desea. Creo que este actor es muy versátil y camaleónico por lo que siempre es un gustazo verlo en pantalla. Eso sí, se equivocaron al emparejarlo con Vanessa Redgrave pues existe entre ellos una diferencia de altura bastante significativa que molesta a nivel visual. 

Estamos en los años 20. Desde Estados Unidos llegan las modas en cuanto a vestuario, música, peinados, bailes -Europa se rinde ante el charleston-. La ambientación de esta película es quizás lo más destacable. Todo está muy conseguido: los vestidos de las damas con su sombreritos, los trajes de los caballeros, los coches de la época e incluso el balneario donde se sitúa buena parte de la trama. Además las escenas se llenan de una luz tenueque invita a pensar en el misterio. Todo gira en torno a lo mismo, a una desaparición en las frías noches inglesas del mes de diciembre y casi se puede percibir el frío y la humedad que atraviesa la pantalla.



Tal y como se menciona al principio, la película no es más que una «solución imaginaria» y aún así hay cuestiones que quedan en el aire sin resolver. Por ejemplo, ¿qué ocurrió entre el accidente de coche y el momento en el que la autora aparece en el hotel? Por otro lado, y ateniéndonos a los hechos reales, ¿no era lo suficientemente famosa Agatha Christie como para que la reconocieran? Quizás la respuesta sea no y eso nos parezca extraño porque lo vemos con los ojos de nuestros días donde todo está tan mediatizado y la información corre a velocidad de vértigo. Quizás muchos sabían quién era Agatha Christie pero no eran capaces de ponerle rostro.

Agatha es una historia entretenida que recrea con mayor o menor acierto el misterioso episodio acaecido en su vida. Se trata de una película que tiene como pilar la venganza, que será servida en plato frío, de ligero suspense que aumenta en el último cuarto de hora sin llegar a ser inquietante y con un toque de romanticismo. Es amena, se deja ver, con actores muy correctos y una muy buena ambientación. 




Trailer [en inglés]:









[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]

LOS PERROS SIEMPRE LADRAN AL ANOCHECER de Andrés Pérez Domínguez.

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Editorial: Alianza.
Fecha publicación: enero, 2015.
Nº Páginas: 168.
Precio: 10,90 €
Género: Novela corta.
Edición: Tapa blanda.
ISBN: 978-84-206-9700-0
Autor

Andrés Pérez Domínguez nació en Sevilla en 1969. Ha ganado varios premios literarios y es autor de las novelas La clave Pinner (2004), El factor Einstein (2008), El síndrome de Mowgli (2008), El violinista de Mauthausen (2009, Premio Ateneo de Sevilla) y El silencio de tu nombre (2012). Los perros siempre ladran al anochecer fue merecedora del Primer Premio Iberoamericano de Novela Corta "La Espiga Dorada". 

Sinopsis

Clara y Jorge acaban de mudarse a una urbanización porque la convivencia con los vecinos del edificio donde vivían era insoportable. Esperan que ahora todo sea diferente, pero arrastran un secreto oscuro del que  no pueden librarse y, aunque sus nuevos vecinos los acogen con entusiasmo, pronto descubrirán cosas terribles de su pasado que abrirán una grieta insalvable entre ellos. Los perros siempre ladran al anochecer es un relato de suspense que se lee de un tirón y que al mismo tiempo arroja luz sobre la condición humana, las dudas que lastran la existencia y la dificultad de entender el ayer para empezar de nuevo. 


[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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Si tuviera que buscar una palabra que definiera la tensión con la que he leído este libro, la elección recaería sobre el término «brutal». Desde un principio podemos hacernos una idea del tipo de lectura que vamos a encontrar pues, no en balde, abre la novela una cita de Patricia Highsmith, que cobra su sentido más completo una vez finalizada la lectura. Desde los inicios flota en la atmósfera una inquietud que agarra al lector por las entrañas y no lo soltará hasta llegar al desenlace. Frases del tipo «Ésta no es una historia de fantasmas», «Tampoco hay demonios en esta historia» o «somos unos monstruos» provocan en nuestro interior una combustión de difícil extinción.

Jorge y Clara, un joven matrimonio deciden romper con su vida anterior y comenzar de nuevo. Para ellos se mudarán desde un piso en un barrio humilde a una urbanización más lujosa, con la esperanza de encontrar una tranquilidad que han perdido en su anterior lugar de residencia. El edificio que dejaron atrás guarda un secreto, un pasado y unos vecinos que le han hecho la vida imposible a la pareja. La intriga se apodera de nosotros desde las primeras líneas. El lector sabrá que algo terrible les ha ocurrido pero la información nos será dada en pequeñas dosis, con lo que nuestra mente comenzará a elucubrar, a imaginar hechos luctuosos, horribles tragedias que nos dejarán sin habla. La tensión aumenta cuando en el segundo capítulo sale a relucir un nombre. David. Es el hijo de la pareja, una vida que dejó de respirar pero sin saber ni cómo ni cuándo. Y en un principio creeremos que será eso lo que les ocurre a Jorge y Clara, que el destino les ha golpeado duramente, que necesitan alejarse de los recuerdos y comenzar de nuevo. Sin embargo no acabará ahí la cosa. Hay más. 

Dos de los temas que se tocan en esta novela corta corresponden al común de los mortales: los celos y los rumores.¿Quién no se ha visto subyugado alguna vez por el torrente de los celos? ¿Quién no ha visto en su propia piel o en la de alguien cercano las huellas que dejan los rumores? Lo que ocurre en esta historia de ficción bien podría ser el reflejo de una realidad cotidiana y tanto es así, que la idea de la novela surge en la mente de su autor a raíz de oír un testimonio en un programa radiofónico, tal y como nos comentó en la entrevista que nos concedió (puedes leerla aquí). Celos, rumores, tragedia,... una combinación de elementos peligrosa que nos llevará a un desenlace que tendrá tantas interpretaciones como lectores hay.¿Acaba la historia en este punto? ¿Se pone fin al sufrimiento de los personajes o es ahora cuando comienza?  El abanico de posibilidades es amplio y cada uno de nosotros tendremos la libertad de concluir la narración como mejor nos guste. 


Pocos serán los personajes que encontremos en la novela. Los principales son Jorge y Clara, y a su alrededor todos los vecinos. De todos ellos, Clara es la que más me ha impactado, una mujer que, a priori, es tan normal como tú y como yo, que tiene una vida sencilla como la que podemos tener tú y yo pero que se ve arrastrada por el torbellino de sus circunstancias. Surge así un personaje lleno de matices, a veces sensato y a veces neurótico, un personaje que le toca la peor parte y que, en mi caso, ha despertado mis nervios más de una vez.

Jorge no es un santo varón pero sería injusto no reconocerle su voluntad e implicación. Partiendo de un matrimonio en el que ya existían fisuras, Jorge asume sus responsabilidades e intentará luchar por su relación conyugal. Se me figura un hombre cabal, que no se deja llevar por unas emociones dañinas. Si he de ser sincera, en ocasiones me he compadecido de él pues lo he visto abandonar sus sueños, dejar a un lado una vida profesional de éxito para atender a Clara, para estar junto a ella, a sabiendas de que la armonía era de difícil alcance.

Y al otro lado del ring, los vecinos, los de la antigua vivienda y los de la nueva. Cuando tus vecinos te dicen que, en realidad, sois como miembros de la misma familia, ¿habría que echarse a temblar? Yo, desde luego, sí lo haría. Resulta difícil convivir día a día con un grupo de individuos que te hacen el vacío, que ni te miran, que no te tienen en cuenta en las reuniones de comunidad. ¿Por qué esa conspiración? En esta novela los vecinos tienen tanto peso como los protagonistas principales. 

Narrado en primera persona en la voz de Jorge, en Los perros siempre ladran al anochecer el pasado y el presente se alternan a lo largo de cincuenta y dos capítulos de muy corta extensión que vuelan entre nuestras manos. Hay capítulos que te dejan literalmente colgando del precipicio, el famoso cliffhanger, por lo que el lector se verá incitado a leer más y más, tratando de averiguar cuál es el oscuro secreto que anida en la vida de estos personajes. 

Resultado de imagen de perros ladrandoCon un inicio que te sacude, una atmósfera prácticamente asfixiante y un argumento cargado de suspense psicológico, Los perros siempre ladran al anochecer se alza como una novela corta totalmente adictiva, que te dejará pegado a sus páginas. Muchas veces es preferible leer de manera pausada y tranquila pero con esta novela ese propósito es del todo imposible. Te recomiendo que elijas el momento de más tranquilidad en tus días, prepares un entorno acogedor y silencioso y te sumerjas en esta lectura. Quizás mientras la estés leyendo oirás a los perros ladrar al llegar la noche. Presta atención porque tras ese sonido se esconde un mensaje, quizás el mismo que tortura a Jorge y Clara. 



[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]


Retos:

- 25 españoles.
- Sumando 2015.
- 100 libros.



Puedes adquirirlo en:


HACIA LOS MARES DE LA LIBERTAD de Sarah Lark.

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Editorial: Ediciones B.
Fecha publicación: 2014.
Nº Páginas: 720.
Precio: 21,00 €
Género: Novela landscape.
Edición: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 978-84-666-5491-3

Autora

Sarah Lark, exitosa escritora alemana radicada en España, trabajó durante muchos años como guía turística. Con la Trilogía de la Nube Blanca (En el país de la nube blanca, La canción de los maoríes y El grito de la tierra) se encumbró a la categoría de best seller internacional con una espectacular acogida por parte de millones de lectores en un fenómeno de boca a boca sin precedentes. Sus dos novelas posteriores, La isla de las mil fuentes y Las olas del destino, ambientadas en Jamaica, conforman la llamada Saga del Caribe.

Con Hacia los mares de la libertad, el primer título de una nueva trilogía, Sarah Lark regresa a la tierra en la que todo comenzó. Una novela llena de giros, adictiva y emocionante.

Sinopsis

Sarah Lark regresa a Nueva Zelanda, un paisaje con el que irrumpió con fuerza en el panorama literario nacional gracias a su Trilogía de la Nube Blanca, y que se ha convertido en sello indiscutible de una autora que ha seducido con él a más de siete millones de lectores en todo el mundo.

Sin perder el marco de la cultura maorí durante el siglo XIX neozelandés, Hacia los mares de la libertad es una magistral novela que nos descubre la vida de aquellos irlandeses convictos que colonizaron Australia y la Tierra de Van Diemen.

Irlanda, 1846. Kathleen y Michael se aman y planean en secreto abandonar su tierra natal, la humilde y hambrienta Irlanda, en busca de una nueva vida mejor en el Nuevo Mundo. Pero todos sus sueños se ven truncados cuando Michael es condenado como rebelde y desterrado a Australia. Kathleen, embarazada, se verá obligada a casarse con un comerciante de ganado y emigrar con él a Nueva Zelanda. Entretanto, Michael, con la ayuda de la audaz Lizzie, intentará escapar de la colonia penal para reencontrarse con su primer amor.



[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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Nunca me había sentido muy atraída por la literatura de Sarah Lark. Esas largas historias enclavadas en el género de la novela landscape no eran lo mío. De hecho, cada vez que leía alguna reseña, mis comentarios giraban en torno al mismo sentido. Interesante pero no lo suficientemente atractivo para mí. Sin embargo, me dieron la oportunidad de estrenarme con la autora y con cierta reticencia, temiendo que la lectura se me hiciera eterna y pesada, me zambullí en Hacia los mares de la libertad. Para mi sorpresa, no puedo negar que el resultado ha sido más que satisfactorio.

Sarah Lark es famosa por sus sagas y trilogías. Llegó al panorama literario con En el país de la nube blanca, primera entrega de lo que sería la Trilogía de la Nube Blanca. Parece que tuvo aceptación y continuó escribiendo. Concluyó aquella trilogía y posteriormente publicó dos novelas más. Hacia los mares de la libertad forma parte de lo que es conocido como la Trilogía del Kauri, cuyo segunda entrega - A la sombra del árbol Kauri -, ya está en casa a la espera de ponerme con ella. 

La novela de la que os hablo hoy consta de más de setecientas páginas y desarrolla una historia con dos hilos argumentales que convergerán en un punto concreto hacia el desenlace.

En 1846, año en el que se inicia la novela, Irlanda sufre la conocida hambruna de la patata. Prácticamente era el único alimento que los irlandeses podían llevarse a la boca, pero una plaga y las inclemencias del tiempo dieron lugar a una catástrofe de considerables dimensiones. Solo había dos salidas: morir de inanición o intentar huir de un país que se hundían hacia tierras con más posibilidades. Los más afortunados se convertían en arrendatarios de los señores, como los Wetherby de la novela, pero tenían que pagar un precio muy alto para el poco dinero que obtenían de sus cosechas.

Leyendo los capítulos iniciales de la novela en los que se narran cómo la mayor parte de los habitantes estaban sumidos en las más absoluta de las miserias, me vino a la mente una canción muy conocida y muy versionada titulada Kilkelly, Ireland que narra a través de unas cartas entre padre e hijo los sufrimientos de los irlandeses a consecuencia de la hambruna. Es una melodía tremendamente triste pero que refleja muy bien la época. Si te gusta el folk irlandés no dejes de oírla.



Retomando el argumento de la novela, conoceremos a Mary Kathleen O'Donnell es una joven de extrema belleza, dulce, virtuosa, romántica y muy religiosa que anda enamorada de Michael Drury, un truhán, pícaro y soñador, muy obstinado y tozudo. Para él, al igual que para el resto de los irlandeses, el sueño anhelado es abandonar el lugar que lo vio nacer con destino a América, una tierra llena de oportunidades donde dejarán el hambre atrás. 

El amor entre Kathleen y Michael es un camino lleno de obstáculos. El padre de la joven no quiere que su hija tenga tratos con un joven cuya familia de dedica a destilar whisky de forma clandestina. En su lugar, James O'Donnell pretende casar a su hija con Ralph Trevallion, el administrador de los Wetherby, un negocio mucho más ventajoso para el bienestar familiar. Pero Kathleen no está dispuesta a acceder y menos aún cuando advierte que espera un hijo de Michael. Junto a su amado planean fugarse a América una vez que el joven padre consiga algo de dinero trapicheando pero todo se torcerá de manera estrepitosa. Michael es arrestado y enviado a Australia, una colonia británica pues Irlanda está bajo el yugo de la corona de la reina Victoria. Allí cumplirá condena y rehacerá su vida pasando por diferentes empleos: ballenero, pastor,... Sin embargo, jamás dejará de pensar en la dulce joven que dejó en Irlanda y en cuyo vientre crecía el fruto de su amor.

En cuanto a Kathleen, verá resignada cómo su amor es enviado a tierras lejanas. Sin saber muy bien qué hacer, volverá a casa de sus padres donde no le espera un caluroso recibimiento. Su padre sigue con la idea de casarla con Trevallion pero, no sabemos si por suerte o por desgracia, una nueva puerta se le abrirá para comenzar una nueva vida pero no será un vergel precisamente. Trabajará como una bestia, será maltratada, humillada y se sentirá terriblemente sola hasta que conoce a Claire Edmunds, otra soñadora que renuncia a todo por amor.

Por otro lado, conoceremos a Lizzie Owens es una joven prostituta de 17 años a la que encierran por robar en una panedería. Junto a otras presidiarias, será embarcada en el Asia rumbo a Australia. Una vez que lleva a la Tierra de Van Diemen, será conducida al penal de mujeres de donde saldrá por un golpe de suerte que le durará bien poco. Comenzará entonces a deambular de un punto a otro hasta que estrechar lazos con los maoríes. A través de este personaje el lector tendrá acceso a mucha información sobre esta cultura, cómo se relacionan entre ellos, los vínculos que se establecen, cuáles son sus dioses, qué opinan de los colonos,...




Así pues, tanto Michael Drury como Lizzie Owens son enviados a Australia a cumplir condena, pero ¿qué pasará con Kathleen O'Donnell? Si permanece en Irlanda pasando hambre, si parte a América tal y como planeó junto a su amado o si aparece en otro lugar del planeta son incógnitas que os dejo en el aire. Lo que sí os comento es que su vida no será nada fácil como tampoco lo será la de ninguno de los personajes. De cualquier manera, os adelanto que todos los personajes confluirán en un punto. No tendría sentido de otra manera pues se prevé que esta novela está articulada para que las vidas de los personajes transcurran por separados para volverse a encontrar en un futuro. Pero lo realmente interesante es analizar cómo se las compone la autora para hacerlo y en este sentido tengo que decir que Sarah Lark me ha parecido una narradora brillante y muy habilidosa, pues no debe resultar fácil manejar tantos hilos y con tantos lugares.  Va trenzando los mimbres de una extensa trama con mimo y cuidado, sin ir directamente al grano pero sin marear al lector. Paso a paso, sin prisa pero sin pausa, nos va acercando al objetivo regalándonos algunos capítulos cargados de suspense que se incrementa mucho hacia en el desenlace. Al final todo cierre de manera acertada, dejándonos un buen sabor de boca. 

Quizás, si le tengo que poner una pega, esta recaería en algunos personajes - niños, que me han parecido excesivamente maduros para su edad. Entiendo que en circunstancias adversas el ser humano tiende a espabilar y a aprender rápido pero ciertos diálogos de estos personajes, su manera de razonar y de actuar no me han convencido del todo. Y por otro lado, considero que hay pasajes en los que introduce muchos términos maoríes que no sé si llegan a quedar debidamente claros por el contexto. En cualquier caso, y dado el gran volumen de aventuras y acontecimientos que se producen en esta novela, tales pegas se pierden entre la inmensidad de los hechos.

Bajo mi punto de vista, el papel de la mujer es el punto fuerte de esta novela. A lo largo de la misma veremos a mujeres que sueñan, que aman, que son maltratadas, que sufren pero que también son fuertes y valientes. Apreciaremos un cambio en cuanto a la mujer que vive en Inglaterra o en Irlanda y aquella que vive en Australia o Nueva Zelanda, y será justamente en estas tierras donde visualizaremos un potente choque cultural entre los maoríes y los pakeha (hombres blancos). Con el paso de las páginas apreciaremos que ellas son más cabales, más inteligentes, más lógicas que los hombres y por lo tanto sus negocios y vidas prosperarán más y mejor. Algo que solo sería posible en estas tierras y no en sus lugares de origen.

Pero no se queda atrás la magnífica ambientación. Parece que Lark tiene un especial interés en toda la cultura maorí pues vuelve a repetir con los exóticos paisajes de Nueva Zelanda. Tengo que reconocer que el conocimiento que tiene la autora de esta cultura, ya muy minada en el siglo XIX con la aparición del hombre blanco, es espectacular como también lo es . Como también lo es su conocimiento sobre los procesos judiciales británicos de la época. La deportación hacia tierras lejanas era entendida como un castigo infligido a a maleantes y criminales pero en el fondo se podría interpretar como una nueva oportunidad en la vida, una forma de rehabilitación social. En aquellas tierras, en las que todo estaba por hacer, cumplir condena implicaba saldar la deuda con la corona británica y a cambio Inglaterra se comprometía a emplear a esos hombres y a repartir sus tierras entre ellos para ser trabajadas. Las penurias por falta de alimento quedaban atrás. 

Más allá de un argumento, tan elaborado en la que la vida de unos personajes bien definidos, se entrelazan y cruzan con los de otros, tengo que agradecer a Sarah Lark que imprima ritmo a la narración. Cuando dos de los personajes embarcaban rumbo a Australia, un viaje de tres meses de duración, me temí que la autora se demorara en la travesía en barco, narrando día tras día con el más mínimo detalle. Por suerte, no es así. Lark va alternando los dos hilos argumentales sin frenarse demasiado en cada capítulo, generalmente de media extensión, por lo que no da lugar a que el lector se aburra pues además, son tantas las cosas que ocurren que, a pesar de ser una novela de considerable volumen, no tenemos sensación de pesadez. 

Hacia los mares de la libertad, está escrito con un estilo fluido y ameno. Narrado en tercera persona, se estructura en seis grandes bloques encabezados por un título al que acompaña referencia geográficas y temporales, pues la historia se prolonga en el tiempo desde 1846 a 1864:

* Dignidad[8 capítulos]: Irlanda, Condado de Wicklow (1846 - 1847)

* Bondad [12 capítulos]: Irlanda, Londres, Tierra de Van Diemen, Nueva Zelanda, Port Cooper y Llanuras de Canterbruy (1847 - 1850)

* Fortaleza [9 capítulos]: Nelson, Kaikoura, Llanuras de Canterbury (1850 - 1858)

* La fiebre del oro [10 capítulos]: Dunedin, Kaikoura, Tuapeka, Otago (1859 - 1862)

* La voluntad de los dioses[8 capítulos]: Tuapeka, Dunedin (1862 - 1863)

* Mana [8 capítulos]: Dunedin, Queenstown, Otago (1863 - 1864)

Un total de más setecientas páginas que a muchos asustará (yo misma no soy ni de trilogías ni de grandes volúmenes por temor a aburrirme de la historia) pero que se leen de manera muy grata. Además, para no perdernos mucho por los distintos lugares por los que transita la trama, la edición cuenta con dos mapas que nos son de gran ayuda pues, gracias a su incorporación, podemos ir siguiendo los caminos y rutas que emprenden los personajes.


 

En definitiva, mi debut con Sarah Lark no ha podido ser más gratificante. He disfrutado mucho de una novela coral, llena de detalles interesantes sobre la cultura maorí, plagada de aventuras, con bonitas historias en las que el amor es el epicentro pero también con otras que narran la superación y el esfuerzo de unos personajes muy luchadores.  Me espera la segunda parte, A la sombra del arbol Kauri, a la que tengo intención de hacer hueco dentro de unos días para ir leyéndola con tranquilidad. 


Agradezco a la editorial el envío del ejemplar.


[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]


Retos:

- Autores de la A a la Z.
- Sumando 2015.
- 100 libros.



Puedes adquirirlo en:



RELATOS SALVAJES (COMEDIA NEGRA - 2014).

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Año: 2014

Nacionalidad: Argentina.

Director: Damián Szifrón.

Reparto: Ricardo Darín, Darío Grandinetti, Leonardo Sbaraglia, Érica Rivas. Oscar Martínez, Julieta Zylberberg, Rita Cortese, María Onetto, Osmar Núñez, Nancy Dupláa, María Marull, Germán de Silva, Marcelo Pozzi, Diego Gentile, Alan Daicz, Liliana Weimer, Claudio Delan, Lucila Mangone, Federico Liss, Walter Donado, Diego Velázquez, Margarita Molfino, César Bordón, Mónica Villa, Juan Santiago Linari.

Género: Comedia. Drama. Comedia negra.

Premios: 1 nominación a los Oscar (2015) como Mejor Película de Habla no Inglesa; 1 Goya (2015) a la Mejor Película Iberoamericana; entre otras nominaciones y premios.

Sinopsis: La película consta de seis episodios que alternan la intriga, la comedia y la violencia. Sus personajes se verán empujados hacia el abismo y hacia el innegable placer de perder el control, cruzando la delgada línea que separa la civilización de la barbarie.


[Información facilitada por Filmaffinity]



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¿Qué pensáis del cine argentino? Hace muchos años que lo descubrí con aquellas películas de Ricardo Darín, El faro del sur (1998), El mismo amor, la misma lluvia (1999) o sus trabajos más conocidos como Nueve Reinas (2000) o El hijo de la novia (2001).Y raíz de aquellas vinieron otras, quizás menos conocidas, como Conversaciones con mamá (2004) El abrazo partido (2004), Las manos (2006), El niño de barro (2007), El hombre de al lado (2009), Naranjo en flor (2009), Anita (2009) que de puro sufrimiento no pude terminar de ver, Nueces para el amor (2010),... De una de ellas adopté la costumbre de soltar globos de cuyo hilo cuelgan cada año mis deseos tras las campanadas de Fin de Año. ¿Cómo iba a dejar pasar Relatos Salvajes

Apretaros el cinturón, nunca mejor dicho, porque esta película despega con una historia que os dejará pegados al asiento, atónitos y expectantes. Será una de mis favoritas, una de las seis que componen la película y que contará con un desarrollo y un desenlace brillante y espectacular. Seis historias que se balancean entre la comedia y el drama por lo que, como bien recoge la ficha técnica, se podría englobar dentro del género de comedia negra. 

Sin desvelar el argumento de la primera porque quiero que esa concretamente os pille por sorpresa, el director y guionista Damián Szifrón despliega ante nuestros ojos una serie de relatos en los que la venganza es elemento común de prácticamente todos ellos. ¿De qué o de quién se puede vengar el hombre? Si tuviéramos que elaborar una lista de motivos sería algo interminable pues encontraremos una multitud. Vengarse de un hombre que arruinó la vida de nuestra familia. Vengarse de la sociedad, las injusticias y el abuso. Vengarse del tipo que te atosiga en la carretera porque quiere que le dejes paso. Vengarse de tu novio porque, justo una hora después de convertirse en tu marido, te enteras que te puso los cuernos con una compañera de trabajo. Quizás los motivos no sean muy originales pero sí es interesante ver cómo esa venganza se lleva a cabo, cómo nuestra mente urde la manera de compensar nuestra rabia o nuestro dolor. Demos paso a nuestro lado más salvaje, hagamos lo que nos dicta el corazón sin pensar en nada más. El ajuste de cuentas está muy presente en este filme.



Por que esto es Relatos salvajes, una serie de cortos en los que un grupo de individuos que dan rienda suelta a sus instintos más bajos porque están cansados de guardar las formas, de comportarse con civismo, de tener que aguantar el chaparrón por el qué dirán. Aquí los personajes se levantan de la mesa sin haber terminado de comer, dan una voz a quien haga falta, golpean la mesa con su lado más visceral y se plantan en un juego en el que no están dispuestos a continuar. Y para ello quizás haya que tomar medidas drásticas. Arremeter con lo primero que tengamos a mano aunque nuestra actitud nos acarree terribles consecuencias pero ¿quién puede pararse a pensar con sensatez cuando nos puede la rabia? Así asistiremos al desarrollo de breves historias en las que sus personajes viven situaciones no tan dispares y que desencadenan un torrente de violencia. Tranquilos porque no siempre acabará mal la cosa. Tendremos finales dantescos, otros paradójicos y otros del tipo «y fueron felices y comieron perdices»

En Relatos Salvajes habrá tensión y suspense, situaciones que nos dejarán con la media sonrisa en los labios sin saber muy bien si tenemos que reír o poner cara de horror. Habrá escenas tremendamente bien rodadas que, en ocasiones, estarán acompañadas por una melodía que pondrá el punto de ironía a la historia. Y es que la música es sumamente importante en este largometraje. Lo es incluso en el trailer. Comprobadlo más abajo.

Como suele ocurrir en este tipo de películas compuesta de breves historias o cortos (en 2012 ya vimos otra con la misma estructura, en la que también participaban Darín y Sbaraglia, Una pistola en cada mano) no hay demasiado tiempo para el lucimiento de los actores y actricespero aún así hay unos cuantos que están sublimes. Entre los más conocidos, Leonardo Sbaraglia y Ricardo Darín a los que le toca interpretar a un hombre cuyo grado de indignación llega a límites explosivos. En cierto sentido, sus historias me recuerdan mucho a aquel largometraje protagonizado en 1993 por Michael Douglas, Un día de furia. Los que vierais esa película os podréis imaginar de que van estos dos relatos.

Al margen de esos dos actores hubo otros, más desconocidos para mí, que me impresionaron. Oscar Martínez en el papel de Mauricio, un padre que intenta salvar el pellejo de su hijo para descubrir que todo el mundo intenta aprovecharse de él. Y Érica Rivas, esa novia despechada que se deja llevar por la locura transitoria montando un espectáculo brutal el día se su boda.

Pero mejor dejo de contaros más detalles. En su lugar os animo a verla porque Relatos salvajes son dos horas de buen cine que se hace muy corto, que desarrolla seis ingeniosas historias (Pasternak, Las ratas, El más fuerte, Bombita, La propuesta y Hasta que la muerte nos separe) y que merece mucho la pena ver. Sé que algunos de vosotros no sois cinéfilos, sé que otros preferís el cine americano pero al igual que defiendo el que se hace en nuestro país, también considero que el séptimo arte argentino viene pisando fuerte desde tiempo atrás y no se suele tener en consideración. Hay piezas de muy buena calidad que se pierden entre la montaña de películas más comerciales o de Hollywood pero valga de ejemplo estos relatos salvajes para demostrar que al otro lado del charco hay buenos cineastas, directores y guionistas por no hablar de actores y actrices. 

En definitiva, no me extraña que Relatos salvajes se haya llevado el Goya a la Mejor Película Iberoamericana. Realmente se lo merece porque está muy bien dirigida, con planos muy estudiados, con un guion brillante y una estupenda interpretación. 100% recomendable.




Trailer:








[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]

ENTREVISTA a CARLOS DEL AMOR (El año sin verano).

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Autor

Carlos del Amor (Murcia, 1974) es periodista y su carrera profesional está vinculada al área de Cultura de los Servicios Informativos de RTVE. Su especial manera de enfocar la información en el Telediario le ha convertido en una de las voces más personales, reconocibles y seguidas del panorama periodistico.

Colaborador habitual en diversos programas de radio, ha cubierto los principales festivales de cine del mundo y entrevistado a numerosas personalidades de la cultura. Asimismo, ha publicado varios artículos en diferentes revistas, e imparte clases y charlas en universidades. Es un contador de historias. Y así lo demostró en su primer libro: La vida a veces (Espasa, 2013), que tuvo una magnifica acogida tanto de la crítica como de los lectores.

Sinopsis

El 2 de agosto dejé el coche en el garaje. Estaba desierto. Al llegar al portal, abrí la puerta y maldije una nueva avería en el ascensor, tan bonito y tan antiguo como poco práctico. Vivo en un sexo piso de un edificio de siete plantas, así que emprendí la escalada resignado. En el tercero di una patada a algo, encendí la luz del rellano y vi un enorme manojo de llaves.

Es pleno verano, Madrid está vacío y hay un periodista que tiene tiempo y ganas de curiosear. Las llaves están hechas para abrir puertas, buzones, coches, sueños. Y vidas ajenas. Aún así, lo que menos se imagina es que se va a encontrar con una historia de amor y con una misteriosa muerte que se verá inevitablemente abocado a investigar. La vida de los otros puede resultar sorprendente.

La primera novela de uno de los narradores más originales del panorama literario. Un libro diferente.


[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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Carlos del Amor no es un nombre desconocido para los que estamos atentos a las noticias culturales que se producen en este país, aunque seguramente os sonará más su voz que su rostro. En cualquier caso, algunos también lo conoceréis en el terreno literario pues en 2013 publicó un libro de relatos titulado La vida a veces. Tiempo después repite experiencia y esta vez se atreve con la novela.

Publicada hace apenas unas semanas, El año sin verano tiene a su autor de promoción por diversas ciudades. Esto es lo que nos contó a su paso por Sevilla: 


Marisa G.- Carlos eres periodista del área de cultura de Televisión Española. Te hemos oído recientemente en la gala de los Goya. Gozas para mí de una posición privilegiada, estás en contacto con este mundo que tanto me gusta, y seguro que cuentas con información de primera mano para evaluar cómo está la cultura en nuestro país. Dicen que leemos poco y que vemos poco cine, y menos aún el español.

Carlos A.- Bueno los datos del año anterior son muy buenos. Veintiún millón de espectadores que han ido al cine. Ciento treinta millones de recaudación. Por lo menos podemos respirar algo más. Yo siempre digo lo mismo. Cuando voy al Prado o al Thyssen, siempre hay cola para entrar. Pero sí es cierto que hay que activar más mecanismos y hacer que esto se repita todos los años. Todo lo que sea potenciar, ayudar y hacer que crezca la creación cultural es bueno para este país. Eso es lo que nos ayuda a que se nos conozca fuera. A este país no solo se le conoce por el fútbol, sino también por Javier Bardem, Pedro Almodóvar, Penélope Cruz o Banderas. O también se nos conoce por una exposición de El Greco, de Velázquez o de Picasso,... Dalí batió récords hace poco en Brasil con una exposición suya. Así que tenemos toda la materia prima para ser una potencia cultural y lo que hay que hacer es potenciar esa industria.

M.G.- A ver si el gobierno toma buena nota. No hace más que poner trabas.



C.A.- Sí, está el 21% de IVA que creo que tarde o temprano se reconducirá porque una parte de la recaudación del año pasado revierte al Estado y potenciar que vaya más gente al cine. A veces, retroceder es avanzar. Además la gente quiere cine y eso se nota.

M.G.- Cuando hablo con algunos periodistas que han publicado alguna novela, comentamos el mismo tema. Algunos me confiesan que una vez que han probado la literatura, aunque aman su profesión, el periodismo se queda un poco en segundo plano. No sé cuál es tu caso.

C.A.- No. El periodismo sí me conduce a la literatura porque es un camino lógico pero no queda en un segundo plano. Yo, ante todo, soy periodista, y de momento soy un invitado en este oficio de escribir y me tratan muy bien en esta fiesta en la que me he colado pero nada más. Ya veremos hacia donde me lleva el futuro pero, ante todo, soy periodista.

M.G.- En cualquier caso, esta es tu segunda publicación y si repites será porque te habrá ido bien.

C.A.- Sí, La vida a veces funcionó bien. El público lo recibió con mucho cariño como parece que le está ocurriendo a esta, pero antes tiene que tener una historia que contar. No porque salgas en la tele o tengas un trabajo más mediático publicas cualquier cosa.

M.G.- Ayuda.

C.A.- Claro. Ayuda a saltarte pasos editoriales. Eso es inevitable. Yo no he tenido que mandar ningún manuscrito sino que directamente me llamaron. Pero, una vez que recibes la primera ayuda, luego tienes que ser honesto y tener cosas que contar. El lector es muy listo y hay mucha oferta como para dejarse engañar por una cara que sale en la tele porque, además, en mi caso no es una cara muy conocida. Soy alguien que a veces y muy de vez en cuando asoma.

M.G.- Bueno, sí se te conoce.

C.A.- Sí, pero no soy un presentador de telediario o de programa. Yo hago un reportaje en televisión de los cuarenta y cinco que lleva un telediario todos los días. No soy especialmente conocido ni me para la gente por la calle.

M.G.- La vida a veces era un libro de relatos. El año sin verano es una novela. Dos géneros distintos, ¿con qué te quedas? 

C.A.- A mí me resultó mucho más sencillo escribir relatos, quizás por la extensión o porque es algo más cercano a lo que yo hago diariamente. La novela me ha producido mucho vértigo. Para mí ha sido más complicado darle forma a la idea que tenía y conseguir que todas las historias converjan en un punto. Será un problema de extensión o no sé, pero como estoy acostumbrado al minuto de telediario para mí es más complicada la novela.

M.G.- Entonces, por tu profesión, juegas con ventaja. Acostumbrado a ese formato en televisión entiendo que te haya costado mucho más trabajo escribir novela que relatos pero generalmente casi todos los escritores dicen que cuesta mucho trabajo condensar...

C.A.- Ya pero como yo condenso a diario. Otra cosa no pero condensar lo hago diariamente y por eso me resultaba más sencillo escribir cinco o diez folios que escribir una novela en la que todo tiene que tener un sentido y en la que no veía el final 

M.G.- El año sin verano narra la historia de un periodista que un verano tiene que trabajar, cuando Madrid está prácticamente vacío, y se encuentra el manojo de llaves de la portera de su edificio en el rellano de la escalera. Y a partir de ahí, se dedica a fisgonear en las restantes viviendas, y no solo eso, si no también en las vidas de los dueños de esas casas. ¿Cómo surge esta idea? Por lo que cuentas en la novela intuyo que esta historia se te coló porque tenías otra.

C.A.- Sí. A la editorial le presenté el principio de otra historia que sale en este año sin verano y se llamaba Entre sueños. Narraba la historia de mi abuela, una mujer con mucha historia vivida, con una vida apasionante, pionera en muchas cosas... pero llega un momento que te atascas, no te sale y de repente se me cruzó la historia de un piso vacío. A mí siempre me ha despertado mucha curiosidad esa idea, la de los pisos vacíos y todo lo que las paredes habrán escuchado o habrán visto,... Ese fue el germen de esta novela y aparqué la otra.

M.G.- Son varias historias porque hay seis o siete vecinos cada uno con su vida. Tenemos a una mujer con una hija enferma, un marido cuya mujer padece alzeihmer, un actor que finge ante su madre,... De todas las historias, la que más peso tiene es la del matrimonio compuesto por Ana y Simón.

C.A.- Sí, ellos son el epicentro de la novela. Simón es el verdadero protagonista. Todo lo que vertebra la novela es la historia del amor que profesa Simón a Ana, lo que ocurre es que a la mitad sucede algo, hay un acontecimiento trágico que ocurre un 20 de septiembre y que involucra al resto de los vecinos. 

M.G.- En la vida de Ana y de Simón hay un cuadro muy importante que se titula Los tres viajeros aéreos favoritos de John - Francis Rigaud. La elección de este cuadro es aleatoria o tiene un especial significado para ti.


C.A.- No, verás es que ese cuadro me lo he cruzado varias veces. Asistí a un taller de restauración en el Prado y estaba ese cuadro, fui a una exposición y estaba ese cuadro,... Además me hacía mucha gracia porque empezaron a contarme su historia [puedes leer más aquí] y resulta que más que un cuadro es una novela que encierra mucha ficción. Uno de ellos no viajó, luego ella era más fea de lo que se ve en el cuadro. Hacer que los personajes de mi novela se conozcan en el Prado, delante de Las Meninas o El Jardín de las Delicias me parecía más fácil que conocerse delante de este cuadro, que es un cuadro menor que no tiene mucha importancia en el Museo del Prado pero que sí podía tener un punto de ironía y de intra-historia.

M.G.- Se podría decir que es meramente anecdótico.

C.A.- Sí, anecdótico pero el cuadro tiene una historia detrás y me parecía que todo casaba muy bien con la vida de los personajes.

M.G.- El narrador en primera persona tiene muchas cosas en común contigo.

C.A.- Sí, claro porque uno escribe de lo que sabe y al final echa mano de lo que tiene alrededor, de una redacción de televisión, de un edificio que se parece al mío,... La línea que separa ficción y realidad es muy, muy fina,.. Si empezaba volcando en uno mismo la historia parecía que podía ser realidad incluso el allanamiento de moradas. Nunca se sabrá si es realidad o ficción, si yo me encontré las llaves o no. Bueno quería jugar y confundir al lector con la realidad y la ficción.

M.G.- Cuando leí el episodio en el que se narra el fallecimiento del padre del narrador sentí que aquello no podía ser ficción. Aquello lo habías tenido que vivir realmente. Los sentimientos se podían tocar. No te lo pregunto en plan morboso pero es que mis sensaciones eran esas. 

C.A.- Sí, mi padre murió ese verano y fue un hecho que, de alguna manera, me dejó sin verano. De ahí el título de El año sin verano, aunque también tiene que ver con la anécdota del meteorólogo francés que se narra en la novela. Pero don la muerte de un familiar en pleno verano es como si la estación dejara de existir. Como digo en el libro, la gente no está hecha para morirse en verano. Bueno, he ido mezclando vivencias personales con ficción hasta que sea casi imposible distinguir lo que es real de lo que no.

M.G.- También en esta novela, hay algunos guiños a tu publicación anterior aunque le cambias el título. Y me hace gracia un personaje secundario, ese jardinero que te comenta lo que le gusta o no de tus relatos. ¿Este personaje existe realmente?

C.A.- Bueno, no puedo desentrañar qué es realidad y qué es ficción. Digamos que el parque existe y está muy bien cuidado y que yo paseo todos los días por ese parque. Pero, al igual que no puedo decir si entré en esas casas o no, más que nada por no tener a la Guardia Civil en la puerta de mi casa de forma inmediata, hay licencias que son literarias y otras que se ajustan mucho con la realidad y con conversaciones que sí he tenido.

M.G.- En tu novela hay mucha vida, hay amor, hay suspense, hay una muerte violenta, una investigación policial aunque no es una novela policíaca. Si tuvieras que definir tu novela, ¿cómo lo harías?

C.A.- Como un cóctel de géneros. Si al lector le gustan las historias de amor igual le gusta esta novela porque hay una gran historia de amor pero si le gusta más la novela policíaca, igual le gusta también porque hay un policía y una investigación. Y si le gusta la intriga también le puede gustar esta novela porque hay una muerte en extrañas circunstancias. Y si le gusta el mundo de periodismo pues igual porque hay dos periodistas y se cuenta un poco los quehaceres periodísticos. E incluso si le gusta el mundo editorial porque se cuenta un poco cómo funciona la relación editor - escritor,... Yo creo que es un cóctel de géneros con lo que un universo muy amplio de lectores se puede sentir cómodo.

M.G.- Los lectores ponemos especial atención al desenlace de los libros. En tu novela, el desenlace es totalmente imprevisible porque cuando creemos que todo ha terminado.... 

C.A.- Hay muchos desenlaces, sí. 

M.G.- Es uno de los puntos fuertes de la novela.

C.A.- Es consecuencia del juego que emprendes con el lector. El lector no debe saber qué es realidad y qué es ficción y entonces tú ofreces un final, el que el narrador se ve abocado a escribir, pero luego te das cuenta de que hay otro final que es el que la realidad impone al narrador y luego hay un tercer final que va después de los agradecimientos. Como me tomo la novela como un juego desde el principio me apetecía que la traca final fuera ese final esperado, inesperado y vuelto a esperar. Un final que se abre en muchas direcciones.

M.G.- Es original tal y como lo planteas. Pero otra cosa que me ha gustado de tu novela es la estructura. Dejas a un lado a un narrador en primera persona para contar la vida de algunos vecinos a través de un narrador omnisciente. Haces un entramado de voces que permite al lector conocer más de lo que conoce el narrador principal.

C.A.- Sí, para que el lector no se perdiera tenía que haber otro narrador al margen de ese otro que habla en primera persona. Tenía que haber uno en tercera persona que tuviera todos los datos y que impidiera que el lector se perdiera en este bosque de pisos, casas, llaves... Yo tenía claro que el lector tenía que saber más. 

M.G.- Yo no leí tu libro anterior y por lo tanto no puedo juzgar pero no sé si tú, como escritor, te has notado más maduro en comparación con la anterior publicación.

C.A.- Eso dicen pero eso lo tiene que decir el lector. Me han dicho que se aprecia una especie de salto pero yo no puedo juzgar eso. He hecho lo que se me apetecía sin pensar si me iba a salir algo más o menos maduro. A quien le gustó los cuentos de La vida a veces creo que le puede gustar también esta novela. Yo no he escrito algo totalmente diferente. Es una consecución lógica lo que pasa es que, a lo mejor, he reforzado determinados mecanismos pero no de una forma premeditada. También es verdad que han pasado dos años y medio o tres desde que yo empecé La vida a veces y claro uno va cambiando, madurando, cogiendo más hábitos de escritura. Así que creo que al que le gustaron los relatos también le puede gustar esto aunque vea otros matices que no estaban en la anterior.

M.G.- Y Carlos para terminar, ¿nos vas a dejar conocer la historia de tu abuela en el futuro?

C.A.- Ya veremos. De momento está escrito lo que sale en esta novela. No hay más. No sé si crecerá o se quedará en las tres hojas de este año sin verano. Bueno, hay que madurar, asentar esta novela y ver por dónde salimos.

M.G. ¿Y cómo va por cierto? 

C.A.- Ni idea. La editorial está muy contenta pero no lo sé. Lleva muy pocos días a la venta y los libros tienen que posarse en la librería y que la gente los conozca. 

M.G.- Y el boca a boca...

C.A.- Eso, sí el boca a boca funciona o no funciona.

M.G.- Muy bien Carlos, pues lo dejamos aquí. Te doy las gracias por tu amabilidad y espero que tengas mucha suerte con esta novela.

C.A.- Gracias a vosotros.

Esto es todo lo que hablamos con Carlos del Amor. Dice la contra que es «uno de los narradores más originales del panorama literario». Para mí ha sido la primera vez que leo algo suyo pero de mis impresiones sobre la novela ya os hablaré la semana próxima.



[Algunas ilustraciones e imágenes tomadas de Google]


EL ESPÍRITU DE LAS VANGUARDIAS de Ubaldo Rodríguez.

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Editorial: Ediciones Alfar.
Fecha publicación: 2005.
Nº Páginas: 152.
Precio: 12,00 €
Género: Relatos.
Edición: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 978-84-7898-235-6

Autor

Ubaldo Rodríguez estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Sevilla. Actualmente compagina su trabajo con la escritura. Hasta la fecha ha publicado El espíritu de las vanguardias y El desierto avanza.

Sinopsis

Conjunto de seis relatos de diversa temática.



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Hoy os traigo un libro peculiar en muchos sentidos. Lo primero que me llamó la atención, justo antes de ponerme con su lectura, fue la escasa información sobre su autor. Este libro, publicado por Ediciones Alfar, no incorpora biografía, así que me dispuse a buscarla en la web de la editorial, en wikipedia y en diversas librerías on-line. Nada. No había manera. Ni siquiera sabía si era un autor vivo o fallecido. A eso se une que la sinopsis no me aclaraba gran cosa pues solo incorporaba un fragmento de su interior. De ahí que los datos que os he facilitado antes son de mi propia cosecha.

Así, envuelta en el más absoluto desconocimiento me adentré en esta lectura para encontrarme con un conjunto de relatos espectaculares que me han dejado impresionada. El espíritu de las vanguardias de Ubaldo Rodríguez ha sido la última propuesta que hemos comentado en el club, sesión en la que despejé mis dudas sobre el autor porque, no solamente resulta que aún vive, sino que, además, reside en Sevilla y tuvimos la oportunidad de contar con su presencia. Fue un encuentro muy grato y ameno.

Contrario lo que suelo hacer cuando reseño libros de relatos y dado que la sinopsis no os va a decir mucho, hoy os voy a dar detalles de cada uno de ellos para que os hagáis una idea más certera. Empecemos.


Los amantes del Café Marceau.

París. Guillermo García Adams es un diplomático, consejero de la Embajada Española, de vida discreta y tranquila, meticuloso, solitario y estricto en sus costumbres que conoce a Krista, una joven lituana, en un café. Su trabajo nunca le ha permitido mantener una relación estable y quizás por eso jamás se fijó en mujer alguna pero Krista es tan especial que termina enamorándose de ella. Su vida se alterará por completo. Descubriremos otra faceta de Guillermo, la obsesiva y romántica pero es un individuo con muchos matices.

De entrada nos topamos con un párrafo inicial en la que se hace una preciosa descripción de París. 


«París es una ciudad que invita al recogimiento de espíritu, a los encuentros intensos pero efímeros en una tarde plomiza, a la amistad reposada en la terraza de un café, fumando con indolencia mientras al otro lado de la cristalera continúa esa fina lluvia que parece caer desde siempre. París es una ciudad dorada y de otra época que invita a pasear en la sola compañía de un libro,...» [pág. 7]


Guillermo García Adams es un personaje que no sabe lo que quiere. Es feliz con su vida cuadriculada y sus hábitos encasillados pero, en el fondo, necesita que algún acontecimiento rompa la rutina de sus días. Y eso ocurrirá cuando irrumpa la joven Krista en su vida. Es entonces cuando el personaje sufre una transformación que le afectará tanto a nivel personal como profesional. Pero Guillermo es un poco perro del hortelano hasta tal punto que, si bien al principio me caía bien, al final me dieron ganas de darle una colleja. Se cuestiona mucho el tipo de vida que ha llevado ahora, de un lado para otro, sin residencia fija, siempre solo y sin una familia. ¿Realmente ha merecido todo la pena? 

Narrado en  tercera persona, se hace mucho hincapié en el sentimiento de soledad y la alegría que nos produce una nueva ilusión. Ubaldo Rodríguez hace uso de un fraseo muy corto para ir describiendo las escenas que se producen. Me dio la sensación de estar oyendo una película audio-descrita en la que se da la información justa pero muy descriptiva, para que nos podamos ir haciendo una idea de lo que va ocurriendo. Algunas escenas rozan la comicidad. 

Me gustó mucho este relato por la manera de narrar, muy detallista que nos permite conocer el entorno de los personajes  y ese personaje que no dejará indiferente a nadie.

Desconcierto.

El narrador se encuentra con Carlota, una novia que tuvo tiempo atrás y con la que estuvo durante cinco años. Han pasado dos años desde la ruptura cuando se la vuelve a encontrar. Carlota está muy cambiada. El encuentro provoca en el narrador todo un aluvión de emociones y recuerdos. De la indiferencia inicial pasará por distintas etapas hasta la incredulidad. La vida sigue y él pensaba que la de Carlota se había estancado cuando se separaron.

Narrado en primera persona a través de la voz de su protagonista, un tipo engreído y ególatra, lo que más me gustó de este relato fue su verosimilitud. Estoy convencida de que a muchos de nosotros nos ha ocurrido algo similar. Reencontrarnos con un viejo amor y descubrir que no anda llorando por las esquinas porque ya no está con nosotros. Y lo mejor no es el argumento del relato en sí, si no la capacidad que tiene el autor para colarse en la mente del protagonista, bucear en sus pensamientos más recónditos, esos que nos cuesta trabajo asimilar y que, por supuesto, no verbalizaríamos jamás ya sea por dignidad, orgullo o vergüenza. 

También son muy acertadas algunas reflexiones que hacen referencia a ese deseo de transformación que experimentamos cuando cerramos una puerta de nuestra vida:


«Porque por alguna razón el propio aspecto es lo primero que se cambia cuando una relación afectiva termina, como si los antiguos amantes sintieran vergüenza de sus propios cuerpos por haber amado al otro y se apresuraran a eliminar de sí todo rastro de aquel contacto infamante». [Pag. 51]


Este es uno de esos relatos que hay que leer con lápiz en la mano para ir señalando todos esas frases que encierran una verdad enorme. 

En definitiva, todo reduce a lo mismo que vimos en el relato anterior, a ser un poco perro del hortelano o, incluso llego más lejos, a no saber valorar lo que tenemos hasta que no lo perdemos. 

Después del ensayo.

Un hombre se fija en una mujer que anda por la calle. Poco después se la encontrará en el trabajo. Ambos son actores y están ensayando una pieza teatral original y distinta a lo que estamos habituados.

Es de los relatos que menos me ha gustado. Aún así, reconozco que este fragmento está narrado de manera muy sensual, resaltando la fascinación que una persona puede llegar a sentir en esos primeros momentos de atracción. Además, sin esperármelo, porque como os dije antes desconocía el lugar y fecha de nacimiento del autor, empecé a toparme con lugares que me sonaban mucho hasta el punto de descubrir que el relato transcurre en Sevilla. Como ya sabréis, siempre nos gusta encontrar a nuestra propia ciudad en literatura.

El espíritu de las vanguardias.

Un periodista se cita con un autor de renombre para hacerle una entrevista. La misma se desarrolla mientras el escritor se dirige al lugar donde ha sido invitado para presentar el libro de un colega. La conversación se mueve por varios derroteros. Las artes, la cultura, las vanguardias,... hasta llegar a la opinión que nuestro escritor tiene sobre la literatura y los escritores actuales.

Comencé este relato demasiado perdida. Ubaldo Rodríguez es filósofo y eso se nota muchísimo en este relato. En las primeras páginas nos habla de vanguardias y nos compara tendencias, estilos, cuadros,,.. Llega un momento en que le toca el turno al terreno literario y ahí se me pusieron las orejas tiesas. En unas cuántas páginas analiza la literatura de hoy en día, nos habla de lo que es realmente literatura y de lo que no. Para el entrevistado, el noventa y cinco por ciento de la literatura normal que encontramos en las librerías se limita a dar cuenta del mundo mientras que la gran literatura, ese cinco por ciento restante, lo que realmente hace es crearlo. Además divide a los escritores entre aquellos elegidos por las palabras y los que no, hasta el punto de atreverse a decir: «Cualquiera que sepa poner una letra detrás de otra está en condiciones de inventar una historia de esa clase».  [Pág. 88]

No deja a los autores contemporáneos españoles en muy buen lugar:  «Lo normal es que un escritor español, sobre todo ahora, se contente con una historia bien narrada, sin grandes complicaciones ni pretensiones que le hagan dar muchas vueltas a la cabeza a él o a sus lectores». [Pág. 91]

Y no queda ahí la cosa. También arremete contra los escritores periodistas o mediáticos. Este libro se publica en 2005, fecha en la que no existía tanta avalancha de autores de este índole. No me quiero ni imaginar lo que escribiría hoy en día al respecto. 

Las editoriales tampoco se salvarán de la quema. Alega que muchas esconden un texto sin sustancia tras una cubierta bonita, como si ya con eso el vacío del interior estuviera justificado. Y terminó de rematarme cuando habla de esas presentaciones literarias en las que un colega habla del trabajo de otro. Ahí ya me mató. Como para dar credibilidad a lo que se dice en estos actos. 

Este es sin duda, el relato que más me ha gustado. Nuestra coordinadora del club siempre hace mucho hincapié en el tipo de lecturas que elegimos. Leer, hay que leer de todo, incluso los anuncios pero no podemos confundir una cosa con otra. No todo es literatura. No todo tiene una calidad suficiente como para remover nuestras entrañas, como para cambiarnos por dentro. Disfrutar, podemos disfrutar con muchos libros pero no todos se pueden evaluar bajo el mismo criterio. En este sentido, las explicaciones que Ubaldo Rodríguez pone en boca de este escritor me han parecido esclarecedoras pero, por sus reflexiones, también entiendo que, lo mismo que hay autores elegidos por la palabra, posiblemente haya lectores elegidos por la palabra. Es decir, no todos podemos llegar a entender a los grandes maestros de la literatura. En cualquier caso, sea literatura o no, yo no me canso de leer y creo que, en todo libro, hay algo que aprender por pequeño que sea.

El viaje más triste.

Andrés Arana y Paula Lirio son una joven pareja que regresan de un viaje. Su relación no pasa por el mejor momento. Se mantienen unido casi por inercia, con lo que, el más mínimo detalle supone una bomba de relojería que explota dando pie a terribles broncas. Más que amarse parece que disfrutan haciéndose daño. A Andrés se le ocurrirá algo que horrorizará a Paula pero el plan se puede llevar a volver en su contra. 

A veces la vida nos devuelve nuestras maldades en forma de bofetadas a manos llenas. Todos terminamos recibiendo lo que merecemos y eso es lo que creo que le ocurre a Andrés en este relato. Bueno, no solo a Andrés. A Paula también. En un relato en el que hay su dosis de intriga y suspense, en el que el calor es un elemento de catarsis, veremos a los dos protagonistas principales vivir una experiencia denigrante. Del amor al odio hay solo un paso y estos dos hace mucho tiempo que cruzaron la línea divisoria. Aunque tocar fondo también puede ser una vía de liberación. 

Narradp en tercera persona y casi de manera frenética, la vivencia de los personajes de este relato me puso muy nerviosa pues se veía venir que algo tremendo iba a ocurrir, cuando el ser humano llega a un punto en el que ya no puede más y no le importa llevarse por delante a quien sea. Es una historia que saca a la luz la crueldad del ser humano, su lado más oscuro y aunque sabes que algo se avecina, eso no resta ni un ápice de suspense.

Me gustó mucho leerlo pero creo que se trata de una de esas historias que requieren una segunda lectura para disfrutarla al máximo.

Un cadáver exquisito.

El fotógrafo Man Ray ha sido llamado para realizar el último retrato a Marcel Proust, aquel que lo inmortalizará en su lecho de muerte para toda la eternidad. Mientras el fotógrafo llega a la rue de l'Amiral Hamelin 44 en París, donde Proust falleció, se hace un repaso a la vida y obra del escritor francés.

Man Ray es el sinónimo de Emmanuel Radinitzky (Filadelfia, 27 de agosto de 1890 - París, 18 de noviembre de 1976), artista modernista que pasó la mayor parte de su carrera en París. Fue el encargado de inmortalizar a Proust tras su fallecimiento en su casa parisina, instantánea que desconocía que existiera. 

Narrado en tercera persona, creo que es el relato que menos me ha gustado pero aún así, no deja de ser interesante asistir a la última fotografía que se le hará al escritor francés. 

Y hasta aquí os cuento de este libro de relatos. Ya veis que algunos me han gustado más que otros y especialmente aquel que da título a esta publicación, de la que os dejo un pasaje para poner punto y final: 

«El espíritu de las vanguardias significa no tener estilo, no repetirse, estar siempre empezando y de una forma diferente cada vez». [Pág. 94]



[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]


Retos:

- 25 españoles
- Autores de la A a la Z.
- Sumando 2015.
- 100 libros.



Puedes adquirirlo en:





NOVEDADES EDITORIALES - 1ª PARTE (CÍRCULO ROJO).

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Hemos pasado el ecuador de febrero y antes de que sea más tarde, paso a detallaros las novedades editoriales de este mes. Como siempre empiezo con...


Novedades febrero 2015
Para ver la información detallada, pinchar en la imagen del libro.

Cada mes se sortearán dos ejemplares de las novedades entre todos aquellos que publiquen las novedades en su blog y, además, hagan una entrada con las mismas en la página Facebook de la Editorial Círculo Rojo.


    

    
    
http://editorialcirculorojo.com/velvur-el-druida/
    
  
  

    
    

    

    

    
    
    
     
    
    
    
     


Os dejo de propina un booktrailer:




NOVEDADES EDITORIALES - 2ª PARTE (ALGAIDA, ALIANZA, ALMUZARA, ANANTES, BAILE DEL SOL, BERENICE, CARENA y EDICIONES B)

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¡¡Buenos días!! Seguimos con las novedades editoriales y como son bastantes, mejor dividirlas en dos entradas. Allá va la primera tanda.

Recordad que haciendo clic en la cubierta tenéis acceso a la sinopsis.

ALGAIDA


Título: EL ALIENTO DEL LOBO.
Autor: Guillermo Galván.
Género: Ficción.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Pág: 136
ISBN:  978-84-9067-159-7
Precio: 10,00 €

También disponible en EPub.

Leer el primer capítulo aquí.


Título: EL ALMIRANTE MEDIOHOMBRE.
Autor: Fernando de Artacho.
Género: Ficción.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Pág: 416
ISBN:  978-84-9067-185-6
Precio: 18,00 €

También disponible en EPub.

Leer el primer capítulo aquí.


Título: UNA TIRADA DE DADOS.
Autor: Luis del Romero Sánchez-Cutillas.
Género: Ficción.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Pág: 336
ISBN:  978-84-9067-174-0
Precio: 18,00 €

También disponible en EPub.

Leer el primer capítulo aquí.


Título: TU NOMBRE CON TINTA DE CAFÉ.
Autor: Fernando Martínez López.
Género: Ficción.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Pág: 352
ISBN:  978-84-9067-158-0
Precio: 20,00 €

También disponible en EPub.

Leer el primer capítulo aquí.

ALIANZA


PortadaTítulo: EL HOMBRE INVISIBLE DE SALEM.
Autor: Christoffer Carlsson. 
Género: Ficción.
Fecha publicación: enero, 2015.
Nº Pág: 400
ISBN:  978-84-206-9764-2
Precio: 19,90 €

También disponible en EPub.



PortadaTítulo: OSTENDE.
Autor: Volker Weidermann.
Género: Ficción.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Pág: 152
ISBN:  978-84-206-9764-3
Precio: 16,00 €

También disponible en EPub.


PortadaTítulo: EL INOCENTE.
Autor: Gabriele d'Annunzio.
Género: Ficción.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Pág: 392
ISBN:  978-84-206-9768-0
Precio: 24,00 €

También disponible en EPub.

ALMUZARA

Título: LA CIUDAD DE LA MEMORIA.
Autor: Santiago Álvarez.
Colección: Tapa negra.
Fecha publicación: enero, 2015.
Nº Pág: 400
ISBN:  9788416100514
Precio: 17,00 €

Leer primer capítulo aquí.


Título: ALMERÍA MISTERIOSA.
Autor: José Manuel Frías.
Colección: Mágica.
Fecha publicación: enero, 2015.
Nº Pág: 192
ISBN:  9788416100811
Precio: 17,95 €

Leer primer capítulo aquí.

ANANTES

PORTADA_SOMBRA_HORMIGA
Título: UN CORAZÓN DE HORMIGA.
Autor: Mila Guerrero.
Género: Relatos.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Pág: 64
ISBN:  --
Precio: 12,00 €




BAILE DEL SOL

Portada
Título: EL MONO EN EL ESPEJO.
Autor: Xabier López López.
Género: Narrativa.
Fecha publicación:  2014.
Nº Pág: 94
ISBN:  978-84-16320-16-5
Precio: 11,00 €





BERENICE


Título: SIRENITAS.
Autor: Louisa May Alcott.
Colección: Los libros de Pan.
Fecha publicación: enero, 2015.
Nº Pág: 224
ISBN: 9788415441663
Precio: 14,00 €

Leer primer capítulo aquí.


Título: FUERA DE TRAMA.
Autor: Gabriel Noguera.
Colección: Nova.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Pág: 176
ISBN: 9788415441762
Precio: 15,00 €

Leer primer capítulo aquí.


CARENA

Título: ROJO VALENTINO.
Autor: José Luis Segura.
Género: Relatos.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Pág: 183
ISBN: 978-8416054-68-8
Precio: 13,00 €

Leer primer capítulo aquí.


EDICIONES B

La puerta pintadaTítulo:  LA PUERTA PINTADA.
Autor: Carlos Auresanz.
Género: Ficción.
Fecha publicación: Febrero 2015.
Nº Pág: 464
ISBN:  978-84-666-5611-5
Precio: 19,00 €



El invierno que tomamos cartas en el asuntoTítulo:  EL INVIERNO QUE TOMAMOS CARTAS EN EL ASUNTO.
Autor: Ángeles Doñate.
Género: Ficción.
Fecha publicación: Febrero 2015.
Nº Pág: 376
ISBN:  978-84-666-5598-9
Precio: 16,00 €


El ejército de DiosTítulo:  EL EJÉRCITO DE DIOS.
Autor: Sebastian Roa.
Género: Ficción.
Fecha publicación: Febrero 2015.
Nº Pág: 848
ISBN:  978-84-666-5515-3
Precio: 23,00 €

En un rato más...




NOVEDADES EDITORIALES - 3º PARTE (ESPASA, IMPEDIMENTA, SUMA DE LETRAS y MUNDO PALABRAS)

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Y seguimos con más novedades...

ESPASA

Título:  EL AÑO SIN VERANO.
Autor: Carlos del Amor.
Género: Narrativa.
Fecha publicación: febrero 2015.
Nº Pág: 256
ISBN:  978-84-670-4371-6
Precio: 19,90 €

Lee el primer capítulo aquí.



Título: SÍGUEME LA CORRIENTE.
Autor: Megan Maxwell.
Género: Romántica.
Fecha publicación: Febrero 2015.
Nº Pág: 480
ISBN:  978-84-08-13664-4
Precio: 15,90 €

Lee el primer capítulo aquí.


Título: MI NOMBRE ES PENUMBRA.
Autor: Pablo Barrera.
Género: Narrativa histórica.
Fecha publicación: Febrero 2015.
Nº Pág: 456
ISBN:  978-84-670-4330-3
Precio: 19,90 €



Título: TANGERNIA.
Autor: Javier Valenzuela.
Género: Narrativa negra.
Fecha publicación: Febrero 2015.
Nº Pág: 328
ISBN:  978-84-270-4159-2
Precio: 19,90 €


Lee el primer capítulo aquí.


IMPEDIMENTA



Título:  EL LEVANTE.
Autor: Mircea Cartarescu.
Género: Narrativa.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Pág: 240
ISBN:  978-84-15979-38-8
Precio: 20,95 €

Lee las primeras páginas aquí.



Título:  LA VIDA SOÑADA DE RACHEL WARING.
Autor: Stephen Benatar.
Género: Narrativa.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Pág: 336
ISBN:  978-84-15979-53-1
Precio: 21,95 €

Lee las primeras páginas aquí.



Título:  EL MISTERIO DE LA MOSCA DORADA.
Autor: Edmund Crispin.
Género: Narrativa.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Pág: 336
ISBN:  978-84-15979-54-8
Precio: 22,50 €



SUMA DE LETRAS



Portada de Uno más UnoTítulo:  UNO MÁS UNO.
Autor: Jojo Moyes.
Género: Narrativa.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Pág: 400
ISBN:  9788483658942
Precio: 19,00 €




Título:  LA PINTORA DE ESTRELLAS.
Autor: Amelia Noguera.
Género: Narrativa.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Pág: 521
ISBN:  978-84-8365-685-3
Precio: 17,50 €



MUNDO PALABRAS

ROMPIENDO AGUAS-ilu_def(1)Título:  ROMPIENDO AGUAS.
Autor: Pepa J. Calero.
Género: Ficción.
Formato: Electrónico.
Editorial: Mundopalabras.
Fecha publicación: 2014.
ISBN:  978-84-942795-2-2
Precio: 1,32 €




EL AÑO SIN VERANO de Carlos del Amor.

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Editorial: Espasa.
Fecha publicación: febrero, 2015.
Nº Páginas: 256.
Precio: 19,90 €
Género: Narrativa.
Edición: Rústica con solapas.
ISBN: 978-84-670-4371-6 
[Disponible en ebook]

Autor

Carlos del Amor (Murcia, 1974) es periodista y su carrera profesional está vinculada al área de Cultura de los Servicios Informativos de RTVE. Su especial manera de enfocar la información en el Telediario le ha convertido en una de las voces más personales, reconocibles y seguidas del panorama periodistico.

Colaborador habitual en diversos programas de radio, ha cubierto los principales festivales de cine del mundo y entrevistado a numerosas personalidades de la cultura. Asimismo, ha publicado varios artículos en diferentes revistas, e imparte clases y charlas en universidades. Es un contador de historias. Y así lo demostró en su primer libro: La vida a veces (Espasa, 2013), que tuvo una magnifica acogida tanto de la crítica como de los lectores.

Sinopsis

El 2 de agosto dejé el coche en el garaje. Estaba desierto. Al llegar al portal, abrí la puerta y maldije una nueva avería en el ascensor, tan bonito y tan antiguo como poco práctico. Vivo en un sexo piso de un edificio de siete plantas, así que emprendí la escalada resignado. En el tercero di una patada a algo, encendí la luz del rellano y vi un enorme manojo de llaves.

Es pleno verano, Madrid está vacío y hay un periodista que tiene tiempo y ganas de curiosear. Las llaves están hechas para abrir puertas, buzones, coches, sueños. Y vidas ajenas. Aún así, lo que menos se imagina es que se va a encontrar con una historia de amor y con una misteriosa muerte que se verá inevitablemente abocado a investigar. La vida de los otros puede resultar sorprendente.

La primera novela de uno de los narradores más originales del panorama literario. Un libro diferente.


[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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El martes pasado publicaba la entrevista que le hicimos al periodista Carlos del Amor con motivo de la publicación de su segundo libro. Recordareis que en 2013 publicó una recopilación de relatos que tituló La vida a veces y que, por las opiniones que fui leyendo, parece que gozó de bastante aceptación. Confesando que le resulta mucho más fácil escribir breves historias, nos presenta ahora una novela en la que combina un poco de todo: misterio, suspense, amor, muerte, intriga, investigación,... y una confesión.  

Con un título que esconde más realidad de la que imaginamos, El año sin verano narra la historia - aventura de un periodista durante un mes de agosto en Madrid, cuando la ciudad está prácticamente desierta. Estando solo y sin apenas actividad, el narrador de esta historia encuentra casualmente un manojo de llaves en el rellano de su escalera. Tras un rápida comprobación, descubre que el manojo pertenece a la portera del inmueble, de vacaciones en esos momentos como la mayoría de los vecinos. En un edificio desierto, con poco trabajo, mucho aburrimiento y un tesoro en las manos, se despierta en el narrador la curiosidad por saber quiénes son sus vecinos, qué tipo de vida llevan, cómo son sus casas. Comienza así una aventura que lo llevará de un piso a otro, o mejor dicho, de una vida a otra para descubrir diversos secretos, aquellos que se esconden por amor, por despecho, por vergüenza,... Y llegaremos a un desenlace que podría ser verdad o no, definitivo o no. Eso solo lo sabrán los lectores. Y es que, además, El año sin verano es como las matrioskas, esas muñequitas rusas que guardan a una hermana pequeña en su interior, y esa, a su vez, a otra más pequeña. Y es que este año sin verano, es una novela que encierra otra, y esa, quizás, otra más que está por venir. 

Se podría pensar que el protagonista de esta historia es el narrador, pero al fin y al cabo no es más que el maestro de ceremonias. Los verdaderos protagonista son todos y cada uno de los vecinos, todas y cada una de sus historias. Pero si hay uno que sobresale por encima de todos ellos, ese será Simón, el vecino del quinto izquierda. Simón es un hombre solitario que sufre por amor. La vida le propinó una sonora bofetada que lo ha tenido anclado a un recuerdo toda su vida. Ana, su gran amor, se situará justo al otro lado de su dolor. Pero, alrededor de ambos, girarán otros personajes, algunos vecinos actuales del narrador, otros, antiguos residentes. De todos ellos, se nos dará debida cuenta. 




El narrador de este año sin verano comparte con el autor más de un aspecto, tanto en el terreno profesional como en el personal. Ambos son periodistas, ambos se encargan del área cultural de una cadena de televisión,... Y en el ámbito más íntimo, también hay situaciones comunes. Algunos pasajes son especialmente emotivos, de tal modo que resulta fácil identificar qué episodios proceden de la ficción y cuáles han sido vividos, experimentados, sufridos. 

Algo que me resultó bastante llamativo de este libro fue su estructura. De entrada, se alterna algún capítulo de longitud normal con otro excesivamente corto pero no radica ahí la originalidad de este libro. Desde los inicios, imaginé que me encontraría una historial lineal narrada en primera persona pero, de vez en cuando, el autor rompe con el camino marcado para dar paso a un narrador omnisciente que nos desvelará la vida pasada de algunos vecinos. Así encontraremos diversos bloques encabezados por el nombre del vecino en cuestión y que aglutinan varios capítulos que nos permitirán conocer algún episodio pretérito de estos personajes. Existe una especie de concatenación entre las diversas partes del libro, pues una enlaza con la siguiente constituyendo, en ocasiones, un bucle. De este modo, Carlos del Amor nos narrará el nacimiento de Simón, la verdadera profesión de Juan Muñoz, el actor del séptimo izquierda, o la relación prohibida de su tío Héctor, antiguo inquilino del inmueble, o las desdichas de Doña Amalia, o.... Y algo más, una muerte, violenta para más señas, que quedó cubierta por un velo de sospecha. 

Con cuarenta y siete capítulos más un epílogo, guiños a su anterior publicación y algún salto en el tiempo, Carlos del Amor escribe una historia que rezuma bastante ternura, un entramado de vidas que se entrecruzan como se pueden cruzar los vecinos de este inmueble en las escaleras o en el portal del edificio. Con un lenguaje sencillo y lleno de emotividad en algún pasaje, el lector transita por esta aventura de la mano del narrador, convertido en investigador ocasional, para descubrir que la ficción se superpone a la realidad con distintos puntos coincidentes.

El año sin verano ha sido una lectura amena y entretenida, de lectura rápida por el tono de su trama, original en su planteamiento, como también lo es su estructura y todo ello regado con alguna pincelada cultural en torno a un cuadro que también encierra una ficción.  En definitiva, una historia a la que acercarse con agrado.





[Ilustraciones e imágenes tomadas del web de la editorial]


Retos:

- 25 españoles
- Autores de la A a la Z.
- Sumando 2015.
- 100 libros.



Puedes adquirirlo en:



NO CONFÍES EN NADIE (THRILLER - 2015).

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Año: 2014

Nacionalidad: Británica.

Director: Rowan Joffé.

Reparto: Nicole Kidman, Mark Strong, Colin Firth, Anne-Marie Duff, Dean-Charles Chapman, Jing Lusi, Adam Levy, Llewella Gideon, Charlie Gardner, Rosie MacPherson.

Género: Intriga. Thriller.

Sinopsis: Christine Lucas es una escritora de cuarenta y siete años que, a raíz de un accidente sufrido a los 25, es incapaz de recordar el pasado y de retener los recuerdos más recientes. Cada día, al despertarse, cree que está soltera y que aún tiene que tomar grandes decisiones pero, como todos los días, descubre que vive con su marido y que las decisiones vitales ya están tomadas.

[Información facilitada por Filmaffinity]


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Bueno pues ya llegó a la gran pantalla la adaptación de la novela de S.J. Watson, No confíes en nadie, que muchos hemos leído y comentado. Una novela que no cumplió totalmente mis expectativas pues su sinopsis me «prometía» algo más, a la que le puse alguna pega pero que, en cualquier caso, recomendé como lectura entretenida. Puedes leer mi reseña aquí.  

Dejando momentáneamente al margen la trama del libro, y teniendo en cuenta que la sinopsis que nos ofrece Filmaffinity se desvía un poco de lo que yo he visto, veamos de qué trata la película. 

Christine Lucas despierta cada mañana sin recordar absolutamente nada. A su lado yace un hombre de mediana edad a quién ella no conoce. Asustada, se levanta de la cama y se dirige al baño donde encuentra las paredes llenas de fotografías y de pequeños letreros. Son pequeñas piezas de información que Christine tiene que procesar. El hombre que ha dormido con ella es Ben, su marido. Cada mañana se repite el mismo proceso. Ella despierta, no recuerda nada y Ben tiene que contarle quién es y qué le ocurre. Un accidente de coche le produjo graves lesiones cerebrales que le impiden retener los recuerdos. Por eso para ella, cada día es nuevo y, tras abrir los ojos, entre el desconcierto más absoluto, tendrá que aprender cosas de sí misma.

La película se inicia en un futuro inmediato que dura unos minutos. Posteriormente la escena se retrotrae a dos semanas atrás para empezar a narrar así cómo es el día de día de Christine y, haciendo un bucle, llegaremos a un desenlace que se inicia con el instante en que arranca el filme, el día del aniversario de la pareja, una celebración que Ben pretende festejar con su mujer de manera especial. Durante esos quince días veremos cómo transcurre la vida de Christine. Conoceremos al doctor Nasch, un neurólogo de la universidad de Londres que la está tratando de su amnesia a espaldas del marido. Y también a Claire, una vieja amiga que aparentemente desapareció de su vida de motu propioChristine vive a merced de lo que su cerebro quiera retener pero con ayuda, los recuerdos comenzarán a llegar provocándole más desconcierto y dudas si cabe. Está asustada. Tiene miedo. Lo que va a descubrir no es para menos. 

Está claro que los hemos leído el libro contamos con ventaja o con desventaja, según se mire. Sabremos de ante mano lo que va a ocurrir y eso provoca que los giros no nos sorprendan. No obstante, esta adaptación introduce ciertos cambios que no se recogen en la novela y que son perfectamente justificables por su formato audiovisual. También evita la constante reiteración que encontramos en el libro pues, cada vez que Christine despierta, su marido tiene que contarle una y otra vez la misma historia (una de las pegas que le puse la novela). El director recorta, pega, superpone, se las apaña perfectamente para evitar que el espectador se aburre viendo una y otra vez lo mismo, consiguiendo que la historia fluya a buen ritmo. Pero también hay que decir que este largometraje se apoya en algunos puntos que difícilmente se sostienen por sí solos. Quedan preguntas en el aire sin resolver. No muchas. No tan vitales como para desdeñar el filme pero me volvió a ocurrir igual que con el libro. Me fui haciendo preguntas de las que no encontré respuesta o si las encontré no me satisficieron.  

La pareja compuesta por Colin Firth (Ben) y Nicole Kidman (Christine) funciona bien en pantalla, sin que, a mi parecer, sobresalga uno por encima del otro y sin que ninguna de las dos interpretaciones me hayan dicho gran cosa. Firth, al que se le notan un montón los años en algunas secuencias, se amolda al papel de hombre paciente y comprensivo. Un buen marido al que la situación le supera en pocas ocasiones, que intenta proteger a su mujer de los malos recuerdos. Me ha faltado emotividad. 


En cuanto a Kidman, creo haber comentado ya que la mirada gélida de la australiana mantiene mi empatía a raya. Aún así, sabe transmitir el desconcierto, el miedo, la desconfianza pero no lo suficiente como para tenerme con el alma en vilo. No consigo conectar con el trabajo de esta actriz.

El tercero en discordia será Mark Strong interpretando al doctor Nasch, un hombre que pone por encima de todo su profesionalidad. Me ha gustado su ejecución pero, tampoco tiene tanto papel como para sacarle partido.

La película No confíes en nadie no explota el suspense del que la historia podría gozar (no te cuento ya si encima resulta que has leído el libro) y encima peca de desvelar al malísimo demasiado pronto. Además introduce ciertos efectos con calzador. Hay un par de escenas o tres que intentan generar susto o tensión en el espectador pero ni lo consiguen ni tampoco vienen al caso. 

No tengo mucho más que comentaros. Ni fotografía, ni banda sonora. Solo una historia que engancha ligeramente (y no creo que sea solamente fruto de haber leído el libro), con unos actores que no me traspasan, un final desvelado demasiado pronto y preguntas en el aire.

En definitiva, si no conoces la historia y te apetece verla en el cine, no voy a intentar convencerte de lo contrario pero tampoco te voy a abrir las puertas de la sala. Eso sí, si habéis leído el libro, yo me esperaba a su lanzamiento en DVD. 


Trailer:








[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]

ENTREVISTA a FERNANDO DE ARTACHO (El almirante Mediohombre).

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Autor

Fernando de Artacho nació en Sevilla. Es licenciado en Derecho por la Universidad Hispalense, abogado de su Ilustre Colegio, y cursó estudios de doctorado en Historia en la citada institución. También ha realizado estudios de Ciencias Políticas en España y de doctorado en Ciencias Sociales y Políticas en la prestigiosa Universidad Técnica de Lisboa. Es Diplomado en Genealogía, Heráldica y Nobiliaria por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas. 

Asiduo colaborador en revistas especializadas y medios de comunicación escritos, ha publicado una veintena de libros, entre los que destacan Manuscrito sevillano, Los Caballeros Veinticuatro del Puerto de Santa María, Padrón de Nobles e Hijosdalgos de la ciudad de Sevilla en el siglo XVIII, Estudio de las Reglas de la Primitiva Archicofradía de la Coronación de Espinas de 1567 o La Nobleza sevillana a través del Privilegio de Oratorios; posteriormente ha publicado un ensayo titulado Los otros Alba. Es miembro de la Academia Andaluza de la Historia, de la Real Academia Matritense de Heráldica y Genealogía, de la Real Academia Belgo-Española de la Historia y de la Real Academia de la Mar, entre otras varias academias instituciones españolas y extranjeras.

Desde hace algunos años alterna la labor investigadora con la divulgación histórica, en novelas como Hija de la Iglesia (2004), Las dos verdades (2005), El enigma de la Santa Espina (Finalista del Premio Novela Ateneo de Sevilla), La gubia del alumbrado (I Premio Ateneo de Sevilla de Novela Histórica), El trono y el altar y Narraciones y Leyendas.

Sinopsis

Don Blas de Lezo y Olavarrieta, también llamado Patapalo o Mediohombre por las mutilaciones sufridas en combate, y márqués de Ovieco a título póstumo, no sólo fue uno de los estrategas más prestigiosos de la historia militar, sino el salvador del imperio español en el siglo XVI y el artífice del mayor desastre naval de la historia de Inglaterra, hasta el punto de que el gobierno británico de Jorge II prohibió bajo pena de prisión que se divulgara la batalla de Cartagena de Indias. 

Fernando de Artacho ha querido conjurar esa maldición de Jorge II que, más de dos siglos y medio después, parece perseguir en su propio país a Blas de Lezo, cuya figura resulta casi desconocida para la mayor parte de los españoles.

El almirante Mediohombre es un fragmento de la Historia que se disfruta como un relato de aventuras, y también una apasionante aventura que forma parte imprescindible de nuestra propia Historia. 

[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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¿Quién era Blas de Lezo? 

La Historia está llena de héroes españoles de los que apenas se sabe nada. Hombres anónimos que lucharon en las más sangrientas batallas consiguiendo para este país éxitos sin parangón. Por suerte, contamos con la literatura y con novelistas como Fernando de Artacho, que permiten al ciudadano conocer más en profundidad esos héroes que pueblan las páginas de nuestra HistoriaEl autor sevillano, en su última novela titulada El almirante Mediohombre, publicada por Algaida Editorial, recupera la figura de este militar que a la edad de 25 años había perdido una pierna, un ojo y un brazo. De ahí el apodo de mediohombre. Un hombre que salvó el imperio español en el Caribe, entre otros importantes servicios prestados.

Además, quizás recordéis que en los últimos meses del año 2014 se erigió una estatua en su nombre en la Plaza Colón de Madrid, algo que levantó alguna polémica, y el Museo Naval también quiso homenajear su figura con una exposición que se celebró en el año 2013, en cuya web podéis encontrar mucha información. 

El pasado martes, Fernando de Artacho estuvo en Sevilla de promoción. Por circunstancias laborales me fue imposible acudir a la cita pero conté con la ayuda de un cercano colaborador que mantuvo una conversación con el autor sobre su novela. Paso a detallaros parte de esa conversación sobre una novela histórica que hace justicia a un héroe desconocido.


Fernando de Artacho sabía de la existencia de Blas de Lezo de mucho tiempo atrás pero, tras conocer a un experto en esta figura, al colombiano Pablo E. Victoria, decide investigar con profundidad y escribir una novela para sacar a flote la figura de este hombre, que ya con 16 años, era un héroe. Conocido por su valor, nunca dejó de estar en primera línea de batalla para luchar junto a sus hombres, a pesar de sufrir terribles mutilaciones.

Juan Sobrino.- Leyendo la novela, se tiene la impresión de que sus mutilaciones eran como medallas.

Fernando de Artacho.- Es que las mutilaciones en la guerra siempre han sido como medallas para los militares. De hecho, hasta hace poco, los militares de la última guerra civil llevaban unos pequeños triángulos en el uniforme que representaban las mutilaciones que habían sufrido.

A Blas de Lezo le faltaba una pierna, un ojo, una mano,... Constantemente estaba herido.

J.S.- Lo de mediohombre le encajaba muy bien.

F.A.- Evidentemente.



Comentaba el autor que Sevilla ha sido una ciudad con mucha historia y con personajes muy ilustres, no solamente en el siglo XVIII, sino también en los anteriores. 

J.S.- Resulta curioso que, pesar de ser una ciudad sin costa, Sevilla siempre estuvo muy vinculada con la actividad en el mar. 

F.A.- No tenía costa pero Sevilla llegaba hasta Huelva. Huelva es una creación moderna. El ministro Burgos y Mazo creó Huelva pero Sevilla llegaba a Aracena, a Huelva, llegaba a todos lados. La diócesis de Cádiz es de los años 50, antes pertenecía a la diócesis de Sevilla, así que Sevilla tenía salida al mar. Y los barcos reales venían al Guadalquivir.

J.S.- Hablando sobre la sociedad de la época sevillana vemos que en la novela también había sobornos, corrupción, cualquier nimiedad era una cuestión de honor. ¿Hay mucha similitud con la Sevilla de hoy?

F.A.- No, hoy no se puede comparar porque las cuestiones de honor ya no tienen peso. Lo único en lo que coinciden las dos épocas es en que el sevillano sigue siendo tan maledicente como en aquella época. Como decía Lorca, Sevilla está llena de finos arqueros. 

Mi bisabuelo Fernando de Artacho y Carrascal, que era gaditano, era muy crítico con los sevillanos. Decía que Sevilla era una ciudad de primera pero,... bueno ya sabéis. Y luego tengo un gran amigo que me dice que cuando vas por la calle Sierpes, te van saludando con golpecitos en la espalda y cuando llegas a tu casa y te quitas la camisa, te das cuenta de que está llena de sangre porque te han clavado auténticas dagas florentinas por la espalda. Lo que hay que hacer es pasar de esas cosas. La envidia sevillana es épica. La maledicencia del sevillano es de toda la vida. 

J.S.- Sin embargo, hay otros valores que aparecen en la novela como el esfuerzo, la solidaridad, la amistad,...

F.A.- Y el valor, y el honor, la fe que movía a estos señores. Todo eso era muy importante.

J.S.- Pero hoy en día estos valores se han perdido y por supuesto no cuentan con ellos esas personas que deberían dar ejemplo.

F.A.- Sí, hoy esos valores no están de moda. 

Comentó también la caballerosidad con la que se movían las personas de la época, algo que queda bien reflejado en la novela. En las traducciones que ha tenido que realizar, el autor advierte que realmente se trataban tal y como él ha mostrado en la novela. Correcto incluso en los enfrentamientos.

Centrándonos en los personajes de la novela, el autor recalcó que figuras de la categoría de Blas de Lezo no son recogidos por los planes de estudios universitarios porque el español siempre ha sido muy desagradecido. Gracias a Dios, Blas de Lezo está siendo recuperado pero resulta increíble comprobar cómo los españoles nos empeñamos en conmemorar la batalla de Trafalgar, que fue un desastre, pero olvidamos todos los grandes triunfos militares contra Napoleón. Hacemos lo contrario que Inglaterra o Francia, que se encargan de llevar toda su historia a gala.

J.S.- Edward Vernon es otro de los personajes que figuran en la novela, un inglés encargado de la flota británica que tuvo la fanfarronería de vender la victoria en la batalla de Cartagena antes de tiempo e incluso de acuñar monedas, ¿no?

F.A.- Él traía ya las monedas acuñadas. Yo he visto alguna. Las había de varios tipos. Vernon tenía un odio visceral a los españoles. Él decía que eran un grupo de borrachos y harapientos. Claro, cuando llega y se encuentra allí lo que se encuentra, seiscientos soldados del ejército regular, mil y pico de indios, los arqueros, y las milicias voluntarias,... 

J.S.- Pero en su novela también hay personajes inventados, ¿verdad?

F.A.- Sí, Martín de Sepúlveda y Diego de Zúñiga. He cogido una historia paralela para hacer una novela más ágil. Martín de Sepúlveda, es un estudiante díscolo al que el enamoramiento de una dama de sociedad le hunde la vida pero luego, gracias a eso, llega a ser lo que soñaba. Aunque después, el destino cruel también le pone en medio de otro enamoramiento con la prima de esa señora. Y Diego de Zúñiga es su gran enemigo. 

Esta historia, al igual que la de Alma, la amante mulata de Julio de Ayerbe, es una invención. Lo que no es invención es evidentemente toda la parte militar, todas las hazañas de Lezo. 

J.S.- Lo que también es cierto que los norteños y los sureños hemos estado siempre muy unidos, ¿no? Blas de Lezo era vasco y Martín de Sepúlveda era sevillano.

F.A.- Pero no solo con los vascos que tenían hermandad aquí, también con los santanderinos y los asturianos. Se llevaban muy bien. Y fíjate que en el escudo de Cantabria figura una Torre del Oro, algo que viene de 1248. Para tomar Sevilla había que romper el puente de barcas, entonces el almirante Bonifaz con la marina cántabra, destroza el puente de barcas para poder cercar bien la ciudad. El rey, en reconocimiento a esa hazaña de la marina cántabra le dio la Torre del Oro como uso en su escudo heráldico. Los santanderinos siempre se han llevado muy bien con nosotros. Muchos de los apellidos que tomamos por sevillanos son puramente montañeses. Y con los vascos pasa lo mismo.

J.S.- Hoy en día se echa de menos esa unión a la hora de defender cosas comunes.

F.A.- Hombre claro, evidentemente. Es que, aparte de hablar de lo políticamente correcto, estamos hablando de intereses económicos. Muchas personas viven de la política. No sirven a la política sino que se sirven de ella. Pero esto ocurre en todos los ámbitos de la sociedad. 

Dentro de poco tengo que dar una conferencia sobre un tema que afecta mucho a Sevilla, el tema de las hermandades. El título de mi conferencia es Hermanos Mayores en la Historia. De la excelencia a la apariencia.  Y es que esto es así, es verdad. Antiguamente, en el siglo XIX o principios del siglo XX, los Hermanos Mayores de las hermandades eran gente de mucho peso que iban a servir y a ayudar a la hermandad. Ahora son señores que intentan aparentar y la mayoría lo que hace es usar la hermandad.

J.S.- Un trampolín para otras esferas.

F.A.- Claro, un trampolín que después no es así porque ellos mismos se engañan, pero se lo creen así. Pues lo mismo pasa ahora en la política y pasa en todo. Buscan trampolines para trepar socialmente, políticamente y sobre todo, económicamente.

J.S.- La mala prensa siempre se ha cebado con España, ¿verdad?

F.A.- Claro, pero el primero que se ceba es el español. 

J.S.- Lo comento porque me llama mucho la atención algo que se refleja en la novela, la censura total que se ejerció sobre la derrota que sufrieron los ingleses, especialmente por parte del rey Jorge II. Esa derrota es como si no hubiera existido y quien se atreviera a hablar o publicar algo sobre ella iba a la cárcel.

F.A.- ¿En Inglaterra? Claro, pero eso es lógico. En mi opinión, si Blas de Lezo no llega a morir se hubiera enfrentado posiblemente a un tribunal militar porque Eslava lo quería acusar. Eslava era una familia poderosa que tenía miembros en los Consejos de Estado de la época, tenía mucha gente de poder pero Blas de Lezo lo único que tenía eran unos niños pequeños en Cádiz. De hecho, hasta que su hijo es mayor no lo reconocen con el Marquesado Ovieco porque el amor de Blas de Lezo, doña Josefa, era señora de la Villa de Ovieco, santanderina. 

Y fíjate que curiosidad, que nadie sabe. Aparte de la vinculación que hemos hablado de Blas de Lezo con Andalucía, pierde su pierna en Vélez-Málaga, su hijo nace en el Puerto de Santa María, viene constantemente a Sevilla para rendir pleitesía al rey, pues su nieto, un canónigo de la catedral de Sevilla, fue Hermano Mayor de la Hermandad del Valle. Eso lo sabe muy poca gente. Así que la vinculación de la familia con Andalucía y Sevilla fue muy importante.

J.S.- Me queda una última inquietud. Después de leer la novela, me pregunto, ¿cuántos Blas de Lezo quedan aún olvidados?

F.A.- Te diría que miles. Mira, si solo sevillanos hay muchísimos. Si hablamos de españoles, hay miles. Militares de la expedición de Jorge Juan, de Malaespina, que son las más conocidas. Pero hay señores que llegaron más lejos y lucharon con los indios doscientos años antes que apareciera cualquier americano con las pistolas. 

J.S.- Pues no tengo más preguntas que hacerle. Ha sido muy interesante todo lo que nos ha contado y le agradezco que nos haya concedido parte de su tiempo. 

F.A.- Nada. A vuestra disposición. Gracias a vosotros.

Llegamos a la conclusión que es imprescindible que se escriban novelas de este estilo para que el mundo conozca a estos héroes y sus hazañas, aunque Fernando de Artacho opina que la gente cree que son personajes inventados, que no existen realmente o, como mucho, que el novelista magnifica a la persona y no es así. Este era el pensamiento de la época, el hombre vivía y moría por sus ideales y eso no lo podemos olvidar.




Así transcurrió el encuentro con Fernando de Artacho. Un encuentro agradable en el que el autor nos desveló muchos datos interesantes sobre Blas de Lezo.

Doy las gracias a mi colaborador. Sin su ayuda esta entrevista no hubiera sido posible.



[Algunas ilustraciones e imágenes tomadas de Google]






PASÓ LA NOCHE, AMOR de José Miguel Núñez.

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Editorial: Carena.
Fecha publicación: 2014.
Nº Páginas: 309.
Precio: 18,00 €
Género: Narrativa.
Edición: Rústica con solapas.
ISBN: 978-84-160-5412-1
[Disponible en ebook]

Autor

José Miguel Núñez (Mérida, 1963) es doctor en Teología Dogmática (Roma, 1995). Licenciado en Filosofía (Universidad de Granada, 1995) y doctor en Filosofía (Doctorado Europeo en la Universidad Hispalense, Sevilla, 2010). Educador y profesor universitario, es autor de numerosos ensayos en torno al mundo educativo y juvenil.

Ha publicado recientemente Cien palabras al oído (2012) y A vueltas con Dios en tiempos complejos. Diálogos con Gianni Vattimo (2013). Ha sido finalista del Premio Hispania de novela histórica 2013 y finalista del Premio Edebé de literatura juvenil 2013. Publica ahora su primera novela: Pasó la noche, amor, en Ediciones Carena.

Sinopsis

Ambientada en la preguerra civil española, la novela aborda el escenario y el universo cultural de una época a través de Bartolomé: un personaje de trazos poderosos, sindicalista y activista, comprometido en primera línea en la transformación social de su tiempo.

El amor apasionado, la reconciliación de un pueblo y la memoria olvidad entrelazan una historia actual que irá desentrañando detectivescamente Carmen, una mujer en plena crisis personal en la España de los ochenta. La protagonista se verá involucrada en un descubrimiento inesperado y revelador que le hará emprender un viaje interior y que cambiará su propia vida. Esta es la historia de un amor-mas-fuerte-que-la-muerte, de sueños y traiciones, de compromiso social y conquista de libertades.

En un mundo convulso y políticamente inestable, la pasión de una joven pareja se abre al alba de un nuevo día tras una noche que parecía sin final.

[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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Nunca digo no a una novela ambientada en la guerra civil o en la pre- o postguerra. De hecho, nunca digo no a ninguna novela cuya trama transcurra dentro o al hilo de alguno de los conflictos bélicos que han azotado esta parte del hemisferio y más allá. Así, cuando tuve noticias de la novela de la que os hablo hoy, Pasó la noche, amor, no me lo pensé. 

Con una cubierta que muestra la figura de una señora ataviada a la antigua usanza y mirándonos fijamente desde el marco de una instantánea con aspecto de haber sido coloreada, el lector se va a encontrar con una historia que se desarrolla en dos tiempos. Por un lado, conoceremos a Bartolomé Blanco, un joven de apenas veinte años, miembro de Acción Católica que se crió a la sombra de la sotana de don Antonio do Muiño, el cura que lo acogió cuando quedó huérfano. Bartolomé es un buen cristiano, humilde y con gran espíritu de esfuerzo, que vive profundamente enamorado de su novia Maruja con la que esperaba casarse y formar una familia siguiendo los preceptos de Dios. Pero la vida es dura. Son tiempos difíciles y el odio anda suelto. 

Este hilo temporal, que se inicia el 2 de octubre de 1936, sitúa al joven en la Prisión Provincial de Jaén a la espera de llegarle el momento de ser fusilado, hecho que ocurrirá esa misma madrugada. Bartolomé sabe que ha sido falsamente acusado por un conocido (también lo saben sus amigos) pero no guarda rencor. Estando preso, el lector podrá retrotraerse en el tiempo por medio de flashbacks que nos permiten saber cómo era su vida hasta ese duro momento. Capítulos dedicados al instante en que conoció a Maruja, a la situación política del país, su incorporación a Acción Católica, su formación en el Instituto Social Obrero (ISO), sus años de mili en Cádiz o el momento de la detención y posterior encarcelamiento. 

Por otro lado el autor nos presenta a Carmen en la década de los 80, una mujer madura, enfermera y madre de Laura, una joven estudiante de veinte años.  Carmen vive en Sevilla aunque es oriunda de Pozoblanco, un municipio de la provincia de Córdoba. Primero abandonó su pueblo cuando se casó con Juan para trasladarse a la capital y posteriormente lo abandonó a él cuando su matrimonio se rompió. Se mudó entonces a Sevilla con su madre que ahora está ingresada en un hospital debido al alzheimer que padece. La madre de Carmen se llama Maruja que enviudó de Manuel solo cuando Carmen tenía dos años y pasadas unas páginas de la novela, el lector intuirá que la Maruja de Bartolomé es la madre de Carmen. 

En Pasó la noche, amor, y a raíz de un hallazgo en casa de su madre, Carmen tendrá que tirar del hilo para desmadejar la vida de Maruja. Su juventud con Bartolomé, el desgarro que sintió cuándo lo supo preso, el desenlace de su encarcelamiento y el tener que continuar toda una vida con el corazón roto. 

Tendremos así dos hilos que inicialmente corren en paralelo para llegar a un final revelador y que cierra el círculo.   

Son muchos los personajes inventados que la literatura ha fabricado para colocarlos en tiempos difíciles como lo fue la guerra civil, así como los momentos previos y posteriores. A través de esos personajes, que bien podrían haber tenido una existencia real, aprendemos sobre una época convulsa en nuestro país, unos años en los que muchas familias se dividieron, muchas parejas de enamorados tuvieron que renunciar al amor o muchas amistades se rompieron. No es el caso de Pasó la noche, amor. En la novela de José Miguel Núñez, habrá personajes ficticios pero otros son totalmente de carne y hueso como Bartolomé Blanco, el joven pozoalbense que fue declarado beato y mártir por la Iglesia católica. Supone la novela un homenaje a este hombre, cuyo carácter está perfectamente definido en el libro. Me ha gustado verlo en su faceta más personal e íntima, cuando recordaba a Maruja, cuando se mostraba agradecido por las oportunidades que le daba la vida y por su capacidad de perdón y olvido en el momento de la muerte.

Pero si me tengo que quedar con un personaje será con Carmen. No sé si será porque es un personaje que me queda más cercano en el tiempo o porque es mujer, o porque ha tenido una vida complicada y ahora le toca hacer frente a la enfermedad de su madre. La cuestión es que he empatizado mucho más con Carmen que con Bartolomé. Y para mí ha sido una pena que el hilo argumental que ella protagoniza quede un tanto eclipsado por la vida de Bartolomé y las extensas descripciones del momento político que le tocó vivir. 

José Miguel Núñez es un teólogo salesiano que se lanza al mundo literario con esta, su primera novela. Conociendo sus estudios y su formación se hace entendible el punto de vista desde el que enfoca los momentos previos a la guerra civil española en la novela. En Pasó la noche, amor se hace especial hincapié en los aspectos religiosos del conflicto, en la quema de iglesias y conventos, en el fusilamiento de curas, o la supresión de la Compañía de Jesús,... por citar algunos puntos. Comprendemos así que la historia está enfocada desde una perspectiva religiosa que en ningún momento me ha incomodado. Sin embargo, creo que el autor profundiza en exceso en todo el contexto político-social. Posee un amplio conocimiento de la situación que se vivió en aquellos momentos, haciendo un enorme despliegue de datos. Conste que es muy interesante todo lo que cuenta pero para mí se demora demasiado en explicaciones y detalles y lo hace en detrimento de la parte más personal de Bartolomé y del hilo argumental encabezado por Carmen. 

Con una prosa cuidada, bien adjetivada y escrito en tercera persona, José Miguel Núñez elige un lenguaje sencillo y especialmente tierno cuando nos habla de Carmen. No ocurre así cuando es el tema político el que predomina. Quizás por ese cambio de estilo y por la narración en sí, he disfrutado mucho más cuando Carmen se apoderaba de la escena y nos hacía partícipes de sus pensamientos y sus días. Aunque también he de reconocer que he aprendido mucho del desarrollo de los acontecimientos entre 1933 y 1936.

Antes de finalizar tengo que decir que me esperaba otra historia cuando comencé la lectura de Pasó la noche, amor. Creí que la trama desarrollaría con profundidad los aspectos más personales de los personajes, o en este caso, esa relación amorosa entre Bartolomé y Maruja, y que el contexto político-social sería tan solo un telón de fondo. No ha sido así. No obstante, no puedo negar que ha sido una lectura agradable e instructiva, aunque se haya enfocado desde un punto de vista tan concreto como el que se aborda en la novela. No está mal conocer una versión y otra. Al fin y al cabo es la única manera de emitir un juicio más justo. 

En definitiva,Pasó la noche, amor es una novela que te permite conocer la verdad de Bartolomé Blanco, narrando una bonita historia cuando se centra en su relación amorosa con Maruja y la crueldad e injusticia que le tocó vivir como consecuencia de su implicación en el sindicalismo católico. Si te apetece acercarte a esos años y conocer lo que se cocía, tienes en esta novela una buena manera de hacerlo pues su autor maneja gran cantidad de información fruto de una ardua documentación.

Agradezco a la editorial el envío del ejemplar. 



[Ilustraciones e imágenes tomadas del web de la editorial]


Retos:

- 25 españoles
- Autores de la A a la Z.
- Sumando 2015.
- 100 libros.



Puedes adquirirlo en:



RELATOS SALVAJES (COMEDIA NEGRA - 2014).

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Año: 2014

Nacionalidad: Argentina.

Director: Damián Szifrón.

Reparto: Ricardo Darín, Darío Grandinetti, Leonardo Sbaraglia, Érica Rivas. Oscar Martínez, Julieta Zylberberg, Rita Cortese, María Onetto, Osmar Núñez, Nancy Dupláa, María Marull, Germán de Silva, Marcelo Pozzi, Diego Gentile, Alan Daicz, Liliana Weimer, Claudio Delan, Lucila Mangone, Federico Liss, Walter Donado, Diego Velázquez, Margarita Molfino, César Bordón, Mónica Villa, Juan Santiago Linari.

Género: Comedia. Drama. Comedia negra.

Premios: 1 nominación a los Oscar (2015) como Mejor Película de Habla no Inglesa; 1 Goya (2015) a la Mejor Película Iberoamericana; entre otras nominaciones y premios.

Sinopsis: La película consta de seis episodios que alternan la intriga, la comedia y la violencia. Sus personajes se verán empujados hacia el abismo y hacia el innegable placer de perder el control, cruzando la delgada línea que separa la civilización de la barbarie.


[Información facilitada por Filmaffinity]



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¿Qué pensáis del cine argentino? Hace muchos años que lo descubrí con aquellas películas de Ricardo Darín, El faro del sur (1998), El mismo amor, la misma lluvia (1999) o sus trabajos más conocidos como Nueve Reinas (2000) o El hijo de la novia (2001).Y raíz de aquellas vinieron otras, quizás menos conocidas, como Conversaciones con mamá (2004) El abrazo partido (2004), Las manos (2006), El niño de barro (2007), El hombre de al lado (2009), Naranjo en flor (2009), Anita (2009) que de puro sufrimiento no pude terminar de ver, Nueces para el amor (2010),... De una de ellas adopté la costumbre de soltar globos de cuyo hilo cuelgan cada año mis deseos tras las campanadas de Fin de Año. ¿Cómo iba a dejar pasar Relatos Salvajes

Apretaros el cinturón, nunca mejor dicho, porque esta película despega con una historia que os dejará pegados al asiento, atónitos y expectantes. Será una de mis favoritas, una de las seis que componen la película y que contará con un desarrollo y un desenlace brillante y espectacular. Seis historias que se balancean entre la comedia y el drama por lo que, como bien recoge la ficha técnica, se podría englobar dentro del género de comedia negra. 

Sin desvelar el argumento de la primera porque quiero que esa concretamente os pille por sorpresa, el director y guionista Damián Szifrón despliega ante nuestros ojos una serie de relatos en los que la venganza es elemento común de prácticamente todos ellos. ¿De qué o de quién se puede vengar el hombre? Si tuviéramos que elaborar una lista de motivos sería algo interminable pues encontraremos una multitud. Vengarse de un hombre que arruinó la vida de nuestra familia. Vengarse de la sociedad, las injusticias y el abuso. Vengarse del tipo que te atosiga en la carretera porque quiere que le dejes paso. Vengarse de tu novio porque, justo una hora después de convertirse en tu marido, te enteras que te puso los cuernos con una compañera de trabajo. Quizás los motivos no sean muy originales pero sí es interesante ver cómo esa venganza se lleva a cabo, cómo nuestra mente urde la manera de compensar nuestra rabia o nuestro dolor. Demos paso a nuestro lado más salvaje, hagamos lo que nos dicta el corazón sin pensar en nada más. El ajuste de cuentas está muy presente en este filme.



Por que esto es Relatos salvajes, una serie de cortos en los que un grupo de individuos que dan rienda suelta a sus instintos más bajos porque están cansados de guardar las formas, de comportarse con civismo, de tener que aguantar el chaparrón por el qué dirán. Aquí los personajes se levantan de la mesa sin haber terminado de comer, dan una voz a quien haga falta, golpean la mesa con su lado más visceral y se plantan en un juego en el que no están dispuestos a continuar. Y para ello quizás haya que tomar medidas drásticas. Arremeter con lo primero que tengamos a mano aunque nuestra actitud nos acarree terribles consecuencias pero ¿quién puede pararse a pensar con sensatez cuando nos puede la rabia? Así asistiremos al desarrollo de breves historias en las que sus personajes viven situaciones no tan dispares y que desencadenan un torrente de violencia. Tranquilos porque no siempre acabará mal la cosa. Tendremos finales dantescos, otros paradójicos y otros del tipo «y fueron felices y comieron perdices»

En Relatos Salvajes habrá tensión y suspense, situaciones que nos dejarán con la media sonrisa en los labios sin saber muy bien si tenemos que reír o poner cara de horror. Habrá escenas tremendamente bien rodadas que, en ocasiones, estarán acompañadas por una melodía que pondrá el punto de ironía a la historia. Y es que la música es sumamente importante en este largometraje. Lo es incluso en el trailer. Comprobadlo más abajo.

Como suele ocurrir en este tipo de películas compuesta de breves historias o cortos (en 2012 ya vimos otra con la misma estructura, en la que también participaban Darín y Sbaraglia, Una pistola en cada mano) no hay demasiado tiempo para el lucimiento de los actores y actricespero aún así hay unos cuantos que están sublimes. Entre los más conocidos, Leonardo Sbaraglia y Ricardo Darín a los que le toca interpretar a un hombre cuyo grado de indignación llega a límites explosivos. En cierto sentido, sus historias me recuerdan mucho a aquel largometraje protagonizado en 1993 por Michael Douglas, Un día de furia. Los que vierais esa película os podréis imaginar de que van estos dos relatos.

Al margen de esos dos actores hubo otros, más desconocidos para mí, que me impresionaron. Oscar Martínez en el papel de Mauricio, un padre que intenta salvar el pellejo de su hijo para descubrir que todo el mundo intenta aprovecharse de él. Y Érica Rivas, esa novia despechada que se deja llevar por la locura transitoria montando un espectáculo brutal el día se su boda.

Pero mejor dejo de contaros más detalles. En su lugar os animo a verla porque Relatos salvajes son dos horas de buen cine que se hace muy corto, que desarrolla seis ingeniosas historias (Pasternak, Las ratas, El más fuerte, Bombita, La propuesta y Hasta que la muerte nos separe) y que merece mucho la pena ver. Sé que algunos de vosotros no sois cinéfilos, sé que otros preferís el cine americano pero al igual que defiendo el que se hace en nuestro país, también considero que el séptimo arte argentino viene pisando fuerte desde tiempo atrás y no se suele tener en consideración. Hay piezas de muy buena calidad que se pierden entre la montaña de películas más comerciales o de Hollywood pero valga de ejemplo estos relatos salvajes para demostrar que al otro lado del charco hay buenos cineastas, directores y guionistas por no hablar de actores y actrices. 

En definitiva, no me extraña que Relatos salvajes se haya llevado el Goya a la Mejor Película Iberoamericana. Realmente se lo merece porque está muy bien dirigida, con planos muy estudiados, con un guion brillante y una estupenda interpretación. 100% recomendable.




Trailer:








[Ilustraciones e imágenes tomadas de Google]

ENTREVISTA a CARLOS DEL AMOR (El año sin verano).

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Autor

Carlos del Amor (Murcia, 1974) es periodista y su carrera profesional está vinculada al área de Cultura de los Servicios Informativos de RTVE. Su especial manera de enfocar la información en el Telediario le ha convertido en una de las voces más personales, reconocibles y seguidas del panorama periodistico.

Colaborador habitual en diversos programas de radio, ha cubierto los principales festivales de cine del mundo y entrevistado a numerosas personalidades de la cultura. Asimismo, ha publicado varios artículos en diferentes revistas, e imparte clases y charlas en universidades. Es un contador de historias. Y así lo demostró en su primer libro: La vida a veces (Espasa, 2013), que tuvo una magnifica acogida tanto de la crítica como de los lectores.

Sinopsis

El 2 de agosto dejé el coche en el garaje. Estaba desierto. Al llegar al portal, abrí la puerta y maldije una nueva avería en el ascensor, tan bonito y tan antiguo como poco práctico. Vivo en un sexo piso de un edificio de siete plantas, así que emprendí la escalada resignado. En el tercero di una patada a algo, encendí la luz del rellano y vi un enorme manojo de llaves.

Es pleno verano, Madrid está vacío y hay un periodista que tiene tiempo y ganas de curiosear. Las llaves están hechas para abrir puertas, buzones, coches, sueños. Y vidas ajenas. Aún así, lo que menos se imagina es que se va a encontrar con una historia de amor y con una misteriosa muerte que se verá inevitablemente abocado a investigar. La vida de los otros puede resultar sorprendente.

La primera novela de uno de los narradores más originales del panorama literario. Un libro diferente.


[Biografía y sinopsis tomadas directamente del ejemplar]


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Carlos del Amor no es un nombre desconocido para los que estamos atentos a las noticias culturales que se producen en este país, aunque seguramente os sonará más su voz que su rostro. En cualquier caso, algunos también lo conoceréis en el terreno literario pues en 2013 publicó un libro de relatos titulado La vida a veces. Tiempo después repite experiencia y esta vez se atreve con la novela.

Publicada hace apenas unas semanas, El año sin verano tiene a su autor de promoción por diversas ciudades. Esto es lo que nos contó a su paso por Sevilla: 


Marisa G.- Carlos eres periodista del área de cultura de Televisión Española. Te hemos oído recientemente en la gala de los Goya. Gozas para mí de una posición privilegiada, estás en contacto con este mundo que tanto me gusta, y seguro que cuentas con información de primera mano para evaluar cómo está la cultura en nuestro país. Dicen que leemos poco y que vemos poco cine, y menos aún el español.

Carlos A.- Bueno los datos del año anterior son muy buenos. Veintiún millón de espectadores que han ido al cine. Ciento treinta millones de recaudación. Por lo menos podemos respirar algo más. Yo siempre digo lo mismo. Cuando voy al Prado o al Thyssen, siempre hay cola para entrar. Pero sí es cierto que hay que activar más mecanismos y hacer que esto se repita todos los años. Todo lo que sea potenciar, ayudar y hacer que crezca la creación cultural es bueno para este país. Eso es lo que nos ayuda a que se nos conozca fuera. A este país no solo se le conoce por el fútbol, sino también por Javier Bardem, Pedro Almodóvar, Penélope Cruz o Banderas. O también se nos conoce por una exposición de El Greco, de Velázquez o de Picasso,... Dalí batió récords hace poco en Brasil con una exposición suya. Así que tenemos toda la materia prima para ser una potencia cultural y lo que hay que hacer es potenciar esa industria.

M.G.- A ver si el gobierno toma buena nota. No hace más que poner trabas.



C.A.- Sí, está el 21% de IVA que creo que tarde o temprano se reconducirá porque una parte de la recaudación del año pasado revierte al Estado y potenciar que vaya más gente al cine. A veces, retroceder es avanzar. Además la gente quiere cine y eso se nota.

M.G.- Cuando hablo con algunos periodistas que han publicado alguna novela, comentamos el mismo tema. Algunos me confiesan que una vez que han probado la literatura, aunque aman su profesión, el periodismo se queda un poco en segundo plano. No sé cuál es tu caso.

C.A.- No. El periodismo sí me conduce a la literatura porque es un camino lógico pero no queda en un segundo plano. Yo, ante todo, soy periodista, y de momento soy un invitado en este oficio de escribir y me tratan muy bien en esta fiesta en la que me he colado pero nada más. Ya veremos hacia donde me lleva el futuro pero, ante todo, soy periodista.

M.G.- En cualquier caso, esta es tu segunda publicación y si repites será porque te habrá ido bien.

C.A.- Sí, La vida a veces funcionó bien. El público lo recibió con mucho cariño como parece que le está ocurriendo a esta, pero antes tiene que tener una historia que contar. No porque salgas en la tele o tengas un trabajo más mediático publicas cualquier cosa.

M.G.- Ayuda.

C.A.- Claro. Ayuda a saltarte pasos editoriales. Eso es inevitable. Yo no he tenido que mandar ningún manuscrito sino que directamente me llamaron. Pero, una vez que recibes la primera ayuda, luego tienes que ser honesto y tener cosas que contar. El lector es muy listo y hay mucha oferta como para dejarse engañar por una cara que sale en la tele porque, además, en mi caso no es una cara muy conocida. Soy alguien que a veces y muy de vez en cuando asoma.

M.G.- Bueno, sí se te conoce.

C.A.- Sí, pero no soy un presentador de telediario o de programa. Yo hago un reportaje en televisión de los cuarenta y cinco que lleva un telediario todos los días. No soy especialmente conocido ni me para la gente por la calle.

M.G.- La vida a veces era un libro de relatos. El año sin verano es una novela. Dos géneros distintos, ¿con qué te quedas? 

C.A.- A mí me resultó mucho más sencillo escribir relatos, quizás por la extensión o porque es algo más cercano a lo que yo hago diariamente. La novela me ha producido mucho vértigo. Para mí ha sido más complicado darle forma a la idea que tenía y conseguir que todas las historias converjan en un punto. Será un problema de extensión o no sé, pero como estoy acostumbrado al minuto de telediario para mí es más complicada la novela.

M.G.- Entonces, por tu profesión, juegas con ventaja. Acostumbrado a ese formato en televisión entiendo que te haya costado mucho más trabajo escribir novela que relatos pero generalmente casi todos los escritores dicen que cuesta mucho trabajo condensar...

C.A.- Ya pero como yo condenso a diario. Otra cosa no pero condensar lo hago diariamente y por eso me resultaba más sencillo escribir cinco o diez folios que escribir una novela en la que todo tiene que tener un sentido y en la que no veía el final 

M.G.- El año sin verano narra la historia de un periodista que un verano tiene que trabajar, cuando Madrid está prácticamente vacío, y se encuentra el manojo de llaves de la portera de su edificio en el rellano de la escalera. Y a partir de ahí, se dedica a fisgonear en las restantes viviendas, y no solo eso, si no también en las vidas de los dueños de esas casas. ¿Cómo surge esta idea? Por lo que cuentas en la novela intuyo que esta historia se te coló porque tenías otra.

C.A.- Sí. A la editorial le presenté el principio de otra historia que sale en este año sin verano y se llamaba Entre sueños. Narraba la historia de mi abuela, una mujer con mucha historia vivida, con una vida apasionante, pionera en muchas cosas... pero llega un momento que te atascas, no te sale y de repente se me cruzó la historia de un piso vacío. A mí siempre me ha despertado mucha curiosidad esa idea, la de los pisos vacíos y todo lo que las paredes habrán escuchado o habrán visto,... Ese fue el germen de esta novela y aparqué la otra.

M.G.- Son varias historias porque hay seis o siete vecinos cada uno con su vida. Tenemos a una mujer con una hija enferma, un marido cuya mujer padece alzeihmer, un actor que finge ante su madre,... De todas las historias, la que más peso tiene es la del matrimonio compuesto por Ana y Simón.

C.A.- Sí, ellos son el epicentro de la novela. Simón es el verdadero protagonista. Todo lo que vertebra la novela es la historia del amor que profesa Simón a Ana, lo que ocurre es que a la mitad sucede algo, hay un acontecimiento trágico que ocurre un 20 de septiembre y que involucra al resto de los vecinos. 

M.G.- En la vida de Ana y de Simón hay un cuadro muy importante que se titula Los tres viajeros aéreos favoritos de John - Francis Rigaud. La elección de este cuadro es aleatoria o tiene un especial significado para ti.


C.A.- No, verás es que ese cuadro me lo he cruzado varias veces. Asistí a un taller de restauración en el Prado y estaba ese cuadro, fui a una exposición y estaba ese cuadro,... Además me hacía mucha gracia porque empezaron a contarme su historia [puedes leer más aquí] y resulta que más que un cuadro es una novela que encierra mucha ficción. Uno de ellos no viajó, luego ella era más fea de lo que se ve en el cuadro. Hacer que los personajes de mi novela se conozcan en el Prado, delante de Las Meninas o El Jardín de las Delicias me parecía más fácil que conocerse delante de este cuadro, que es un cuadro menor que no tiene mucha importancia en el Museo del Prado pero que sí podía tener un punto de ironía y de intra-historia.

M.G.- Se podría decir que es meramente anecdótico.

C.A.- Sí, anecdótico pero el cuadro tiene una historia detrás y me parecía que todo casaba muy bien con la vida de los personajes.

M.G.- El narrador en primera persona tiene muchas cosas en común contigo.

C.A.- Sí, claro porque uno escribe de lo que sabe y al final echa mano de lo que tiene alrededor, de una redacción de televisión, de un edificio que se parece al mío,... La línea que separa ficción y realidad es muy, muy fina,.. Si empezaba volcando en uno mismo la historia parecía que podía ser realidad incluso el allanamiento de moradas. Nunca se sabrá si es realidad o ficción, si yo me encontré las llaves o no. Bueno quería jugar y confundir al lector con la realidad y la ficción.

M.G.- Cuando leí el episodio en el que se narra el fallecimiento del padre del narrador sentí que aquello no podía ser ficción. Aquello lo habías tenido que vivir realmente. Los sentimientos se podían tocar. No te lo pregunto en plan morboso pero es que mis sensaciones eran esas. 

C.A.- Sí, mi padre murió ese verano y fue un hecho que, de alguna manera, me dejó sin verano. De ahí el título de El año sin verano, aunque también tiene que ver con la anécdota del meteorólogo francés que se narra en la novela. Pero don la muerte de un familiar en pleno verano es como si la estación dejara de existir. Como digo en el libro, la gente no está hecha para morirse en verano. Bueno, he ido mezclando vivencias personales con ficción hasta que sea casi imposible distinguir lo que es real de lo que no.

M.G.- También en esta novela, hay algunos guiños a tu publicación anterior aunque le cambias el título. Y me hace gracia un personaje secundario, ese jardinero que te comenta lo que le gusta o no de tus relatos. ¿Este personaje existe realmente?

C.A.- Bueno, no puedo desentrañar qué es realidad y qué es ficción. Digamos que el parque existe y está muy bien cuidado y que yo paseo todos los días por ese parque. Pero, al igual que no puedo decir si entré en esas casas o no, más que nada por no tener a la Guardia Civil en la puerta de mi casa de forma inmediata, hay licencias que son literarias y otras que se ajustan mucho con la realidad y con conversaciones que sí he tenido.

M.G.- En tu novela hay mucha vida, hay amor, hay suspense, hay una muerte violenta, una investigación policial aunque no es una novela policíaca. Si tuvieras que definir tu novela, ¿cómo lo harías?

C.A.- Como un cóctel de géneros. Si al lector le gustan las historias de amor igual le gusta esta novela porque hay una gran historia de amor pero si le gusta más la novela policíaca, igual le gusta también porque hay un policía y una investigación. Y si le gusta la intriga también le puede gustar esta novela porque hay una muerte en extrañas circunstancias. Y si le gusta el mundo de periodismo pues igual porque hay dos periodistas y se cuenta un poco los quehaceres periodísticos. E incluso si le gusta el mundo editorial porque se cuenta un poco cómo funciona la relación editor - escritor,... Yo creo que es un cóctel de géneros con lo que un universo muy amplio de lectores se puede sentir cómodo.

M.G.- Los lectores ponemos especial atención al desenlace de los libros. En tu novela, el desenlace es totalmente imprevisible porque cuando creemos que todo ha terminado.... 

C.A.- Hay muchos desenlaces, sí. 

M.G.- Es uno de los puntos fuertes de la novela.

C.A.- Es consecuencia del juego que emprendes con el lector. El lector no debe saber qué es realidad y qué es ficción y entonces tú ofreces un final, el que el narrador se ve abocado a escribir, pero luego te das cuenta de que hay otro final que es el que la realidad impone al narrador y luego hay un tercer final que va después de los agradecimientos. Como me tomo la novela como un juego desde el principio me apetecía que la traca final fuera ese final esperado, inesperado y vuelto a esperar. Un final que se abre en muchas direcciones.

M.G.- Es original tal y como lo planteas. Pero otra cosa que me ha gustado de tu novela es la estructura. Dejas a un lado a un narrador en primera persona para contar la vida de algunos vecinos a través de un narrador omnisciente. Haces un entramado de voces que permite al lector conocer más de lo que conoce el narrador principal.

C.A.- Sí, para que el lector no se perdiera tenía que haber otro narrador al margen de ese otro que habla en primera persona. Tenía que haber uno en tercera persona que tuviera todos los datos y que impidiera que el lector se perdiera en este bosque de pisos, casas, llaves... Yo tenía claro que el lector tenía que saber más. 

M.G.- Yo no leí tu libro anterior y por lo tanto no puedo juzgar pero no sé si tú, como escritor, te has notado más maduro en comparación con la anterior publicación.

C.A.- Eso dicen pero eso lo tiene que decir el lector. Me han dicho que se aprecia una especie de salto pero yo no puedo juzgar eso. He hecho lo que se me apetecía sin pensar si me iba a salir algo más o menos maduro. A quien le gustó los cuentos de La vida a veces creo que le puede gustar también esta novela. Yo no he escrito algo totalmente diferente. Es una consecución lógica lo que pasa es que, a lo mejor, he reforzado determinados mecanismos pero no de una forma premeditada. También es verdad que han pasado dos años y medio o tres desde que yo empecé La vida a veces y claro uno va cambiando, madurando, cogiendo más hábitos de escritura. Así que creo que al que le gustaron los relatos también le puede gustar esto aunque vea otros matices que no estaban en la anterior.

M.G.- Y Carlos para terminar, ¿nos vas a dejar conocer la historia de tu abuela en el futuro?

C.A.- Ya veremos. De momento está escrito lo que sale en esta novela. No hay más. No sé si crecerá o se quedará en las tres hojas de este año sin verano. Bueno, hay que madurar, asentar esta novela y ver por dónde salimos.

M.G. ¿Y cómo va por cierto? 

C.A.- Ni idea. La editorial está muy contenta pero no lo sé. Lleva muy pocos días a la venta y los libros tienen que posarse en la librería y que la gente los conozca. 

M.G.- Y el boca a boca...

C.A.- Eso, sí el boca a boca funciona o no funciona.

M.G.- Muy bien Carlos, pues lo dejamos aquí. Te doy las gracias por tu amabilidad y espero que tengas mucha suerte con esta novela.

C.A.- Gracias a vosotros.

Esto es todo lo que hablamos con Carlos del Amor. Dice la contra que es «uno de los narradores más originales del panorama literario». Para mí ha sido la primera vez que leo algo suyo pero de mis impresiones sobre la novela ya os hablaré la semana próxima.



[Algunas ilustraciones e imágenes tomadas de Google]


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